
El sector energético ha llegado a la conclusión inequívoca de que el futuro radica en las tecnologías limpias. Esta tendencia común ha adquirido una importancia sin precedentes en un momento en el que la necesidad de lograr la independencia energética se ha convertido en el epicentro de los debates a nivel mundial, especialmente en Europa. De acuerdo con el informe Energy Transition Investment Trends 2023, publicado por BloombergNEF (BNEF), el año pasado la inversión en transición energética superó por primera vez el billón de dólares, un 31% por encima de la registrada en 2021. La ambición en términos de cambio climático y las medidas políticas implementadas por países de todo el mundo impulsaron la consecución de este récord.
Por primera vez, la inversión en transición energética fue equiparable a la destinada a combustibles fósiles, a pesar de que esta última aumentó en 214.000 millones de dólares respecto a los niveles de 2021. El crecimiento de la financiación fósil se produjo en un contexto de altos precios de las materias primas. Sin embargo, según el estudio la mayor concienciación sobre el clima logró que las empresas se centrasen en la recompra de acciones y la diversificación hacia activos con menos emisiones.
En este sentido, la energía renovable -que incluye eólica, solar y biocombustibles, entre otras- alcanzó el récord de 495.000 millones de dólares en inversiones en nuevos proyectos. Mientras, el sector del transporte electrificado experimentó un crecimiento notable, situándose en el segundo lugar en términos de gasto. La inversión en el mercado de vehículos eléctricos y la infraestructura de recarga alcanzó por primera vez la cifra de 466.000 millones de dólares, un incremento del 54% con respecto al año anterior, debido a la aceleración en la adopción de vehículos eléctricos.
A excepción de la energía nuclear, que mantuvo un crecimiento estancado en los últimos años, todos los demás sectores han registrado niveles récord de inversión. El sector de calor electrificado recibió 64.000 millones de dólares, los materiales sostenibles crecieron hasta alcanzar los 30.000 millones, el almacenamiento de energía alcanzó los 15.700 millones, la captura y almacenamiento de carbono obtuvo una inversión de 6.400 millones, mientras que el sector del hidrógeno, aunque más pequeño con 1.100 millones, triplicó la inversión del año anterior.
Países que más invierten
China lideró la carrera mundial en la transición energética, destinando una suma de 546.000 millones de dólares en 2022, representando casi la mitad de la inversión global. Su dominio sobre Estados Unidos y otros países se ha fortalecido a medida que ha ampliado sus sectores de energías renovables y vehículos eléctricos. Además, las inversiones chinas en el reciclaje de acero y otros materiales sostenibles contribuyeron de manera significativa a alcanzar esta cuota.
Estados Unidos se mantuvo como el segundo destino de financiación para tecnologías de transición energética, con un total de 141.000 millones de dólares, un 11% más que en 2021. Según el informe de BloombergNEF, se espera una rápida aceleración en los próximos años con la nueva legislación.
Alemania se volvió a situar en la tercera posición con una inversión de 55.000 millones, según explican los expertos, en gran parte gracias al crecimiento en el mercado de vehículos eléctricos, que ha compensado la desaceleración en el sector de las energías renovables.
El ligero incremento de la inversión en Francia (29.000 millones de dólares) supuso el adelanto en el ranking a Reino Unido (28.000 millones), que sufrió una disminución del 20% debido a la caída en los acuerdos relacionados con la energía eólica marina. Mientras, Japón (23.000 millones), Corea del Sur (19.000 millones) e India (17.000 millones) se mantuvieron en el grupo de los diez mayores inversores.
Tanto España como Italia ascendieron un puesto en la clasificación con inversiones de 17.000 millones y 16.000 millones de dólares, respectivamente.
Inversión empresarial
Iberdrola alcanzó los 10.730 millones de euros de inversión en 2022, lo que representa un incremento del 13% respecto a 2021. Sus esfuerzos se enfocaron en el negocio de renovables y redes, en línea con la estrategia del grupo. Estas dos áreas suponen aproximadamente el 89,8% de las inversiones brutas realizadas durante el año 2022. En total, destinaron uno 5.340 millones a la parte de renovables, equivalentes al 46,2%. La mayor parte de las inversiones se realizaron en España (27,1% del total), Estados Unidos (24,8%) y Brasil (17,3%). Un 13,5% de la financiación fue a para a Reino Unido, un 2,4% a México y el restante 14,9% a otros países.
La compañía energética vasca espera invertir 11.000 millones de euros a lo largo de este ejercicio 2023, lo que le permitirá incrementar su capacidad instalada en 3.000 megavatios (MW).
Por su parte, las redes de distribución y la actividad de renovables representaron más del 90% de toda la inversión destinada a crecimiento de Naturgy, que rondó los 1.200 millones de euros en 2022. Este año prevé invertir unos 2.700 millones, de los cuales 1.700 millones corresponderán a iniciativas renovables. Según la propia compañía, una parte significativa de esta cifra se destinará a España, tanto para reforzar sus redes de gas y electricidad como para impulsar las energías limpias.
La inversión acometida por Endesa en 2022 alcanzó su pico histórico, en los 2.343 millones, un 8% más que el año anterior. El 76% de esta inversión está alineada con la taxonomía de la Unión Europea. Además, de cara a este 2023 prevé batir de nuevo su récord invirtiendo el 20% más.
Acciona Energía efectuó en 2022 una inversión bruta de 1.640 millones (+167,2%), principalmente en sus proyectos en construcción en Australia (McIntyre), en Estados Unidos (Red Tailed Hawk, Fort Bend, High Point y Union) y en España (San Serván y Bolarque), así como en la adquisición de una instalación de almacenamiento de energía y una cartera de proyectos en avanzado estado de desarrollo en Texas. Las prioridades geográficas que se ha marcado la compañía e cara a 2023 son Australia, Estados Unidos, Brasil y España.
Repsol experimentó un notable aumento en su inversión para avanzar en la transformación de su actividad, con un total de 4.182 millones de euros destinados a este propósito, lo cual representa un incremento del 40% respecto al año anterior. La mayor parte de este monto se enfocó en proyectos desarrollados tanto en la Península Ibérica como en Estados Unidos. En concreto, durante el ejercicio, Repsol invirtió 1.400 millones de euros en España.
Además, con el objetivo de fortalecer su perfil multienergético, la compañía tiene planificado llevar a cabo una histórica inversión orgánica de más de 5.000 millones de euros en el año 2023. El 35% de estas inversiones se destinarán a proyectos de baja emisión de carbono.
En el caso de Cepsa, las inversiones aumentaron hasta los 743 millones de euros en 2022, un 57 % más que en 2021. Unos 185 millones de euros del total fue a proyectos sostenibles.