
CaixaBank tiene 185 millones de euros con clientes de nacionalidad rusa. La inmensa mayoría (146 millones o el 78,92% del total) corresponde con hipotecas otorgadas a dichos ciudadanos para adquirir viviendas en España aunque mantienen nacionalidad rusa y residencia en el extranjero, según revela el banco en un informe financiero remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Su desglose lo incorpora dentro del capítulo de riesgos por 'eventos estratégicos', donde admite que el impacto en el banco "dependerá del desarrollo de acontecimientos futuros que no se pueden predecir en estos momentos".
Sin embargo matiza que las hipotecas suponen alrededor del 44% del valor del inmueble y cuenta con otros 28 millones en créditos documentarios para la exportación o factoring con empresas españolas que operan en el mercado ruso, "sin que a fecha actual se hayan identificado incidencias en el pago".
Se trata de la mayor exposición revelada hasta fecha de forma individual por la banca nacional. Santander cifró el riesgo en 80 millones y BBVA lo limitó a 58 millones. El sector bancario nacional en su conjunto tenía 672 millones en exposición a contrapartidas rusas a finales de 2021 de los 76.188 millones declarados por la globalidad de entidades europeas conforme a los datos recabados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) para evaluar la vulnerabilidad del sector financiero.
Como en el caso de CaixaBank, el grueso de la exposición de la banca española estaría en financiación con ciudadanos rusos (un 95%).
Los países más expuestos a los impactos de la guerra y la sanciones aprobadas para intentar forzar la declaración de paz son Francia, con 24.234 millones en créditos; Italia (21.800 millones), Austria (16.693 millones), y Alemania, con 4.495 millones. La Autoridad Bancaria considera que son riesgos "gestionables" para el sector.
En relación con Rusia, la mayor preocupación del Banco de España y de las propias entidades es la aplicación de las sanciones aprobadas por las diferentes jurisdicciones, dada su elevada complejidad.
En cuanto al riesgo de deterioros, al supervisor le inquieta más aquellos que puedan producirse en los clientes nacionales por la escalada de precios y energéticas de la guerra. El organismo liderado por Pablo Hernandez de Cos aprovecha, de hecho, cualquier ocasión para pedir a las entidades que no liberen provisiones hasta que se despejen todas las incertidumbres.
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