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La banca vuelve con fuerza

Como criaturas de costumbres las crisis son consustanciales con el capitalismo, por ello sería imposible comprender el capitalismo y su funcionamiento, sin el debido estudio de las periódicas crisis. En las crisis, el paso de una fase a otra, se realiza críticamente, estando salpicadas por intervalos raros de acontecimientos importantes que se suceden con gran rapidez. En un momento de prosperidad, de pronto surge una crisis, se observa un estancamiento en distintos sectores, donde rápidamente disminuye la producción y los precios. Este estancamiento se extiende, la producción se limita, los beneficios caen y el paro crece.

Hasta que en un momento determinado se produce la recuperación y poco a poco se reactiva la producción, suben los precios, aumentan los beneficios y crece el empleo. Entonces el motor de la economía se pone a funcionar, el sistema productivo como el volumen de producción y beneficios se recupera y es mayor que nunca, hasta que vuelve a variar la situación (Crisis y reinvención del capitalismo, 2015).

Pero tranquilos, estamos entrando en la fase optimista, al menos en EEUU. La prueba la ofreció la Fed, que cumplió con las expectativas y el 15 de marzo subió los tipos de interés el 0,25 por ciento, situando el precio del dinero entre el 0,75 por ciento y el 1 por ciento. Lo han recogido las Bolsas europeas y en España el Ibex 35, casi consigue nuevamente alcanzar los 10.000 puntos, cerrando en 9.983. La entrada en esta fase de subida de tipos, impulsa al sector bancario, que ya lo viene haciendo desde los primeros días de octubre de 2016, cuando el BCE deslizó que podría comenzar a subirlos.

Las siete entidades que cotizan en el Ibex 35, protagonizan una recuperación bursátil próxima a los 50.000 millones de euros, elevando su capitalización hasta los 178.954 millones. Caixa Bank es el valor más alcista del sector en Europa y el que más se recupera, pasando de 13.000 millones a 22.825 millones. Le sigue Bankia, que cerró en 1,071 euros tras una subida cercana al 5 por ciento como reacción al anuncio de la fusión con BMN, aunque tendría que ganar otro 41 por ciento para volver a los 1,51 euros que marcaba cuando el Frob realizó la colocación de acciones por el 7,5 por ciento de su capital. El Santander, primer banco por capitalización español y segundo europeo, ha logrado llegar hasta los 79.225 millones, situándose en máximos desde agosto de 2015. BBVA segunda entidad por capitalización, ha hecho lo propio, subiendo hasta los 45.000 millones. Bankinter y Sabadell rozan máximos previos a la crisis de Lehman Brothers. Popular es la única entidad que pierde capitalización, cediendo más de 700 millones de euros, siendo el valor más bajista. Los bancos norteamericanos se verán favorecidos, al poder aumentar el margen de intermediación financiera. El Banco de España en su Informe de Estabilidad Financiera argumenta que la política monetaria expansiva en la zona del euro ha llevado a que los tipos de interés se sitúen en niveles reducidos, y negativo en algunos casos. La prolongación de tipos bajos supone una presión sobre el margen, aunque contribuye a aliviar la carga financiera de los prestatarios, en particular, en países como España, donde el peso relativo de los préstamos hipotecarios a tipo variable es elevado. Dentro de este contexto, resulta pertinente reflexionar sobre la situación en la que se encuentra los bancos y comprobar las diferentes partidas que determinan la situación de sus cuentas de resultados, donde el capítulo del cobro de comisiones gana importancia, creando incluso polémica entre los altos directivos respecto a la idoneidad de las mismas, y si esta es la estrategia más adecuada, según recogía en mi anterior artículo (04-03-17). Pero hasta que no repunten los tipos de interés y con ello el margen de intermediación, las comisiones continuaran actuando como una de las vías de ingresos más rentables para la banca. Facturar por todos y cada uno de los servicios aumenta el margen bruto, pero a la vez, constituye un motivo justificado de enfado que no ayuda a la fidelización de los clientes.

Resulta complicado encontrar el punto de equilibrio para no frenar el consumo y el crecimiento de la economía española. Al respecto, Antonio Garamendi, presidente de Cepyme, indica que en Europa, "las empresas españolas siguen siendo las que mayor coste de financiación deben soportar". Resulta complicado encontrar el equilibrio, pues si los bancos se debilitan, también lo hace su solvencia y la economía del país, siendo este, precisamente el efecto contrario de lo buscado.

Entonces la banca vuelve con fuerza, o por el contrario estamos ante un libro que sólo le quedan escasas páginas, pocas líneas por página, pocas palabras por línea y pocas letras por palabra. Más bien, la banca se encuentra ante un nuevo libro por escribir, aunque este es otro tema, bien apasionante. Lo cierto, es que como indica el Banco de España en su IEF: el sistema bancario español es más eficiente que el de los principales países europeos y que la media europea.

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