Repsol y Navantia sea lían para acelerar la transición energética. Ambas compañías han firmado un acuerdo de colaboración para desarrollar conjuntamente soluciones innovadoras con el objetivo de descarbonizar el transporte marítimo.
Evaluarán la viabilidad técnica y económica de los nuevos combustibles líquidos bajos en carbono que suministrará Repsol (biocombustibles producidos a partir de residuos y combustibles sintéticos) en los motores fabricados por la constructora naval, tanto de propulsión como generación.
En este acuerdo, Repsol aportará sus infraestructuras de investigación de su centro de tecnología, Repsol Technology Lab. Para la ejecución del proyecto serán clave las plantas piloto y los laboratorios de blending, donde la petrolera formulará su amplia oferta de combustibles con baja huella de carbono, específicamente para el segmento del transporte marítimo.
Por su parte, la Fábrica de Motores de Navantia facilitará el conocimiento técnico de los motores y pondrá a disposición del proyecto sus instalaciones en Cartagena, así como bancos de pruebas y equipo de diagnosis para la caracterización y desarrollo de las pruebas que, junto a una sociedad de clasificación, certifiquen la viabilidad y sostenibilidad de la tecnología en operación.
La participación de la constructora se alinea con la hoja de ruta de la Dirección de Energías Verdes de Navantia, y contará con la colaboración del Centro de Excelencia de Tecnologías del Hidrógeno y Almacenamiento de Energía (CEDTH) creado por Navantia en Cartagena.
Ambas empresas están también vinculadas en el marco de la iniciativa SHYNE, el consorcio multisectorial que se presentó el pasado 19 de enero y que reúne a un total de 33 empresas, asociaciones, centros tecnológicos y universidades para promover la descarbonización de la economía a través del hidrógeno renovable. Repsol y Navantia, a través de su CEDETH, explorarán nuevas líneas de colaboración en el ámbito del hidrógeno.