Todo según lo previsto. Tras dar un avance a finales de abril, Dia ha confirmado unas pérdidas de 144,4 millones de euros durante el primer trimestre de este año, lo que supone multiplicar por nueve los 'números rojos' registrados en el mismo período de 2018 (16,2 millones).
Las ventas netas, por su parte, alcanzaron los 1.664,6 millones de euros, un 7,2% menos respecto a los 1.793 millones del primer trimestre de 2018. El Ebitda en los tres primeros meses también cayó hasta 12,4 millones, un 77,7% menos comparado con los 55,5 millones en el mismo período del año anterior, mientras que el beneficio operativo (Ebit) se situó en un valor negativo de 119,9 millones de euros, frente a los 6,1 millones, también en negativo, de 2018.
En cuanto a la deuda financiera, alcanzó los 1.702 millones de euros a cierre de marzo de 2019, lo que representa un incremento en 251 millones respecto a finales de 2018. La firma Duff & Phelps, contratada por LetterOne para realizar una valoración de la compañía, estima sin embargo que si se suma la deuda fuera de balance, ese importe sería aún mayor, elevándose a 1.991,2 millones.
La "frágil posición" de la empresa
Con estas cifras sobre la mesa, se confirma la delicada situación financiera de la compañía, inmersa desde febrero en una OPA por parte de su máximo accionista, LetterOne, cuyo objetivo es aumentar su participación y control en Dia, y que el pasado 6 de mayo llevó a la CNMV a considerar equitativo el precio ofertado por el fondo dirigido por Mikhail Fridman, de 0,67 euros por acción, para facilitar la oferta y una posterior ampliación de capital.
De hecho, la empresa reconoce que está en una "frágil posición" y en riesgo incluso de tener que pedir el concurso de acreedores o iniciar la liquidación. Sus responsables advierten que si el proceso abierto para recuperar el equilibrio patrimonial y salir de quiebra técnica sufre algún revés -el próximo lunes 20 de mayo expira el plazo-, su situación "podría deteriorarse rápidamente".
Ayer, 13 de mayo, finalizó el plazo de aceptación de la opa de LetterOne, y aunque su resultado se conocerá en los próximos días, está garantizado su éxito después de que el fondo de Fridman, propietario del 21% de los títulos, decidiera eliminar el requisito de nivel de aceptación mínimo que había impuesto inicialmente en el lanzamiento de su oferta. En cuanto a la cotización en bolsa, ayer el valor de las acciones de Dia se situó precisamente en los 0,67 euros, coincidiendo con el precio ofrecido por LetterOne.
Escasos apoyos al dueño ruso
Inicialmente, en el lanzamiento de la OPA, LetterOne estableció que para que su oferta se completase con éxito debía ser aceptada por titulares que en su conjunto supusieran el 50% de las acciones sobre las que se dirige la oferta, equivalentes al 35,5% del capital total de la compañía.
Sin embargo, ante la baja adhesión a la oferta por parte de los accionistas minoritarios, de los cuales gran parte consideraban que el precio de 0,67 euros se encontraba por debajo del valor de la compañía, el fondo dirigido por Fridman decidió, tras previamente ampliar el plazo de aceptación en varias ocasiones, eliminar dicho requisito con la condición de que la CNMV considerase equitativa su oferta, algo que se confirmó el 6 de mayo, al considerar el regulador probada la mala situación financiera de Dia.
Los malos resultados "han desencadenado una amenaza de disolución en el corto plazo"
Precisamente sobre esta situación se pronunció este martes el actual Consejo de Administración de Dia, al explicar que el empeoramiento del estado financiero de la compañía está influenciado por los malos resultados anuales de 2018, publicados el pasado 8 de febrero, "desencadenando una amenaza de disolución en el corto plazo", así como por la proximidad de vencimientos de deuda y el consiguiente riesgo de refinanciación y la incertidumbre en torno a la Junta General de Accionistas celebrada el 20 de marzo, en la que hubo que elegir entre la estrategia propuesta por LetterOne, con una ampliación de capital de 500 millones con el requisito previo de hacerse con el control de Dia mediante la opa, o la que proponía el Consejo de Administración, con una ampliación de 600 millones.
"Los comentarios de las agencias de rating y el ruido general provocado por las noticias, llevaron a una percepción pública negativa de la compañía"
Para el Consejo, estos elementos, junto a "los comentarios de las agencias de rating y el ruido general provocado por las noticias, llevaron a una percepción pública negativa de la compañía que, amplificada con fuertes decisiones de reducción de riesgo tomadas por compañías de seguros comerciales en ese momento, resultaron en un endurecimiento de las condiciones de proveedores que comenzaron a impactar negativamente en la cadena de suministro, conduciendo a un sustancial incremento de los niveles de faltas de producto en nuestras tiendas y almacenes, lo que en última instancia se tradujo en menores ventas".
Así, el Consejo alertó este martes sobre que el actual contexto de deterioro de Dia "es extremadamente desafiante para las operaciones y sostenibilidad de la compañía, lo que unido a la cercana fecha límite (20 de mayo de 2019) para resolver la situación del patrimonio neto negativo y el vencimiento del préstamo sindicado de deuda (31 de mayo de 2019), expone a la compañía a una frágil posición".
Por ello, el Consejo considera que "la toma de control de la compañía por LetterOne tras la finalización de la opa; un acuerdo entre LetterOne y los acreedores sobre la refinanciación a largo plazo del préstamo sindicado; y la ejecución de la ampliación de capital por 500 millones de euros aprobada en la última Junta General de Accionistas, debería mitigar la incertidumbre existente, eliminar la inquietud de los proveedores y dotar de las bases necesarias para el exitoso cambio comercial de la compañía".
Sin embargo, prosigue la valoración expresada hoy por el Consejo, "si alguno de los elementos requeridos para estabilizar la estructura de capital y liquidez de la compañía en el muy corto plazo no suceden a su debido tiempo, la situación podría deteriorarse rápidamente y la compañía podría verse forzada a presentar concurso de acreedores y/o iniciar el proceso de liquidación".