
En el sector empresarial, Italia ha tenido tradicionalmente fama de una excesiva, compleja y lenta burocracia. Una de las compañías españolas que pueden dar cuenta de ello es Sacyr. El grupo que preside Manuel Manrique tiene en Italia su primer mercado en el área concesional, con proyectos en su cartera tan emblemáticos como la autopista Pedemontana.
Su apuesta por el país, donde mantiene una alianza estable con la constructora local Fininc, es firme. Y lo es a pesar de que en su ya larga trayectoria, son múltiples los contratiempos que ha sufrido, en la mayoría de los casos por cuestiones administrativas. El último episodio deviene del contrato para la construcción del nuevo Hospital de Salerno, que tiene como protagonistas, de un lado, a Sacyr y su socio y, del otro, a un grupo de entidades italianas entre las que figura Gavio, con la que ya han librado varias batallas en los tribunales en los últimos años.
Sacyr y Fininc, a través del Consorcio SIS, en el que ostentan, respectivamente, el 49% y el 51% del capital, resultaron el pasado verano elegidas para la construcción del Hospital Ruggi d'Aragona de Salerno con una oferta de 363 millones de euros. El proceso estuvo envuelto en polémica. En un inicio las autoridades de la región de Campania habían seleccionado la propuesta del Consorzio Eteria, integrado por firmas como Gavio, Caltagirone e Icop como contratistas, por 368 millones. Sin embargo, el órgano de contratación revisó el cálculo de las puntuaciones y modificó la clasificación, seleccionando al consorcio italo-español.
El procedimiento tendrá que comenzar desde el principio y la ejecución del nuevo Hospital de Salerno tendrá que esperar
Eteria presentó un recurso y ahora el Tribunal Administrativo Regional de Campania (TAR) lo ha admitido y ha dictaminado la anulación del concurso al apreciar irregularidades en la licitación. "Existe una alteración y un conflicto irreconciliable tanto entre las distintas disposiciones del pliego de condiciones como dentro de la misma fórmula de cálculo de la puntuación por el plazo ofertado. De ello se desprende que todo el procedimiento de licitación está distorsionado y viciado, por lo que debe ser anulado en su totalidad, con la necesidad de volver a ejecutarlo desde cero", resuelve el Tribunal en su sentencia.
El procedimiento tendrá que comenzar desde el principio y la ejecución del nuevo Hospital de Salerno tendrá que esperar. El proyecto contempla la construcción sobre una superficie de 220.000 metros cuadrados de un centro policlínico que contará con cerca de 700 camas y 2.000 plazas de aparcamiento. En el ámbito hospitalario, SIS se hizo años atrás con las obras del Hospital de Milán y en la actualidad aguarda la resolución del contrato para construir y operar un hospital en Turín.
Sacyr suma así un nuevo contratiempo en el complejo mercado italiano. Hace unas semanas, la compañía salió victoriosa en la disputa que enfrentaba, también con Gavio (a través de la sociedad participada por Ardian ASTM), por el proyecto para explotar cinco tramos de autopista en el entorno de Turín que suman 320 kilómetros y que están en operación: A21 Turín-Alessandria-Piacenz, A5 Turín-Ivrea-Quincinetto, enlace A4/A5 Ivrea-Santhià, el Sistema de Autopistas de Circunvalación de Turín (Satt) y el tramo Turín-Pinerolo. En 2019, por el contrario, SIS se quedó sin la autopista Roma-Latina por la impugnación de Webuild -antigua Salini Impregilo-. El Consejo de Estado canceló el concurso y está pendiente de volver a sacarlo.
Precisamente un consorcio con Webuild resultó adjudicatario en 2005 del proyecto de construcción de un puente en el Estrecho de Mesina para unir la península con la isla de Sicilia, convirtiéndolo en el más largo del mundo con 3,2 kilómetros de longitud. Nunca se pudo llevar a cabo, sin embargo, por los cambios en el Gobierno italiano, evidenciando las históricas dificultades burocráticas del país. No obstante, el Ejecutivo de Giorgia Meloni ha cumplido su promesa de impulsar el proyecto y, para ello, cuenta con la misma alianza de empresas.