
Sacyr ha acometido una remodelación de su estructura societaria y organizativa tras vender la división de Servicios en dos procesos separados a Morgan Stanley Infrastructure Partners (MSIP) y Serveo a finales de 2023. Una reordenación que prepara a la compañía para la separación de poderes de Manuel Manrique, actual presidente y consejero delegado. La firma ya anunció el pasado año que antes de la junta de 2025 nombrará a un nuevo consejero delegado, quedando Manrique como presidente no ejecutivo. La reordenación implica también dotar de una entidad mayor dentro del grupo a la actividad de Agua, una de las apuestas estratégicas de la firma y en la que pretende multiplicar sus esfuerzos en los próximos años.
Sacyr ha adoptado una estructura única de compañía con tres líneas de negocio (Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Agua y Energía) para afrontar el próximo Plan Estratégico 2024-2027, que presentará la próxima primavera. De este modo, simplifica la estructura al eliminar las compañías filiales y dejar de ser un holding del que cuelgan tres sociedades con su propio consejo de administración. El objetivo es mejorar la eficiencia y la competitividad del grupo.
En el marco de esta reorganización, Sacyr ha desgajado el negocio de Agua de la división de Concesiones y la dota de entidad propia al mismo nivel que las otras dos áreas principales (Concesiones e Ingeniería e Infraestructuras). La firma analizó meses atrás dar entrada a un socio en la actividad de Agua con una participación minoritaria, pero tras concretar las desinversiones en Servicios decidió suspender ese proceso. La empresa encuentra un elevado potencial de crecimiento en Agua en todo el mundo, con oportunidades muy definidas en Australia y Latinoamérica, fundamentalmente.
La nueva línea de negocio independiente de Agua añade también las actividades de energía, agrupando los proyectos de autoconsumo y eficiencia energética y algún desarrollo de plantas fotovoltaicas, si bien no será una rama estratégica en la que pretenda aportar excesivos recursos.
Además, la empresa ha suprimido los cargos de consejeros delegados de cada una de las divisiones, rebajándolos a directores generales. Con ello, la multinacional española se queda ahora con un único consejero delegado.
Dentro de estos cambios organizativos, y siguiendo la habitual política de rotación en los puestos directivos, Manrique ha aprovechado también para cambiar el mando en las tres líneas de negocio. Así, Pedro Sigüenza Hernández, hasta ahora consejero delegado de la división de Ingeniería e Infraestructuras, es el nuevo director general de Concesiones, segmento prioritario del grupo. Mientras, Rafael Gómez del Río Sanz-Hernanz, hasta ahora consejero delegado de Concesiones, es el nuevo director general de Ingeniería e Infraestructuras. Y Eduardo Campos Pozuelo, que hasta su venta fue consejero delegado de Servicios, es el director general de la actividad de Agua y Energía. El resto del Comité de Dirección mantendrá la misma composición que hasta ahora.
Los cambios se producen tras la culminación con éxito, tres años antes de lo previsto, del Plan Estratégico 2021-2025. "La compañía ha logrado los objetivos marcados en este Plan que ha transformado a Sacyr en una empresa concesionaria capaz de una continua generación de valor", señala el grupo en un comunicado.