Italia sacará de nuevo a concurso el contrato para la construcción y explotación de la autopista Roma-Latina, un proyecto que a mediados de 2016 se adjudicó el consorcio SIS, participado al 51% por Fininc y al 49% por Sacyr. La impugnación que en su día presentó Salini Impregilo ha terminado por echar por tierra el contrato para el grupo español, cuyos recursos definitivamente no han resultado favorables para sus intereses. La decisión de las autoridades italianas se produce en un momento en el que todos los focos se centran en la posible rescisión de los contratos de concesiones de autopistas a Atlantia, dueña de Abertis, como penalización por el accidente ocurrido hace un año y medio en el Puente Morandi de Génova.
El proyecto de la autopista Roma-Latina, de 186 kilómetros, contemplaba una inversión de casi 2.800 millones de euros y una cartera concesional de 12.250 millones durante el periodo de explotación de 43 años. Se erigía así en el mayor contrato de Sacyr en el mundo, por delante de la autopista, también en Italia, Pedemontana-Veneta.
Sin embargo, el Consejo de Estado de Italia ha decidido finalmente, en una reciente resolución, que debe relicitarse a través de un proceso abierto en el que podrán participar otras empresas y no sólo SIS y Salini.

La Región del Lazio, la administración licitadora de la autopista, tendrá ahora que definir las condiciones de la nueva licitación, que presumiblemente contará con un presupuesto inferior al estimado en el contrato adjudicado en 2016. Según recoge la prensa transalpina, podría situarse por debajo de los 2.000 millones.
A pesar de este revés, Sacyr tiene un interés máximo en Italia, donde este mismo mes de diciembre ha arrebatado -a falta de la firma del contrato- a Atlantia la autopista entre Nápoles y Salerno. Es por ello que cabe esperar que el consorcio SIS repita como uno de los ofertantes del nuevo concurso.
La pasada primavera el Consejo de Estado italiano rechazó el recurso que interpuso SIS contra la sentencia emitida en septiembre de 2018 por este mismo organismo por la que suspendió la adjudicación de la autopista Roma-Latina a la alianza italo-española. El consorcio participado por Sacyr presentó un recurso de casación que tampoco ha prosperado.
El proceso judicial deriva de la impugnación de Salini, la constructora transalpina derrotada en el proceso, por irregularilades en la adjudicación. El Consejo de Estado anuló en septiembre de 2018 el procedimiento de licitación de la autopista al considerar que el tipo de descuento previsto en el pliego para homogeneizar las ofertas era "ilegítimo"
Salini fue socia de Sacyr en la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá y, de hecho, se mantienen unidas en sus demandas contra el Gobierno panameño en Miami. Su objetivo de hacerse con el contrato no ha fructificado, aunque ahora tendrá una nueva oportunidad en la relicitación.
Sacyr, en cualquier caso, no llegó a contabilizarse el contrato de la autopista italiana dentro de su balance, toda vez que el recurso de Salini bloqueó e erigía en su mayor proyecto en el proceso nada más producirse la adjudicación.