
El fondo de pensiones neerlandés APG, propietario de Itínere, pretende dar entrada a un socio en el capital del grupo español de autopistas con una participación minoritaria. Según las fuentes consultadas, APG mantiene negociaciones con la aseguradora suiza Swiss Life. Los contactos entre ambas firmas comenzaron en realidad a comienzos de 2023, como informó elEconomista.es, y ahora se habrían acelerado después de que APG se haya hecho con el control casi total de la compañía al adquirir la participación de Globalvia.
El fondo de Países Bajos planea incorporar a un socio en Itínere al tiempo que trabaja en la refinanciación de la deuda de la concesionaria, que enfrenta en octubre de 2025 el vencimiento de gran parte de su pasivo.
APG y Swiss Life reforzarían con Itínere su relación, toda vez que ya son socias en Brisa, el mayor operador de autopistas de Portugal. En concreto, ambas firmas adquirieron, junto con National Pension Service of Korea (NPS), el 81,1% de la concesionaria lusa a Arcus y el grupo José Mello en 2020, valorando la empresa en 3.000 millones de euros.
APG tiene el control casi total del capital de Itínere (aún hay en su accionariado otros inversores minoritarios como Corsair, directivos y una mínima autocartera). El pasado mes de octubre consumó la adquisición de casi el 40% que ostentaba Globalvia. La operación resolvió todos los litigios pendientes que enfrentaba la compañía que dirige Javier Pérez Fortea por su participación en Itínere.
La inversión que entre 2018 y 2020 realizó Globalvia para tomar su participación en Itínere, en distintas adquisiciones, superó los 520 millones de euros, con un valor de empresa de 1.300 millones de euros. La venta acordada recientemente a APG valora Itínere en 1.900 millones de euros. Esto implica que el importe de la transacción alcanzaría los 760 millones de euros. Esta valoración sirve de referencia para la eventual entrada de un socio minoritario en la concesionaria.
Itínere es, tras Abertis, el mayor operador privado de autopistas de peaje en España. Participa en cinco concesiones que explotan un total de 524,8 kilómetros de longitud en seis vías ubicadas en el norte de España . En tres de ellas controla el 100%: Audasa (AP-9 Ferrol-Tui), Aucalsa (AP-66. León-Campomanes) y Autoestradas de Galicia (AG-55 Coruña-Carballo y AG-57 Puxeiros-Val Miñor); en una el 50%, Audenasa (AP-15 Tudela-Irurzun); y en una el 18,36%, Acega (AP-53 Santiago de Compostela-Alto de Santo Domingo). El grupo también tiene un contrato de concesión para la gestión de la operación, mantenimiento y conservación de Gesbisa ( AP-8 El Gallo-Urgoiti y Ermua).
Asimismo, se ha adentrado en nuevos mercados relacionados, como es el sector del telepeaje, con su participación del 25% en Bip & Drive, y el negocio de máquinas de todo pago para peajes.
En 2023, Itínere alcanzó unos ingresos de 303 millones de euros, un 11,8% más que los 271 millones de 2022. La intensidad media diaria (IMD) del conjunto de todas las autopistas de peaje explotadas por sus concesionarias filiales en el último ejercicio fue de 19.691 vehículos, lo que supuso un aumento del tráfico del 3,2% en relación a los 19.080 vehículos que registró en 2022 (+3,5% ligeros y +1% pesados). La firma ya ha recuperado los niveles de negocio previos a la pandemia por Covid-19.
La compañía que preside Juan María Nin obtuvo un resultado bruto de explotación (ebitda) de 242 millones de euros en 2023, un 14,7% más que los 211 millones de 2022. Mientras, el beneficio neto se contrajo desde los 18,59 millones hasta los 4,29 millones en el último año.
Itínere cerró 2023 con una deuda financiera bruta de 2.322 millones de euros, con un tipo medio de 4,89%. La deuda con entidades de crédito ascendía a 1.387,8 millones, al tiempo que contabilizaba 710,9 millones en obligaciones no convertibles y 58,3 millones en convertibles.
La concesionaria encara ahora la refinanciación de una parte muy relevante de sus préstamos bancarios, por un importe conjunto de más de 900 millones de euros. El vencimiento de esta deuda está fijado para octubre de 2025. Se trata de tres créditos concedidos a Itínere y Enaitinere por varias entidades entre las que figuran Santander, CaixaBank, Sabadell, BNP y Société Générale.
En concreto, Itínere cuenta con un crédito, al término de 2023, de 490 millones de euros (el importe fijado en la refinanciación de 2016 era de 571 millones) con un sindicado de bancos que tiene un interés del 2,5% más euribor a seis meses.
Mientras, Enaitinere tiene dos préstamos que suman un nominal de cerca de 440 millones. El denominado Tramo A supera los 140 millones (760 millones tras la novación de 2016), con una tasa del 2% más euríbor a seis meses. Mientras, el Tramo B tiene un saldo de 296,8 millones (a cierre de 2023), con un interés del 2,25% referenciado a euríbor a seis meses. Esta financiación, por 300 millones, se adicionó al sindicado en 2021 para amortizar anticipadamente el préstamo bilateral que había suscrito con AustralianSuper en febrero de 2016 en el marco de la refinanciación del grueso de su deuda y que devengaba un tipo fijo del 6,5%.
Por su parte, los bonos no convertibles corresponden a Audasa y recientemente ha refinanciado una parte mediante una nueva facilidad crediticia por casi 100 millones. En 2025 vence una emisión de 63 millones. Además, en octubre del próximo está fijado el vencimiento de las obligaciones convertibles por 58,3 millones.