
La caída del euríbor en negativo está teniendo un impacto sustancial en el volumen de depósitos a plazo que administra la banca. Desde principios de 2016, cuando este indicador se situó por debajo de cero, las entidades han visto salidas en las imposiciones de clientes particulares por un importe de casi 100.000 millones. En concreto, los hogares españoles han reducido el dinero que tienen en depósitos en 99.245 millones, es decir, casi, un tercio del que acumulaban en diciembre de 2015.
En la actualidad, el volumen de este tipo de imposiciones se ha limitado a tan solo 219.352 millones y no se prevé una recuperación de este segmento hasta que el entorno de tipos mejore, algo que según los expertos no llegará hasta, al menos, finales de 2018.
En los últimos meses se ha producido un trasvase de recursos a otros productos, fundamentalmente a cuentas a la vista, a pesar de su remuneración algo más baja. Eso sí, los fondos siempre están disponibles para su uso. Así, las libretas corrientes o nómina de las familias ha incrementado su saldo un 27,68%, hasta los 557.659 millones. El aumento, que sobrepasa los 120.000 millones, es mayor que la retirada de los depósitos a plazo.
Fondos y planes, al alza
En este tiempo los fondos de inversión, planes de pensiones y las instituciones de inversión colectiva han sido un refugio de rentabilidad para los españoles que han buscado rendimientos a su dinero. Además, la banca ha fomentado este tipo de productos para poder elevar sus ingresos por comisiones.
Según los datos de la patronal Inverco, en apenas un año y medio el patrimonio de los fondos de inversión ha aumentado en 31.554 millones (un 14%), hasta 251.420 millones; el de los planes de jubilación individual en 3.805 millones (un 5,5%), hasta 71.804 millones; el de las instituciones colectivas, en 25.844 millones (un 24%), hasta 134.024 millones.
El trasvase de depósitos a cuentas a la vista se ha producido también en el colectivo de empresas. Así, las compañías no financieras han disminuido los primeros en un 32% o en 17.756 millones, mientras han aumentado las segundas en un 33% o en 47.107 millones.
El euríbor no ha dejado de descender y ya se encuentra en el -0,56%, hecho que ha obligado a la banca a recortar los intereses que paga por el dinero hasta un simbólico 0,09% en las contrataciones nuevas. A las grandes empresas, en algunos casos, incluso, el sector les cobra dinero por tener depositados fondos.
Las entidades españolas han llevado a cabo las mayores reducciones de los tipos que ofrecen con el objetivo de compensar las caídas en los ingresos que obtiene por los créditos. Asimismo, han impulsado la comercialización de hipotecas a intereses fijos, más elevados que los variables, en los primeros años para mejorar sus márgenes operativos y hacer frente así al complicado entorno monetario.