
La Diputación de Valencia ya ha repartido el pastel del contrato de los servicios de conservación y mantenimiento de carreteras de titularidad provincial que está valorado en un total de 74 millones de euros y que incluye un periodo de tres años y las posibles prórrogas.
El organismo provincial ha dividido esos trabajos de conservación y reparación en seis lotes, de los que ya ha adjudicado formalmente cuatro y la mesa de contratación ha propuesto también adjudicatarios para los otros dos. Unos contratos que quedarán en manos de las principales constructoras de la Comunidad Valenciana.
El concurso público incluía en sus pliegos que ninguno de los adjudicatarios pudiese asumir más de un lote para garantizar el reparto así de este negocio entre la mayoría de los concurrentes, aunque también hay candidatos que se han quedado fuera, como Ocide, Guerola o Serveo.
Así, el de mayor importe ha ido a parar a Pavasal, uno de los grandes contratistas valencianos de obra pública históricamente vinculado además al asfaltado y pavimentación. La empresa valenciana asume el lote asociado a Alcudia de Crespins, por un importe de 11,29 millones de euros con impuestos incluidos.
Los distintos lotes
Otra de las grandes constructoras valencianas, Grupo Bertolín, asumirá la zona de Alzira por un importe de 9,76 millones de euros. La valenciana Torrescámara en unión temporal con Elsan se encargará del lote 4, el de Buñol, por 10,73 millones de euros con impuestos.
Otras empresa del ladrillo con amplia experiencia en estas contratas de conservación, la alicantina CHM, por su parte se encargará de la conservación de las vías del lote 3 que abarca la comarca de Utiel-Requena y su entorno.
Los dos lotes aún pendientes de adjudicar formalmente son el lote 1, en que se ha propuesto a Eiffage, a través de la alicantina Aglomerados Los Serranos, por 8,5 millones sin IVA. El lote 2 tiene como adjudicatario propuesto a otro viejo conocido en este ámbito, la castellonense Becsa del grupo Simetría, con otros 8,4 millones.