Iberdrola obtuvo un beneficio récord de 4.339 millones de euros en 2022, un 11,7% más. Bate así el rango más alto de los objetivos que se había marcado para el pasado ejercicio (4.000-4.200 millones de euros de beneficio). Este incremento viene impulsado por la evolución de los negocios en todas las geografías, exceptuando España, donde las ganancias cayeron un 19%.
El resultado bruto de explotación global (ebitda) se incrementó un 10,2%, hasta los 13.228 millones de euros en 2022, gracias al crecimiento de Estados Unidos y Brasil, que compensan el menor resultado en España, "debido a las medidas regulatorias y fiscales y los altos costes energéticos que no se han traspasado a los clientes", según detalla la compañía.
Iberdrola realizó en este periodo unas inversiones históricas de 10.730 millones, lo que supone un 13% más. Un 38% de la inversión fue a la Unión Europea -cerca de 3.000 millones en España, el país que más inversión recibió, y 1.200 millones en otros países como Alemania, Francia o Portugal-. Un 25% de la inversión se realizó en Estados Unidos, un 20% en Latinoamérica, y un 13% en el Reino Unido. El 4% restante se destinó a otros países, como Australia.
Por lo que respecta a la contribución fiscal, en 2022 el grupo aportó 7.500 millones de euros a las arcas públicas de los distintos países en los que opera, de los cuales 2.600 millones se destinaron a España.
En 2022 la compañía aumentó su deuda neta un 13,3%, hasta situarse en 44.185 millones. Su flujo de caja operativo fue un 25% superior al de 2021 (11.123 millones) y mejoró la ratio de generación de caja sobre la deuda neta en 2,4 puntos porcentuales, hasta el 25,4%. Mientras, la liquidez del grupo se situó en 23.500 millones , lo que le permitiría cubrir 26 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado y la vida media de su deuda supera los 6 años.
A la vista de estos resultados, el consejo propondrá a la junta general de accionistas una remuneración complementaria de 0,31 euros brutos por acción, a los que hay que sumar el dividendo a cuenta de 0,18 euros brutos por acción abonado en enero.
Espera invertir 11.000 millones de euros en 2023, lo que le permitirá incrementar su capacidad instalada renovable en 3.000 MW y seguir aumentando su base de activos de redes, que ya supera los 39.000 millones de euros. Con ello, prevé un crecimiento del beneficio neto del 8-10%, o del entorno del 5% incluyendo el nuevo impuesto a los ingresos en España.