
Un billón de euros en el banco parados. Este es el ahorro de millones de españoles que consideran que su dinero está a salvo en sus cuentas, pero nada más lejos de la realidad. Ese dinero en los últimos 12 meses ha perdido un 3,3% de su valor. En cifras, 10.000 euros inmovilizados en el banco en cinco años con una inflación del 2% (un 1,3% por debajo del valor actual) pasarían a valer 9.057,31 euros en cinco años, es decir sufrirían una pérdida de más de 940 euros. De situarse en el 3%, el valor del dinero sería de 8.626,09 euros, más de 1.370 euros menos que ahora. ¿Para evitarlo? La única solución pasa por invertir y lograr, al menos, igualar a la inflación, pero las dudas suelen paralizar. Bien sea por miedo o por no saber que producto elegir, la mayoría de ahorradores no terminan de dar el paso.
El escaparate de depósitos de Finect permite rastrear los más rentables del mercado y lograr suavizar así la pérdida de valor por la inflación a cambio de mantener el dinero parado un medio o largo plazo. Entre ellos, el depósito de la checa J&T Banca aporta una rentabilidad del 1,17% a cambio de mantener la inversión, 10.000 euros, como mínimo, 60 meses, es decir cinco años. La misma entidad ofrece un 1,08% en un plazo de 48 bajo las mismas condiciones. A menores plazos también es posible acercarse a ese 1%. Por ejemplo, a 24 meses la portuguesa Haitong Bank, S.A aporta un 0,96% también con una inversión mínima de un año, una rentabilidad que desciende a 0,62% si el plazo temporal desciende a un año.
Los depósitos europeos, al igual que lo están los españoles, están asegurados hasta los 100.000 euros. Pero si uno prefiere dejar sus ahorros en España también existen opciones que permiten rascar ese 1%. Es el caso de la cuenta de MyInvestor, aunque lo cierto es que la rentabilidad del 1% solo la respeta durante el primer año, descendiendo al 0,10% los siguientes. Los depósitos, por tanto, son productos fáciles de contratar con los que se sabe de antemano la bonificación que se obtendrá al vencer el plazo pactado. A cambio, la realidad actual del mercado hace que su rentabilidad sea muy escasa y que no logre vencer a la temida inflación. Eso, sin olvidar, que se debe asumir la retención de Hacienda. Las ganancias tributan en la declaración de la renta como rendimientos de capital y se suman al resto de rendimientos para tributar como rentas del ahorro.
Por tanto, si se pretende batir a la inflación, los depósitos actualmente no serían suficiente y el inversor debería optar por invertir bien una parte de sus ahorros en productos de renta variable que compensen la inmovilidad del resto del dinero u optar por productos, que siendo considerados como conservadores, logren sumar la rentabilidad necesaria para superar al IPC, tales como fondos de bajo riesgo o carteras de fondos que combinen varios productos con el fin de diversificar la inversión. En este aspecto hay que tener cuidado con las comisiones ya que juegan como un enemigo más al que batir. Los roboadvisor o gestores automatizados son servicios muy baratos que, tras identificar nuestro perfil de inversor, proponen una cartera diversificada y sencilla.