Acciona está dispuesta a recomprarle a KKR la participación del 33% que vendió de su la filial de energía internacional en 2014. La familia Entrecanales quiere aprovechar el derecho de tanteo que tiene sobre esta participación para recuperar la totalidad del grupo, según indicaron a elEconomista fuentes financieras conocedoras de la negociación.
La próxima semana está previsto que los bancos de inversión que están llevando la operación (Lazard, Credit Suisse y Astris Finance) reciban las primeras ofertas no vinculantes por la misma, entre las que se espera esté, entre otras, la del fondo soberano de Abu Dhabi (Adia) que ya se interesó en su momento por este activo.
Sin embargo, Acciona tiene un as bajo la manga en este proceso que le permite tener la última palabra en esta transacción. Por un lado, si iguala la oferta presentada por otro posible comprador, se quedará con la compañía. En el caso de que dicha oferta sea muy elevada, podrá retirarse de la puja. A esto hay que añadir también que la compañía española ha impuesto al fondo de capital privado una 'lista negra' en esta transacción, en la que veta del proceso a posibles competidores.
Este diario contactó este jueves con Acciona, que no quiso hacer comentarios sobre esta posibilidad. No obstante, la firma de los Entrecanales ya indicó en la presentación de sus resultados que mantiene un fuerte interés en seguir creciendo en el área de energía y que ha vuelto a poner el foco de crecimiento en España.
KKR lleva desde hace meses estudiando la salida de esta compañía, que estuvo a punto de cerrarse hace año y medio con el fondo soberano de Abu Dhabi pero, según las fuentes consultadas, en aquel momento las negociaciones se pararon por una cuestión de precio y de incertidumbre regulatoria. En cualquier caso, Adia era hasta ahora uno de los principales candidatos a hacerse con este activo.
Buen momento para vender
A diferencia de hace un par de años, el panorama es diferente en este momento para la desinversión de KKR: los múltiplos que se están pagando por los activos de energías verdes son muy elevados, el momento de liquidez en el mercado es excepcional y la revisión de la regulación energética en España da una mayor certidumbre para monetizar su inversión.
Detectado este buen momento y en plena oleada de ventas de activos renovables, KKR contrató a Credit Suisse y a Astris Finance que se sumaban a Lazard como coordinadores de lo que apuntaba a ser como uno de los procesos más competidos del año por la calidad de los activos de esta compañía.
Activos de calidad
Acciona Energía cuenta en la actualidad con 9.627 MW instalados, de los que un 79% son eólicos, un 10% fotovoltaicos, un 9% hidroeléctricos y el resto correspondientes a instalaciones en biomasa y termosolar. El 59% de la potencia participada se encuentra en España, y el resto en el ámbito internacional, distribuida en quince países (Estados Unidos, Canadá, México, Costa Rica, Chile, Portugal, Italia, Hungría, Polonia, Croacia, Ucrania, Australia, India, Sudáfrica y Egipto).
KKR desembarcó el 3 de octubre de 2014 en Acciona Energía Internacional. El fondo pagó entonces 397 millones y alcanzó una acuerdo para apoyar su crecimiento, aunque no se ha desarrollado en este periodo. Acciona y el fondo estadounidense se planteaban en 2014 sacar a bolsa una yieldco para crecer en renovables, pero ambas empresas decidieron abandonar este camino con los problemas que comenzaron a experimentar este tipo de sociedades. En conjunto, ambas compañías preveían aportar 900 millones durante cuatro años para desarrollar una media de 300 MW por año, hasta un total de 1.200 MW.
KKR firmó un derecho preferente para desarrollar los 3.000 megavatios que Acciona tenía en cartera y el ambicioso objetivo de crecimiento de esta alianza era desarrollar casi la mitad de estos proyectos. Para poder ejecutar esta hoja de ruta se preveía un esfuerzo inversor de unos 1.800 millones de euros, de los que la mitad suponían nueva deuda. Del resto, KKR tenía que aportar en torno a un tercio y Acciona el resto con recursos propios. La intención de la compañía era desarrollar proyectos, que generasen dividendos a los inversores pero tras la decisión de no salir a bolsa, los objetivos cambiaron. Ambas empresas preveían incluir en la misma los parques de países como Estados Unidos, Canadá, México y Australia y dejar fuera los de Hungría, Croacia o Italia con menor cercanía al área dólar. La empresa, finalmente, tuvo que dejar atrás el proyecto de colocar en bolsa la yieldco, lo que supuso ingresar 50 millones menos por parte de Acciona.