Especial medio ambiente

Repsol refrenda su objetivo: ser una compañía con cero emisiones netas

  • La ambición de Repsol es asegurar el suministro asequible y respetuoso con el medio ambiente de energía a la sociedad.
  • La compañía, que hoy presenta su nuevo Plan Estratégico 2021-2025, apuesta por proyectos punteros en descarbonización.

Conseguir asegurar el suministro de energía a la sociedad de manera asequible y respetuosa con el medio ambiente requiere de un modelo productivo que esté basado en la innovación y en la tecnología, que se encuentre en constante evolución y que ponga el foco en la economía circular como herramienta para el uso eficiente de los recursos. Para ello, Repsol lleva años inmersa en un proceso de transformación y de diversificación de sus negocios con la pretensión de liderar la transición energética.

Esta multienergética fue la primera de su sector en fijarse el objetivo de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050. Así lo anunció hace un año y, precisamente hoy, 26 de noviembre, refrenda dicho compromiso con la presentación de su Plan Estratégico 2021-2025. Esta nueva estrategia, en la que las renovables poseen un papel relevante, marca su hoja de ruta para llegar a la línea de meta de forma gradual y con objetivos intermedios a 2020, 2025, 2030 y 2040. En ese sentido, Repsol prevé cerrar el año con una reducción del Indicador de Intensidad de Carbono del 3% respecto a 2016 y perseguirá que ese porcentaje sea del 10% en 2025.

Repsol está impulsando iniciativas estrechamente vinculadas con la transición energética

Todo este ambicioso objetivo se plasma en el impulso de Repsol a proyectos estrechamente vinculados con la transición energética. Para avanzar en el salto hacia la economía descarbonizada, prevé llegar a los 7.500 MW de generación eléctrica baja en carbono y al millón de toneladas de producción de biocarburantes y etanol avanzado en sus refinerías en 2025. Del mismo modo, trabaja en distintas opciones tecnológicas para generar hidrógeno renovable y de baja huella de carbono de forma competitiva.

La compañía ha puesto en marcha diversos proyectos industriales que conllevan una importante reducción de emisiones y que anticipan lo que será la refinería del futuro. Se traducirán en hitos tan destacables como contar con la primera planta de biocombustibles avanzados de España -en la refinería de Cartagena-, con una de las mayores plantas del mundo para la producción de combustibles sintéticos cero emisiones netas a partir de hidrógeno renovable y con una de generación de gas a partir de residuos urbanos -estas últimas en el puerto de Bilbao-.

Biocombustibles avanzados

El más reciente de estos proyectos, anunciado el pasado mes de octubre, es el de la construcción en su refinería de Cartagena de la primera planta de producción de biocombustibles avanzados de nuestro país. Cuenta con una inversión de 188 millones de euros y se prevé que entre en operación durante el primer trimestre del 2023 para producir 250.00 toneladas al año de hidrobiodiesel, biojet, bionafta y biopropano.

Estos biocombustibles avanzados producidos en la refinería de Cartagena permitirán una reducción de 900.000 toneladas de CO2 anuales, lo que equivale aproximadamente a la absorción de CO2 de un bosque con una extensión similar a 180.000 campos de fútbol.

Los trabajos de construcción y puesta en marcha de la planta se desarrollarán en diferentes fases y requerirán de unos 1.000 profesionales de diversas disciplinas.

"Con esta iniciativa, en Repsol impulsamos decididamente una nueva ruta tecnológica que será clave en nuestro camino hacia la neutralidad en carbono y que se suma a los proyectos que ya hemos desplegado en eficiencia energética, generación de electricidad baja en emisiones, hidrógeno renovable, economía circular, combustibles sintéticos y captura, uso y almacenamiento de CO2, entre otros", señaló Josu Jon Imaz, su consejero delegado, en la rueda de prensa de presentación de este ambicioso proyecto.

Combustibles sintéticos

Repsol anunció el pasado mes de junio otros dos proyectos industriales punteros de descarbonización que desarrollará con la participación de destacados socios nacionales e internacionales. Uno de ellos, en el que se invertirán inicialmente más de 60 millones de euros y que se localizará en el puerto de Bilbao, consiste en la construcción de una de las mayores plantas de producción de combustibles sintéticos cero emisiones netas del mundo a partir de hidrógeno renovable, generado con energía 100% libre de emisiones. Repsol desarrollará este proyecto con socios como Saudi Aramco, la mayor compañía energética del mundo.

Las principales características de estos novedosos combustibles son que se producen con agua y CO2 como únicas materias primas y que se pueden utilizar en motores de combustión convencionales como los que se instalan en el presente en los automóviles, camiones o aviones. Es una opción sostenible porque, en su ciclo de vida completo, el CO2 emitido es el mismo que se utiliza para su producción.

La instalación, que estará totalmente operativa en un plazo de cuatro años, será de referencia en Europa por la tecnología puntera aplicada y por el uso del CO2 capturado en la cercana refinería de Petronor. Su desarrollo supone un reto tecnológico de primer orden que estará liderado por el centro de investigación Repsol Technology Lab. Combinará el hidrógeno renovable -energía 100% limpia al ser generada a partir de fuentes renovables- con el CO2 como materia prima en el proceso, y situará a Repsol a la vanguardia del desarrollo de los combustibles de cero emisiones netas.

Refinería Petronor en Bilbao.

Gas a partir de residuos urbanos

Junto a esta instalación del puerto de Bilbao se ubicará una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos, que supondrá una inversión inicial de 20 millones de euros. Este gas se empleará para sustituir parte del consumo de combustibles tradicionales que la refinería vasca de Petronor, una de las de mayor capacidad de España, utiliza en su proceso productivo.

Esta iniciativa responde a la estrategia de Repsol de impulsar la mencionada economía circular, que se aplica en muchas de las fases del ciclo productivo de la compañía a través de la tecnología y la innovación. En una primera fase, esta planta de pirólisis podrá procesar unas 10.000 toneladas al año de residuos urbanos y su capacidad podrá ampliarse en fases posteriores hasta 100.000 toneladas al año, aproximadamente, el equivalente a todos los residuos urbanos del entorno.

Combustible sostenible para la aviación

Otro éxito de Repsol en la transición energética es su avance en la producción de combustibles con baja huella de carbono para sectores como el aeronáutico, donde alternativas como la electrificación no son viables en estos momentos. En agosto, anunció que había producido en su Complejo Industrial de Puertollano (Ciudad Real) el primer lote de biojet del mercado español, por lo que ha sido una compañía pionera en la fabricación en España de este combustible sostenible para la aviación.

Las renovables tendrán un papel relevante en la nueva estrategia

Este primer lote consta de 7.000 toneladas de combustible de aviación -el equivalente al consumo de 100 vuelos Madrid-Los Ángeles- y ha superado las exigentes pruebas que requieren estos productos. Cuenta con un contenido bio inferior al 5% para cumplir con los requisitos de calidad establecidos por las especificaciones internacionales y su uso evitará la emisión de 440 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a 40 vuelos Madrid-Barcelona.

Proyectos renovables

Este mes de noviembre, se han cumplido dos años del nacimiento de Repsol Electricidad y Gas y en ellos ha contribuido a trasformar Repsol en lo que es hoy: una compañía multienergética con un porfolio único en España, por estar presente en más del 70% del mix energético. En la actualidad, suministra electricidad y gas a 1.100.000 clientes y ofrece todos los servicios alrededor de la energía y la movilidad, con múltiples soluciones para satisfacer las necesidades de cada usuario.

Con todo, Repsol se ha consolidado como actor relevante en la generación de electricidad baja en carbono, y actualmente cuenta con casi 3.000 MW en operación y otros 2.000 MW en desarrollo. Su meta de ser una compañía cero emisiones netas en 2050 ha venido acompañada de múltiples proyectos, inversiones y generación de actividad económica desde la neutralidad tecnológica, incluso en un contexto de extrema complejidad como el actual, motivado por la pandemia.

Seis son los proyectos renovables que Repsol tiene en marcha en estos momentos en España. Tres son eólicos. Delta, ubicado entre las provincias de Zaragoza y Teruel, empezó a producir electricidad en octubre, y contará con 335 MW. Los 26 parques eólicos de Delta 2 ubicados entre las provincias de Huesca, Zaragoza y Teruel suman 860 MW. El también eólico PI, situado entre Palencia y Valladolid, tendrá una capacidad total instalada de 175 MW.

Los otros tres son fotovoltaicos. Valdesolar, en el municipio de Valdecaballeros (Badajoz), que tendrá una potencia total instalada de 264 MW. Kappa, en Manzanares (Ciudad Real), cuyas obras se iniciaron en abril, dispondrá de una potencia total instalada de 126 MW. El de Sigma, en Cádiz, tendrá 204 MW.

Por otro lado, Repsol participa en uno de los parques eólicos flotantes semisumergibles más grandes del mundo, Windfloat Atlantic, en Portugal, ya operativo.

Aerogeneradores de Delta, proyecto eólico ubicado entre las provincias de Zaragoza y Teruel.

Hidrógeno, un componente clave

Repsol, hoy por hoy, es el primer productor y el primer consumidor de hidrógeno de España, al contar con algunos de los centros industriales más importantes del país. La compañía está impulsando diferentes opciones tecnológicas para generar de forma competitiva el hidrógeno renovable y el de baja huella de carbono, que pueden ser dos vectores energéticos de gran potencial con utilidades en la industria, la movilidad o en el sistema eléctrico.

Una de ellas se lleva a cabo junto con Enagás y otros centros de investigación y consiste en una tecnología propia de fotoelectrocatálisis, una tecnología disruptiva con la que es posible generar hidrógeno renovable utilizando directamente la energía solar para separar la molécula de agua. Esta nueva tecnología permitiría reducir la huella de carbono en más de un 90% respecto al proceso convencional de producción de hidrógeno. Así, el hidrógeno es un componente clave para los procesos de refino de Repsol.

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