El presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, estira la fecha para su marcha del organismo, a pesar de anunciar el pasado 14 de abril que dejaría el cargo, empujado por el Ministerio de Economía, que duda de su idoneidad al frente de la misma y por la presión mediática.
La Fundación ha celebrado este jueves un patronato en el que Medel no ha explicado ni cómo ni cuándo dejará el cargo. El presidente de la entidad ha descansado la responsabilidad en el patronato al asegurar que ningún patrono le ha hablado de su salida, según informan fuentes conocedoras del caso.
No obstante, en el encuentro, celebrado para la aprobación de las cuentas de la Fundación y el plan financiero, entre otros asuntos, dos patronos han intervenido para señalar que su permanencia en el cargo ahonda más la crisis de la Fundación, dueña del 30% de Unicaja Banco. Asimismo, han manifestado que cada vez queda menos tiempo para encargar el informe solicitado por el Ministerio de Economía sobre la evaluación de la idoneidad de Medel.
El Protectorado de las Fundaciones Bancarias, dependiente del Ministerio de Economía, pidió el pasado 25 de marzo a la Fundación Unicaja la contratación de una firma independiente para la elaboración de dicho informe en un plazo de dos meses. En reuniones previas del patronato, se eligieron a Deloitte y a Uría Menéndez como candidatos a realizar la evaluación.
La consultora Deloitte declinó el encargo por conflicto de interés ya que trabaja con Unicaja Banco y también ha auditado las cuentas de Liberbank. Ahora, se teme que Uría Menéndez también decline la propuesta por haber trabajado con Liberbank de un lado, y con el propio Medel, de otro, por cuestiones relacionadas con el caso Ausbanc. De hecho, en el seno interno de la Fundación bancaria ya se está hablando de pedir una prórroga al Protectorado para cerrar la contratación del informe.
De momento, poco se sabe de quién será el candidato a suceder a Medel en la presidencia de la Fundación, aunque fuentes de toda solvencia aseguran que será de origen malagueño. Con esto, la organización buscaría saldar las críticas, especialmente políticas, ante el temor de que la Fundación se desarraigue de Málaga y del conjunto de Andalucía.
