Repsol ha sido la adjudicataria de unos terrenos de 46.000 metros cuadrados en el Puerto de Bilbao, en los que construirá dos plantas de combustibles limpios: una de producción de combustibles cero emisiones netas a partir de dióxido de carbono e hidrógeno verde y otra planta de generación de gas a partir de residuos urbanos. La inversión en ambos proyectos supera los 80 millones de euros, en unas instalaciones de referencia por su avanzada tecnología y por el uso, como materia prima, del CO2 capturado en la refinería de Petronor.
El proyecto de Repsol se ha impuesto a los que presentaban las compañías DBA Bilbao Port y GM Fuel, decisión adoptada por la Autoridad Portuaria tras la celebración hoy de un Consejo extraordinario.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, ya reconoció dos meses atrás, en la presentación de resultados semestrales de la entidad que el proyecto de Repsol, a través de Petronor es "distinto a los otros y está ligado a un gran proyecto sobre el hidrógeno. Es un proyecto estratégico de país y ambicioso a corto y largo plazo", explicó.
El Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, presentó estos dos proyectos industriales vitales para avanzar hacia la descarbonización el pasado junio, en los que, además de Petronor, participa el Ente Vasco de la Energía (EVE) y la petrolera saudí Aramco, a través de un acuerdo de colaboración tecnológica. De este modo, Repsol avanza en la transición energética y en el objetivo de ser una compañía cero emisiones netas en el año 2050.
Dos proyectos limpios
El primer proyecto, en el que se invertirán inicialmente 60 millones de euros, consiste en la construcción de una de las mayores plantas de producción de combustibles sintéticos cero emisiones netas del mundo a partir de hidrógeno verde, generado con energía renovable.
La principal característica de estos combustibles es que se producen con agua y CO2 como únicas materias primas. Podrán utilizarse en motores de combustión como los que se instalan actualmente en los automóviles en España y en todo el mundo, y también en aviones, camiones y en otras aplicaciones.
La instalación, que estará totalmente operativa en un plazo de cuatro años, será de referencia en Europa por la tecnología puntera aplicada y por el uso del CO2 capturado en la cercana refinería de Petronor. Su desarrollo supone un reto tecnológico de primer orden que estará liderado por el centro de investigación Repsol Technology Lab, que se encuentra en Móstoles.
Combinará el hidrógeno verde ?energía 100% limpia al ser generada a partir de fuentes renovables? con el CO2 como materia prima en el proceso, y situará a Repsol a la vanguardia del desarrollo de los combustibles de cero emisiones netas.
El segundo proyecto, que se ubicará junto al primero, también en el puerto de Bilbao, supondrá una inversión inicial de 20 millones de euros, liderada por Petronor, y consistirá en una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos. Este gas se empleará para sustituir parte del consumo de combustibles tradicionales que la refinería vasca, una de las de mayor capacidad de España, utiliza en su proceso productivo.
En una primera fase, esta planta de pirólisis podrá procesar unas 10.000 toneladas al año de residuos urbanos y su capacidad podrá ampliarse en fases posteriores hasta 100.000 toneladas al año, aproximadamente, el equivalente a todos los residuos urbanos del entorno.
GM Fuel y DBA
La empresa DBA Bilbao Port presentaba al Puerto de Bilbao un proyecto para construir, en una parcela de 46.000 metros cuadrados en Punta Sollana (Zierbena) contigua a sus instalaciones actuales, una nueva terminal portuaria para el almacenamiento de energías renovables (bioetanol, biodiésel, hidrobiodiésel,…) e hidrocarburos que ampliaría la capacidad de almacenamiento en el Puerto de Bilbao en un 500%, hasta los 315.000 metros cúbicos, con el consiguiente aumento del tráfico terrestre y marítimo.
El proyecto, con una inversión superior a los 40 millones de euros, tendría un impacto de más de 100 millones de euros anuales en recaudación para la Hacienda Foral de Bizkaia.
La empresa es actualmente titular de una concesión portuaria en el área exterior del Puerto de Bilbao, para adaptar y gestionar actividades de logística portuaria para combustibles e hidrocarburos, en un superficie de 22.000 metros cuadrados en Punta Sollana.
Con el proyecto propuesto, sumado a la actividad que ya desarrolla DBA Bilbao Port en el Puerto de Bilbao, las instalaciones harían posible unos tráficos mínimos superiores a 900.000 toneladas anuales.
Por su parte, el proyecto del operador petrolífero GM Fuel suponía una inversión superior a los 40 millones, a desarrollar en dos periodos: en esos 46.700 metros cuadrados, primero haría una primera fase de 180.000 metros cúbicos, 180 millones de litros de capacidad de almacenamiento y después otros 100.000 metros cúbicos, hasta alcanzar 280.000 metros cúbicos de capacidad.
GM Fuel opera en el puerto bilbaíno con los tanques de Tepsa. Su objetivo era mejorar la posición en la infraestructura portuaria con su propia instalación, "el tener un terminal logística de almacenamiento aporta un valor añadido a la cadena. Queremos hacerlo todo el proceso, ahorrando costes y mejor posicionamiento en el mercado para conseguir ir al mercado con precios más competitivos", explican fuentes de GM Fuel.