El mayor fabricante de azulejo de Europa y el sexto del mundo, Pamesa Grupo Empresarial, logró dar un nuevo tirón a su negocio con un crecimiento del 56% en sus ventas totales, hasta los 1.220 millones de euros, en plena tormenta por los costes energéticos y la subida de las materias primas.
Una buena parte de ese alza, sin embargo, se ha producido tras subir precios un 40% y más que triplicar los ingresos por ventas de energía hasta 167 millones. Las ventas cerámicas supusieron 881 millones de euros, tras crecer un 43%.
Pese al fuerte impacto de los precios del gas, el grupo propiedad de Fernando Roig ha incrementado sus beneficios un 47% más, hasta 97 millones de euros de beneficios antes de impuestos. "Tenemos unas fábricas muy productivas y esta rentabilidad llega por ser muy eficientes en la producción, pero también en las filiales comerciales por la subida de tarifas" recalcó el propio Fernando Roig durante la presentación de resultados de Pamesa.
Pese a ello, el empresario mostró su preocupación por la escalada continua en el gas, "una auténtica barbaridad", tras multiplicar por 5 de los precios desde mayo del año pasado. Así, el coste del gas pasó de suponer el 8% del coste de las ventas en marzo al 33% en noviembre.
Una situación ante la que que el grupo reaccionó con una subida del 40% en los precios hasta final de año. A principios de 2021 además el grupo decidió implantar una tasa energética, un recargo que aplica cuando el precio del gas supera los 80 euros a sus clientes. "Hasta ahora está funcionando bien", aseguró Roig, que sin embargo apuntó que en 2022 la competitividad dependerá de hasta que punto la cerámica pueda competir con este recargo con otros materiales.
Roig anunció que durante los próximos días probablemente tendrá que parar la cogeneración para producir electricidad en sus plantas debido a que el precio del gas no se ha topado para estas instalaciones y arranca y para las plantas en función de los costes de gas y electricidad. El grupo tiene una potencia instalada de 100 MW de cogeneración.
Además el grupo ha apostado por sustituir en el futuro el gas por un combustible basado en el hidrógeno, para lo que ha invertido en la firma estadounidense eCombustible. Una apuesta que el presidente de Pamesa reconoció que no tienen tan claro algunos de sus técnicos como él, e incluso señaló que si funciona podría reducir su dependencia del gas en 2023.
Entre los 95 millones de inversiones previstos para este año se encuentra la instalación de una primera planta piloto, además de seguir ampliando su presencia en minas de arcillas, una materia prima que se ha visto afectada por la guerra de Ucrania. Según Roig, el efecto de la guerra de Ucrania y el bloqueo de Argelia en sus ventas no alcanza el 1%.
Estrategia
El presidente de Pamesa señaló que su estrategia para este año pasa por "digerir" la compra de Azuliber realizada el año pasado. "No estamos pensando en nuevas compras", aseguró Roig, que en tres años ha conseguido prácticamente doblar en ventas el tamaño del grupo. También descartó instalar factorías en otros países tras alcanzar cerca de 3.200 trabajadores.