
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado que el objetivo de beneficio que la entidad se marcó en su Plan Estratégico 2018-2020 ""está en revisión" ante el prolongado escenario de bajos tipos de interés. La entidad se marcó obtener un resultado neto de 1.300 millones de euros a cierre del próximo año. "Estamos evaluando en esta nueva situación de tipos la cifra de beneficio final, todavía creemos que no es el momento", explicó. Aunque descartó la idea de "hacer alguna modificación" de momento.
Por otro lado, el banquero ha descartado una fusión con Sabadell a corto plazo. Goirigolzarri aseguró que, en estos momentos, el objetivo de la entidad es ceñirse al cumplimiento de su Plan Estratégico 2018-2020. Según explicó, esta hoja de ruta marca que no se modificará el perímetro de la entidad en ese periodo de tiempo. Tenemos un plan que queremos cumplir y que contempla que no haya cambios en nuestro perímetro, somos conscientes de que estamos en el mercado y las cosas pueden cambiar, pero con las cosas como están hoy, no", aseguró al respecto. Precisamente, los analistas de Goldman Sachs apuntaban hoy en un informe a que la integración de estos dos bancos tendría "racionalidad estratégica".
En el caso de las integraciones transnacionales, Goirigolzarri apuntó a que en la actualidad existen dos obstáculos que las frenan: el gran volumen de regulación que afrontan los bancos y los costes de reestructuración que deben afrontar para generar sinergias. El presidente de Bankia recordó que mucha de las normativas, son realmente directivas que cada país traspone con sus particularidades, hecho que complica las integraciones. Además, la regulación sobre las necesidades de capital de las entidad también varían en función de su tamaño, a más volumen, mayor exigencia. Por otro lado, el presidente de la entidad destacó que para generar sinergias con una operación de unión entre dos bancos hay que afrontar unos costes de reestructuración. Estos costes tienen un impacto inmediato bien en la cuenta de resultados o bien, en el capital, explicó. "El regulador no contempla tomar ninguna medida para apaciguar este impacto en nuestros estados", dijo.
Además, Goirigolzarri señaló que "a esta falta de sinergias", hay un tercer factor relevante que explica la "pereza" para hacer fusiones panaeuropeas. "Solo el 30% de los bancos supervisados por el Banco Central Europeo (BCE) están cotizados, frente al 80% de EEUU. Los bancos no cotizados no están sujetos a una disciplina de mercado", añadió el presidente de la entidad en referencia a que estas diferencias de transparencia en la información también son otro obstáculo más para las integraciones paneuropeas. "Estas cuestiones también afectan en el caso de las fusiones domésticas", aseveró durante su intervención en la jornadas financieras organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y BBVA, que se celebran esta semana en Santander.
Defiende el rescate a la banca
Finalmente, el banco defendió el rescate de 54.000 millones que se realizó en 2012 con dinero público porque a quien se "rescató" realmente fue las familias y empresas a través de refinanciaciones y se protegió el dinero de los depositantes. "Supuso la posibilidad de que la banca rescatase a los hogares y empresas mediante la refinanciación de créditos. En 2013, las refinanciaciones fueron de 211.000 millones, el 21% del crédito. En 2018, solo el 5,9% de los créditos estaban refinanciados. Como media, el sector refinanció el 11% de los créditos. La reestructuración ha sido el modo de rescatar a las personas y empresas", aseveró.