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Especial Recuperación Económica

Revolución verde y digital, para una economía más sostenible

  • Acelerar el proceso de descarbonización y de digitalización, en línea con la hoja de ruta de la Unión Europea, es para Iberdrola el único camino posible hacia la recuperación.

Si algo tienen claro en Iberdrola es que, como dice Ignacio Galán, su presidente, "hay que elevar la ambición y combinar la revolución verde y la digital, como piezas clave de la recuperación económica". En el Digital Summit organizado anualmente por esta compañía energética, el directivo afirmó, en este mes de octubre, que además hay que "acelerar la descarbonización del transporte, el segmento residencial y la industria para dejar un mundo mejor y más sostenible a las nuevas generaciones, en el que la digitalización juega un papel esencial".

Para afrontar la crisis provocada por el Covid-19, desde Iberdrola consideran que se requerirá de unos planes de reconstrucción de una magnitud sin precedentes. Si bien, con ellos, no sólo se posibilitará una recuperación lo más rápida posible, sino que se convertirán en una oportunidad para transformar nuestra economía, haciéndola más moderna y más sólida, más internacionalizada y más competitiva.

Galán destacó la necesidad de seguir siendo más innovadores, más eficientes y más orientados al cliente. Eso sí, no hay transformación digital si no se da un cambio cultural, con nuevas formas de trabajar y nuevas herramientas. La compañía maximiza el uso de la tecnología en aquellos ámbitos de negocio que aportan valor, bien mejorando los procesos y la productividad de sus activos o logrando más eficiencia en sus actividades.

Es evidente que es el momento de pisar el acelerador hacia una economía baja en carbono si queremos impulsar la recuperación. Por ende, es imprescindible apostar por sectores de futuro que, al tiempo que promueven una industria capaz de generar empleo estable y de calidad, contribuyen a reducir las emisiones y la contaminación. Por eso, es primordial apostar por una economía verde y digitalizada. España está especialmente bien posicionada: industria, capital humano y recurso renovable. Es decir; sol, viento y agua, que nos facultan para cubrir las necesidades energéticas a un coste inferior al de nuestros vecinos europeos.

Un plan de inversión verde en España tendría un efecto multiplicador sobre la economía más elevado que uno tradicional. Un reciente informe elaborado por la consultora AFI cuantifica que, por cada punto de PIB invertido en economía verde, se producen tres puntos de impacto en PIB.

Así, la inversión en la economía verde no tiene sólo que ver con energía, sino que presenta grandes ventajas estructurales por su carácter transversal, entre ellas, la mejora de la competitividad económica, de la balanza de pagos, la reducción de emisiones y contaminación y el importante efecto tractor en otras industrias, con impacto particularmente positivo en la llamada España vaciada.

En la foto principal, parque eólico marina East Anglia ONE. En ésta, planta fotovoltaica Andevalo.

Sin parar

Las inversiones realizadas en los últimos años han permitido a Iberdrola, a pesar de la pandemia del Covid-19 o de situaciones climáticas extremas, mantener sus operaciones y proyectos en marcha, tanto en proyectos renovables como en redes inteligentes y otros ámbitos, garantizando a la vez la seguridad de sus empleados y socios. De hecho, la empresa ha decidido acelerar sus inversiones en el ejercicio y éstas se elevarán a una cifra récord de 10.000 millones de euros, el doble de lo invertido en los últimos cinco años, y la contratación de 5.000 profesionales a lo largo de 2020.

En los últimos meses, ha adelantado pedidos a sus proveedores por cerca 7.000 millones de euros, para darles la visibilidad que requieren en estos momentos y contribuir al mantenimiento de los más de 400.000 empleos a lo largo de toda la cadena de valor. Las inversiones en el sector energético hacen que, por cada empleo interno, se creen doce en sectores como la construcción, la fabricación de bienes de equipo, los servicios de ingeniería o instalación o la máquina herramienta.

La compañía ha acelerado sus inversiones este año hasta los 10.000 millones de euros para reactivar la economía

Iberdrola no se ha parado durante la crisis sanitaria. En abril, uno de los peores momentos de la pandemia, puso en marcha Núñez de Balboa en Extremadura, la mayor planta fotovoltaica de Europa; en junio, el parque eólico Cavar en Navarra, uno de los más grandes desarrollados por la empresa en los últimos años; y en agosto, el parque eólico marino East Anglia ONE, la mayor instalación eólica de su historia.

Con una potencia instalada de 500 megavatios (MW) y una inversión cercana a los 300 millones de euros, Núñez de Balboa es un proyecto renovable emblemático que ha batido récords. Su construcción ha contribuido al desarrollo de la cadena de valor, con compras a una treintena de proveedores, muchos de ellos locales, por valor de 227 millones de euros. Ha supuesto la implicación de más de 1.200 trabajadores en períodos de puntas de trabajo, un 70% de ellos extremeños. La planta generará energía limpia para abastecer las necesidades de 250.000 personas, población equivalente a Cáceres y Badajoz, y evitará la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 cada año.

En estos momentos, Iberdrola tiene en construcción 7.500 MW en el mundo, después de haber puesto 1.600 nuevos MW en funcionamiento en el primer semestre del año. Entre estos proyectos en desarrollo se encuentran el complejo hidroeléctrico del Támega, en Portugal, que se convertirá en la gran batería del sur de Europa, o el parque eólico marino Saint-Brieuc, que será el primero de este tipo que se desarrolla en Francia.

Asimismo, recientemente, puso en marcha su primera planta fotovoltaica en Andalucía, en Andévalo, Huelva, y anunció que triplicará su apuesta renovable en Andalucía hasta alcanzar los 3.000 MW en los próximos cinco años. Este nuevo plan representa una inversión de cerca de 1.500 millones de euros y permitirá la creación, tan solo en las tareas de construcción, de 5.500 puestos de trabajo en la región.

Otro de sus proyectos renovables más remarcables es la construcción de Port Augusta, en Australia. Es hasta el momento la primera planta híbrida eólica solar que realiza en el mundo. La instalación renovable (317 MW) combina 210 MW eólicos con 107 MW fotovoltaicos y generará energía limpia suficiente para abastecer la demanda anual de 180.000 hogares australianos.

La transición energética presenta oportunidades en nuevas tecnologías y procesos industriales, como el hidrógeno verde. Por ello, Iberdrola desarrolla la mayor planta de producción de hidrógeno verde para uso industrial de Europa, que la compañía pondrá en marcha en Puertollano (Ciudad Real), con una inversión de 150 millones de euros.

En los últimos meses, también ha desarrollado proyectos en el ámbito de la innovación y las redes eléctricas inteligentes. Muestra de ello es la creación de su Global Smartgrid Innovation Hub, un centro que actuará como plataforma tractora de la innovación, combinando su capacidad tecnológica con la de proveedores, colaboradores y startups de todo el mundo.

Los planes de reconstrucción ayudarán a transformar la economía, haciéndola más verde y más digital

Por otro lado, Iberdrola ha protagonizado hasta siete operaciones corporativas que le han facilitado profundizar en los mercados donde está presente, como Reino Unido, Francia y Brasil, y diversificar a otros mercados con potencial de crecimiento, con la entrada, por ejemplo, en Australia y Japón.

Planta fotovoltaica Núñez de Balboa.

Necesidad de un marco estable

Galán, en su intervención en la mesa redonda del Pleno Extraordinario de la Cámara de España Recuperación y reconstrucción de la economía española: desafíos y prioridades, advirtió de que, para atraer la inversión privada, es necesario disponer de una política energética clara y una regulación incentivadora.

"Estamos viendo avances positivos, como la Estrategia de Descarbonización a 2050, o el Plan Nacional de Energía y Clima, que nos permite disponer de una hoja de ruta para movilizar una inversión cercana a los 240.000 millones de euros y generar 300.000 empleos en nuestro país", señaló. Añadió que, "de una crisis como ésta, sólo puede salirse trabajando e invirtiendo en sectores y actividades que representan oportunidades de futuro reales". El carácter global de la crisis "va a generar una gran competencia entre países para captar capital y talento, por lo que será más esencial que nunca contar con marcos estables, predecibles y atractivos, que den seguridad jurídica y atraigan las inversiones necesarias".

En España se podrían adelantar a 2025 los objetivos definidos para 2030 del mencionado Plan Nacional de Energía y Clima, lo que conllevaría invertir más de 100.000 millones de euros en energías limpias, en redes, almacenamiento de energía o movilidad eléctrica en los próximos cinco años, generando más de 300.000 empleos en ese período.

Con todo, Iberdrola confía en que la electrificación y la economía verde actuará como palanca de cambio en el mundo postCovid. Por este motivo; la empresa ha acelerado inversiones, para contribuir a la reactivación de la actividad económica y a la generación de empleo.

2.000 nillones destinados a I+D+i

La innovación es la herramienta principal de Iberdrola para garantizar su sostenibilidad, eficiencia y competitividad. La compañía ha destinado 2.000 millones de euros a innovación en la última década, tras haber incrementado los recursos de esta área un 115% anualmente en estos diez años. Estas actividades la han convertido en "la utility más innovadora de España y la tercera del mundo por inversiones en I+D+i", de acuerdo con la Comisión Europea.

Como ejemplo de esta apuesta, la compañía acaba de anunciar el lanzamiento de su Global Smartgrid Innovation Hub, un centro ubicado en Bilbao que actuará como plataforma tractora de la innovación, combinando su capacidad tecnológica con la de proveedores, colaboradores y startups de todo el mundo. Este hub arrancará en la primavera de 2021 y ya ha identificado más de 120 proyectos de innovación para su implementación a futuro por valor de 110 millones de euros. Las líneas de trabajo, de ámbito internacional, permitirán el desarrollo y despliegue de soluciones innovadoras para la actividad de redes eléctricas de Iberdrola en el mundo.

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