
ACS cuenta con activos en proceso de desinversión por cerca de 5.000 millones de euros en todo el mundo. En concreto, la valoración en libros de sus negocios en venta alcanzaban al cierre de 2022 los 4.685 millones de euros -con unos pasivos vinculados de 3.479 millones-.
Este importe representa casi el doble de los 2.595 millones que contabilizaba un año antes -2.057 millones de pasivos-. El incremento se explica fundamentalmente por la venta que tiene en marcha de su participación del 78,38% ene la autopista de peaje SH-288, en Texas (Estados Unidos), y por la que negocia con su participada Abertis, tal y como adelantó elEconomista.es el pasado 24 de febrero y confirmó días después el consejero delegado del grupo, Juan Santamaría, durante la presentación de los resultados anuales.
A los 4.685 millones, ACS también suma otras participadas que están contabilizadas como activos financieros y no tienen la consideración de mantenidas para la venta, aunque la decisión de la empresa es la de desprenderse de ellas. Con ello alcanzaría los 5.000 millones referidos.
ACS acometió desinversiones en 2022 por un importe de 515 millones de euros, de los 353 millones corresponden a activos energéticos
El caso más notorio es el de la firma de servicios australiana Ventia, de la que precisamente este mes de marzo ha transferido el 11% por alrededor de 124 millones de euros. Aún le queda algo más del 21%, que al mismo precio tendría una valoración superior a los 240 millones. De igual modo, tiene en la rampa de salida desde hace tiempo dos activos que han tenido que cambiar la clasificación pero sobre los que sigue habiendo intención de venta: las plantas de energía renovable de Tonopah, en Estados Unidos, y la central termosolar Manchasol, en España.
Los activos no corrientes mantenidos para la venta corresponden, por un lado, a los activos de energía renovable y agua que permanecen en el grupo tras la venta de la mayor parte de la división de Servicios Industriales a Vinci a finales de 2021, entre los que se incluyen proyectos eólicos en España, México y Escocial (marino) o desaladoras den Argelia, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Chile, entre otros.
Su valoración asciende a 865 millones. Asimismo, la autopista SH-288, de la que en enero cerró la compra del 56% por 1.064 millones para superar el 78% de participación -y negocia con el otro accionista, la israelí Shikun & Binui, para tomar el 100%-, emerge como la principal desinversión que tiene en marcha. El valor atribuido a las desinversiones previstas en el área de autopistas asciende a 2.923 millones.
ACS acometió desinversiones en 2022 por un importe de 515 millones de euros, de los 353 millones corresponden a activos energéticos. Entre estos destaca el 25% de las plantas fotovoltaicas en España transferido a Galp, dos parques eólicos en Uruguay una hidroeléctrica en Perú traspasados a Cubico. Mientras, su concesionaria de infraestructuras, Iridium, transfirió proyectos por 88 millones, sobresaliendo el 75% de su participación en la autopista Windsor Essex, en Ontario (Canadá). El resto se explica principalmente por desinversiones financieras en su filial alemana Hochtief Europa y en joint ventures de la australiana Cimic.
Ya en el presente ejercicio, además del 11% de Ventia, el grupo que preside Florentino Pérez culminó en febrero la venta a SALD de las últimas filiales asociadas al 45% que controlaba Cimic en la firma con sede en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) BIC Contracting (BICC), sin impacto alguno en el balance.
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