
La industria cerámica ha sido una de las grandes víctimas de la fuerte subida de los costes energéticos, especialmente del gas, y eso se ha dejado notar en la liquidez de las empresas del sector, según un informe elaborado por Solunion. La empresa aseguradora especializada en seguros de crédito y caución señala que el año pasado se multiplicaron por cuatro las insolvencias en el sector.
Así, según sus datos, en el caso de las empresas fabricantes de cerámica una decena recurrieron al concurso de acreedores, lo que supone multiplicar por cuatro la cifra del año anterior. Además, el informe estima que en el caso de las comercializadoras se registraron 23 insolvencias, frente a las 15 de 2021.
El informe atribuye la merma significativa de la liquidez fundamentalmente al mayor coste de las materias primas y la energía, que "exige a los operadores contar con más líneas de financiación de circulante". Además apunta que, al tratarse de un sector "intrínsecamente intensivo en inversiones", eso fuerza "a los operadores a destinar una parte de su caja a ellas".
En su análisis, Solunion añade que tras el incremento de deuda en 2021, "en 2022 la banca, consciente de la situación compleja del sector, ha mostrado una actitud absolutamente prudente en la concesión de nueva financiación a largo plazo, así como en la ampliación de líneas".
Esa situación ha llevado a las empresas a buscar "otras fuentes alternativas de liquidez fuera de la banca tradicional. La más frecuente es el lease back, principalmente sobre maquinaria, opción interesante para poder obtener liquidez inmediata manteniendo la explotación del activo".
La concentración las atenúa
El informe también considera que la concentración, "que ha ido intensificándose en los años más recientes", es uno de los motivos de que pese a que las insolvencias crezcan no sean muy frecuentes en el sector y "han tenido poco impacto en los últimos años".
Solunion recoge las cifras de evolución del sector de Ascer, con 5.538 millones de euros de facturación, un crecimiento del 14,1% interanual por la subida de precios que cifra en el 34% en el caso de la exportación. También recoge la caída de la producción de un 15%, hasta 500 millones de metros cuadrados producidos, por los altos costes del gas para los hornos azulejeros y la situación laboral generada, con algunos EREs y cierres de hornos, además de expedientes temporales para cerca de 11.000 empleos durante el año pasado.