
OHLA ha abierto negociaciones con la banca para fortalecer su liquidez, por un lado, y para poder reforzar su capacidad de contratación con nuevos avales para Estados Unidos, su principal mercado, por otro.
La compañía que lideran Luis Amodio, como presidente, y Tomás Ruiz, como consejero delegado, ha remitido a los bancos que soportan la línea sindicada de avales (Santander, CaixaBank, Sabadell, Société Générale y Crédit Agricole) la petición de un 'waiver' (dispensa) para poder impulsar aún más su cartera de proyectos en el mercado estadounidense, donde este año ha alcanzado récord de pedidos con más de 4.000 millones de dólares (3.500 millones de euros). Así, según indican fuentes conocedoras, OHLA ha requerido el permiso de las entidades para poder incrementar los avales ligados a obras en Estados Unidos y que la matriz actúe como garantía de las nuevas líneas.
De acuerdo con las mismas fuentes, los bancos ya han mostrado su disposición a acceder a esta solicitud. Lo hacen en un contexto en el que las filiales estadounidenses de OHLA emergen como motor de crecimiento y presentan cifras de negocio muy positivas. La firma tiene a OHLA USA como cabecera de un grupo de subsidiarias en el país entre las que sobresalen Judlau Contracting, Community Asphalt Corporation, OHLA Building, OHLA Systems & Electric y OHLA Central.
El grupo tiene una presencia consolidada en estados como Florida, Illinois, Massachusetts, Nueva York y California. La cartera de proyectos en Estados Unidos se ha duplicado desde 2020. En los últimos meses, la empresa se ha adjudicado proyectos por unos 1.000 millones de dólares (877 millones de euros).
OHLA quiere seguir abundando en su actividad en Estados Unidos y, para ello, busca la obtención de nuevas líneas de avales para proyectos en el país. El foco está en el negocio de construcción, aunque su aspiración a medio plazo es abordar proyectos de infraestructuras en concesión, para lo cual pretende forjar alianzas con socios financieros que acoten su inversión. En el mercado estadounidense, la constructora cuenta con un gran volumen de líneas de 'bonding', estimado en al menos 3.000 millones de dólares, para garantizar el desarrollo de los contratos. Los más de 3.500 millones de euros que tiene contratados en Estados Unidos representan más del 40% de la cartera total del grupo, que al cierre del primer trimestre del año se situó en 8.297,6 millones de euros.
En paralelo a la solicitud del 'waiver' referido, la dirección de OHLA trasladó la semana pasada la petición formal para que los bancos del sindicado de avales en España liberen 15 millones de euros que la compañía aún tiene depositados como garantía -con la recapitalización sellada en febrero ya liberaron 101 millones-. La empresa da este paso después de que hace poco más de dos semanas completara con éxito una nueva ampliación por 50 millones. Una cantidad con la que ha logrado reequilibrar su caja y hacer frente al impacto de un laudo negativo de 40 millones por una obra en Kuwait.
Esta negociación se antoja más compleja, ya que las entidades financieras muestran mayores reticencias, según indican fuentes del mercado. OHLA admitió a finales de abril que esta liberación estaba condicionada a que los principales accionistas (los Amodio, José Elías y Andrés Holzer) suscribieran el último aumento de capital. En el marco del enfrentamiento con los Amodio, Elías no la respaldó. Esta renuncia es el argumento al que se agarran algunos de los bancos para oponer resistencia, aunque la decisión todavía ha de ser tomada.
La eventual negativa sorprendería en la cúpula de OHLA porque la ampliación superó con creces los 30 millones dispuestos en el contrato, con un cierre con sobresuscripción de 50 millones y con el respaldo del 97% de los accionistas, incluidos los de referencia salvo Elías. Asimismo, las fuentes consultadas inciden en que "ha reforzado el capital con fondos propios, y no con deuda, como proponía Elías".
Además, recuerdan que "la compañía ha mejorado su gobierno corporativo con la incorporación de nuevos consejeros independientes de reconocido prestigio, y que suponen ya el 50% del total". Advierten, asimismo, de que el rechazo "no tendría sentido puesto que significaría estar dirigida para favorecer los intereses de un accionista determinado por encima de los intereses de la compañía".