
Deutsche Bank, primer afectado por la caída del indicador a una tasa provisional del -0,175%. Las entidades abonarán la cuantía a través de una reducción del capital pendiente del crédito.
El euribor no detiene su caída y ha roto ya el nivel que obligará a la banca a pagar las hipotecas más baratas que se comercializaron en el boom. El indicador de la mayor parte de los créditos para la adquisición de vivienda en España continúa su descenso en el terreno negativo, situándose ya en media provisional mensual en el -0,175 por ciento. De cerrar así el mes de octubre, por primera vez una entidad -Deutsche Bank- tendrá que hacer devolución del capital principal a los clientes. Es decir, éstos no solo se verán exentos de pagar la cuota, sino que mermarán el importe pendiente del préstamo.
Deutsche Bank lanzó en 2008 una campaña para incrementar su negocio en nuestro país en un momento en que todavía había una guerra en el sector por captar hipotecas a pesar de que la crisis ya se había desatado. Entonces, la banca estuvo reduciendo con intensidad los intereses que pedía a las familias para financiar la adquisición de un piso.
En este contexto, Deutsche Bank fijó el precio de la hipoteca en euribor más un 0,17 por ciento, siguiendo el movimiento que habían realizado otros competidores. Por ejemplo, Bankinter había estado colocando este producto con un diferencial sobre el euribor del 0,18 por ciento.
No se descarta que también Bankinter pueda verse obligado a devolver dinero por sus hipotecas más baratas, ya que el euribor lleva días cotizando por debajo de ese umbral negativo.
Cambio de sesgo para 2018
De mantener esta tendencia negativa la situación podría derivarse en una nueva problemática entre clientes y entidades, si el pago se llegara a generalizar. Los bancos confían en que esto no suceda y que a partir del próximo ejercicio el euribor inicie un cambio de sesgo hasta el punto de que se coloque en terreno positivo. Sin embargo, la política monetaria mantenida por el BCE y los mensajes lanzados por sus responsables complican que pueda darse este giro.
Esta misma semana, el organismo comunitario explicaba que los tipos oficiales del dinero en la zona euro se mantendrían durante un largo tiempo en el 0 por ciento y avanzaba que únicamente se produciría una merma en la política de estímulos a la economía a través de una menor compra de activos. Distintas fuentes sostienen que hay un debate en el seno del BCE para rebajar estas adquisiciones a la mitad el próximo año, a un entorno de 30.000 millones, aunque a cambio alargaría la duración del programa.
La Asociación Española de Banca (AEB) siempre ha considerado que este contexto de tipos ultrabajos está provocando un "contrasentido" o "contradios", ya que las entidades se están viendo obligadas a cobrar dinero por determinados depósitos de las empresas en vez de abonar una remuneración por las imposiciones y tendrán que devolver dinero por las hipotecas con el fin de poder gestionar bien los riesgos y los balances.
Peticiones al BCE
Por ello, el sector financiero lleva tiempo reclamando al BCE un giro en su estrategia, ya que este entorno está reduciendo sus ingresos en un momento en que en España, al menos, el volumen de crédito aún no crece a pesar de que las nuevas contrataciones sí lo están haciendo, a más de doble dígito en todos los segmentos. Desde las entidades se considera que en los años pasados la política de estímulos del organismo monetario ha sido positiva para la recuperación de la economía, pero que en la actualidad tiene efectos limitados.
El euribor comenzó en febrero del año pasado a fijar su valor por debajo de cero, aunque su desplome comenzó en plena crisis, hace ya más de seis años, cuando se situaba por encima del 2 por ciento. En 2008 tocó sus máximos históricos, superiores al 5 por ciento, de ahí que la banca tuviera margen operativo para lanzar campañas agresivas de captación de hipotecas a través de unos diferenciales cada vez menores.
Una subida sustancial del euribor, que no se prevé, sería contraproducente, según diferentes expertos, ya que podría generar bolsas de morosidad al incrementarse el importe de las cuotas de los préstamos, entre ellos, los hipotecarios. El portavoz de la AEB, José Luis Martínez Campuzano, sostiene a este respecto que "puede suponer un deterioro en la cartera de activos de los bancos llevando en algunos casos a la necesidad de buscar más capital".
Sin embargo, un aumento relevante del euribor supondría una fuente importante para que los bancos mejoraran sus ingresos y, por tanto, su cuenta de resultados, una posibilidad que esta primavera manejó el mercado y aupó las cotizaciones, pero que ya se ha disipado.
La mayor parte de las entidades estima que, al menos, hasta 2020 el indicador no alcanzará cotas por encima del 1 por ciento, por lo que la coyuntura será complicada para el sector hasta entonces.
Simulaciones
Pese a ello y a que el BCE no da muestras de un cambio en su estrategia, el supervisor único europeo está llevando a cabo simulaciones sobre cómo afectaría a los resultados de los bancos. En un reciente análisis, el regulador ha concluido que el riesgo de tipos de interés se gestiona de forma adecuada por parte de la mayoría de entidades.
En la evaluación se han tenido en cuenta las distintas perturbaciones que ocasionaría tanto en el activo (créditos y cartera de deuda) como en el pasivo (depósitos) un alza de los tipos de 200 puntos básicos. El análisis también estudia cómo impactaría una caída de las tasas o su mantenimiento.
En el caso de un aumento de tal magnitud, los ingresos netos por intereses de los bancos ascenderían un 10,5 por ciento hasta 2019, mientras que sus recursos propios descenderían un 2,7 por ciento.
En el hipotético caso de que los tipos se mantuvieran en el nivel de cierre de 2016, cuando el euribor estaba más alto que ahora- y no se registrara un crecimiento del crédito -como sucede en España-, el margen de intereses del sistema financiero se mermaría en un 7,5 por ciento en los próximos tres años.