
Iberdrola le comprará a Vestas los aerogeneradores para su parque eólico marino de Vineyard Wind, que se levantará en aguas del Estado norteamericano de Massachusetts. Con 800 MW, se trata de un monumental proyecto que exige una inversión total de unos 2.400 millones de euros. La parte del león de esa cantidad corresponde a las turbinas: fuentes del sector indican que el contrato con Vestas ronda los 1.200 millones.
Vineyard es, hasta la fecha, el mayor proyecto eólico marino -off shore, en inglés- de Iberdrola. Lo promueve mediante la sociedad Vineyard Wind, al 50% con el fondo de inversión Copenhague Infraestructure Partners (CIP), que tiene los derechos de explotación de un área marina a unos 50 kilómetros de la costa de EEUU con un potencial de 2.000 MW.
La firma presidida por Ignacio Sánchez Galán se lo adjudicó el pasado mes de mayo, quiere que empiece a generar energía antes de 2022 y lo rentabilizará gracias a un contrato de suministro a largo plazo (PPA) de 20 años de duración con las eléctricas del citado Estado. Según sus cálculos, ahorrará 3.700 millones de dólares en costes relacionados con la energía en la región de Nueva Inglaterra y evitará la emisión de 1,6 millones de toneladas de CO2 anuales, equivalente a retirar 325.000 automóviles.
La turbina más potente
Vestas, por su parte, suministrará 84 aerogeneradores off shore del modelo V-164; con 9,5 MW de potencia, que es el más grande del mundo a escala comercial. Lo fabrica su filial MHI Vestas, participada en un 50% por Mitsubishi Heavy Industries. El mercado de turbinas eólicas marinas está concentrado en muy pocas firmas y lo lidera Siemens Gamesa con claridad, con más de un 45% de cuota en 2017, pero Vestas es el número dos, con el 20%, y pretende ganar relevancia. Los analistas pronostican que crezca a un ritmo del 16% hasta mediados de la próxima década.
Iberdrola, por su parte, apuesta con rotundidad por la tecnología, con proyectos y plantas en el Reino Unido, Alemania, Francia y EEUU. En estos momentos suma 545 MW en operación, otros 2.500 MW en desarrollo y construcción, y una cartera de proyectos de 4.600 MW. Para el año 2023 quiere tener 3.000 MW operativos en total, que le exigirán invertir alrededor de 9.000 millones de euros.