
'Crecer sí, pero hacerlo de forma sostenible' debe ser el lema que guíe la estrategia de todas aquellas organizaciones comprometidas con el desarrollo sostenible y con el medio ambiente. Una cuestión que ya no hace distinciones entre empresas, sino que afecta a todas por igual, independientemente de su tamaño o de su área de actividad.
En el caso de Damm, la compañía asume el papel que juega dentro del sector alimentación y bebidas y ha adquirido, en concordancia, un firme compromiso para convertirse en agente activo del cambio.
Sus ingresos correspondientes a 2019, 1.385 millones de euros, -que, por cierto, representan un 9,6% más respecto al ejercicio anterior- aportan una excelente base para consolidar su estrategia de crecimiento sostenible con la máxima ambición.

Otro ejemplo es el residuo final del proceso de filtración de la cerveza, que se emplea como una enmienda orgánica natural para los cultivos. Por su parte, el dióxido de carbono de la fermentación se recupera para poder ser aprovechado nuevamente, lo que da la posibilidad a Damm de ser autosuficientes en gas carbónico, mientras que la materia orgánica de las aguas residuales se transforma en energía que, posteriormente, se utiliza en el propio proceso productivo.
Muy recientemente, Damm ha dado otra muestra de su compromiso con la revalorización de los residuos. Tras el fin del Estado de Alarma, la compañía decidió reemplazar de forma gratuita los barriles de cerveza que quedaron empezados en los establecimientos durante los meses en los que no hubo actividad. Los 3,5 millones de litros que se retiraron fueron convertidos en energía de origen 100% verde, lo que permitió generar casi 670.000 kWh de electricidad y reducir la huella de carbono en unos 250.000 kilogramos de dióxido de carbono.
El plan de reciclaje de Damm
Durante los últimos años, la compañía ha desarrollado distintas medidas destinadas a reducir el consumo de todos los elementos utilizados en los envases y embalajes, mejorando tecnológicamente el proceso de fabricación y control y sustituyendo aquellos con mayor impacto ambiental por materiales sostenibles. En la actualidad, más del 50% de los envases de cerveza utilizados por Damm son reutilizables -el 65% en el caso de Estrella Damm- y el 100% son reciclables.
En 2019, Estrella Damm puso en marcha un proyecto pionero en el sector cervecero para la eliminación de las anillas de plástico de los packs de latas de cerveza. Un proceso que se prevé culmine en diciembre y que supondrá la reducción de más de 260 toneladas de plástico al año, el equivalente a casi 89 millones de unidades de anillas de plástico.
El nuevo formato de agrupación de latas se realiza mediante el sistema LatCub®, que permite agrupar las latas con un embalaje de cartón 100% biodegradable, fabricado con 100% fibras naturales provenientes de árboles gestionados de forma sostenible y responsable que cuentan con la certificación FSC.

Entre las medidas impulsadas para eliminar el plástico destaca también la sustitución de los vasos de plástico utilizados en eventos por vasos 100% biodegradables.
Eficiencia energética
En 1999 Damm obtuvo la primera certificación ISO 14001 de nuestro país, calificación que ha mantenido hasta hoy y con la que actualmente cuentan todas las fábricas de la compañía.
Su proyecto de eficiencia energética que le ha permitido reducir en un 59% las emisiones de dióxido de carbono y en un 45% la energía utilizada para la producción de un hectolitro de cerveza en la última década. Para ello, ha invertido en fuentes de generaciones renovables y energéticamente eficientes como la cogeneración, la trigeneración a partir de biogás o la solar fotovoltaica.
En el caso de la cogeneración, actualmente Damm produce energía mediante este sistema a través de una turbina de diez MW ubicada en la fábrica de El Prat de Llobregat (Barcelona) y dos motores de cogeneración de cinco MW de potencia en la maltería de La Moravia en Bell-lloc d'Urgell (Lleida).
Asimismo, Damm genera casi tres millones de kWh de energía eléctrica a través de fuentes de generación de biogás de origen renovable en su fábrica de El Prat de Llobregat, y cuenta con 13.000 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, con una potencia de 1,7 MW repartidos entre la fábrica y la plataforma logística de la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Barcelona (ZAL).
La apuesta por las energías renovables permite a la compañía evitar la emisión anual de 2.160 toneladas de dióxido de carbono.
El 99% de las materias primas son reutilizables y se trabaja para reincorporarlas de nuevo en el mercado
Por su parte, no se debe dejar de mencionar el compromiso de Damm con el cuidado de los recursos hídricos. En este sentido, la compañía ha reducido en un 44% el consumo de agua en el periodo 2008-2019 e inició el año pasado un ambicioso proyecto para impulsar acciones de mejora encaminadas a controlar y reducir el gasto de este recurso en todo el proceso de fabricación.
Por último, desde el punto de vista de la concienciación social, Estrella Damm dio un giro en 2018 a su campaña anual Mediterráneamente, con el propósito de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger el medioambiente. En el primer acto de la campaña, Alma, se mostró la emergencia ecológica a la que está expuesta este mar, mientras que en el segundo acto, Amantes, se dio visibilidad a distintos proyectos que protegen la fauna y la flora del Mediterráneo. Por último, en Acto III - Compromiso, se anunció la eliminación de las anillas de plástico en todas las latas de Estrella Damm.