Abanca se suma a la oleada de ajustes en el sector financiero y plantea un ajuste de plantilla para 350 empleados, el 5,7% de la plantilla del grupo que lidera Juan Carlos Escotet.
El banco ha tomado esta decisión tras terminar de integrar el pasado fin de semana Bankoa, tras cerrar la compra en enero de este año. La absorción le supuso añadir unos 260 empleados al grupo. Asimismo, Abanca también adquirió en el pasado abril el negocio en España de la entidad lusa Novo Banco, con el que sumó otros 150 trabajadores.
Tras estas adquisiciones, ahora el grupo reducirá la plantilla en 350 empleados, casi el mismo número que absorbió con ambas operaciones.
Distintas fuentes sindicales adelantan a Europa Press que la entidad ha alegado causas "organizativas y de producción", con solapamientos en 15 provincias. El proceso afectará también a las cuatro provincias gallegas, según resaltan las organizaciones sindicales.
El representante de la Confederación Intersindical Galega (CIG) en la reunión, Alberto Carballo, rechazó el planteamiento de la empresa ya que, en la práctica, dice, supone deshacerse de un volumen de plantilla equivalente a casi la totalidad de la que aportan los bancos cuyo negocio asume la entidad gallega.
También criticó las condiciones expuestas, ya que, aunque Abanca habla de voluntariedad, eso "es relativo", advirtió, y aseguró que acabará habiendo despidos indemnizados, recolocaciones y desplazamientos. En cuanto a la edad, según indicó, el banco plantea las salidas para mayores de 58 años, pero da por hecho que si no se cubre el cupo tendrá que tomar medidas traumáticas.
La próxima reunión está convocada para el miércoles 24 de noviembre y los sindicatos esperan entonces abordar la afectación de oficinas. Abanca tiene 631 sucursales en todo el país.
