Empresas y finanzas

Elon Musk lanza una opa hostil a Twitter un 22% por encima de su precio objetivo

  • El magnate ofrece 54,2 dólares por acción para tasar la red en 40.000 millones
  • Los títulos del gigante de Internet se revalorizaron el 2% en la apertura del mercado

Elon Musk, la mayor fortuna del mundo, con un patrimonio que se calcula por encima de los 292.000 millones de dólares (268.000 millones de euros) se ha autoimpuesto pagar un sobreprecio por Twitter. El pasado 4 de abril anunció la adquisición de casi el 10% de las acciones de la red social, cuando cotizaba a 39,31 dólares, lo que disparó los títulos, hasta los casi 50 dólares -con una subida del 27%- en solo una sesión. Y ayer dio un paso más allá.

El fundador de Tesla y Space X anunció una opa hostil por Twitter a un precio de 54,2 dólares por título, lo que supone una prima del 18% sobre el cierre de mercado del miércoles, un 38% sobre su primera compra y, lo que es más importante, plantea una prima del 22% sobre la valoración del consenso de mercado, que se encuentra, actualmente, en los 44,4 dólares. El consejo de administración de Twitter tiene ahora la palabra, sin que se descarten regateos para elevar aún más el precio de la compañía.

Musk se compromete a poner sobre la mesa casi 40.000 millones de euros en efectivo

Musk se compromete a poner sobre la mesa un total de 43.000 millones de dólares (casi 40.000 millones de euros) para hacerse con Twitter y con el objetivo inmediato de deslistar a la compañía de la bolsa estadounidense. En una carta remitida por el magnate a la dirección de la red social, aclara que la compañía "no prosperará ni servirá al imperativo social con su modelo actual [de ser una firma cotizada]. Twitter necesita ser transformada en una compañía privada". En dicha carta, de apenas un párrafo, Musk incluye la palabra "yo" y "mi" hasta en 11 ocasiones, para reconocer que la empresa tiene un potencial extraordinario en los próximos años.

Asimismo, Musk no descarta echarse atrás si su oferta no prospera y asegura que reconsiderará su posición como primer accionista de Twitter teniendo en cuenta que no confía ni en la actual dirección ni en el hecho de que la firma sea una compañía listada en el mercado estadounidense. "No creo en el juego de amagar y volver atrás. He hecho un movimiento y quiero llegar hasta el final", sostiene Elon Musk en su escrito, en el que aclara que "no se trata de una amenaza" y que "no será una buena inversión sin los cambios" que él entiende que se necesitan.

¿En manos de quién está la red social? Actualmente, y sin contar con la posición de Musk, los propietarios de la compañía son, básicamente, fondos de inversión americanos, entre los que destacan Vanguard, Morgan Stanley y BlackRock, que poseen algo más del 25% del capital. Ninguno de ellos se ha pronunciado por el momento. No obstante, Twitter ya ha nombrado a Morgan Stanley como consejero financiero de la operación. El fondo de inversión cuenta con una participación del 8,37%.

Las acciones de Twitter, que en la preapertura llegaron a subir un 11%, a media sesión contuvieron el optimismo. Con el cierre de las bolsas en Europa, los títulos de la red social ascendían un 2,4%, hasta los 46,95 dólares, un 13% por debajo de la oferta de Musk y poniendo en duda el éxito de la operación.

En marzo del año pasado Twitter llegó a tocar una valoración superior a los 77,63 dólares por acción, el equivalente a casi 62.000 millones de dólares, lo que deja la oferta de Elon Musk un 30% por debajo de aquel precio.

Elon Musk tiene todos los visos de lograr, a golpe generoso de talonario, lo que no han podido otros colosos puntocom. Durante lustros, Google, Apple, Amazon y Facebook (ahora Meta) han admirado desde la distancia el poder de atracción mediática de aquella primigenia mensajería de microblogging luego convertida en plataforma social. Muchos colosos empresariales intentaron hincar el diente a Twitter, pero siempre aparecían sombras que echaban por tierra cualquier ambición de conquista, especialmente relacionadas con su capacidad de generar riqueza a golpe de publicidad. Musk no necesita mirar las hojas de cálculo de sus futuras conquistas para conseguir lo que se proponga. Tampoco le urgen más 'máquinas de generar dinero' para consolidarse en lo más alto de los rankings de fortunas. De hecho, en cuanto haga suyo Twitter, el sudafricano agigantará las distancias respecto a sus inmediatos perseguidores, empezando por Jeff Bezos, patriarca de Amazon, segunda mayor fortuna del Planeta, a quien casi duplicará en riqueza si prospera su oferta por Twitter.

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