Desde que en los años 90 Lidl irrumpiese en el mercado español, la cadena alemana ha ido ganando más y más fuerza hasta situarse como una de las compañías de supermercados más importantes en toda la Península Ibérica. Con una política de precios bajos pero gran calidad en sus productos, esta empresa sin embargo tiene una historia que se remonta a 1930 bajo la presencia de una de las familias más poderosas de Alemania... pero con un apellido que nunca pudieron poner a su gran compañía debido a sus connotaciones racistas.
L-I-D-L. Con una sola vocal que dificulta su pronunciación para castellanoparlantes, este nombre tan acogido ya en el vocabulario, debido a la fuerte campaña de publicidad que se llevó a cabo en sus inicios, es hoy una de las palabras más pronunciadas a la hora de hacer la compra.
La cadena alemana por excelencia, con permiso de Aldi, y una de las más fuertes en España, con permiso de Mercadona, Carrefour o Alcampo. Un imperio que factura anualmente alrededor de 5.000 millones de euros en suelo español pese a no llegar aquí a los 30 años de vida, pero que cuenta ya con una larga tradición desde antes de la Alemania nazi.
La II Guerra Mundial obligó a cerrar las tiendas que los Schwarz y los Lidl habían fundado
Fue en 1930 cuando se fundó el Grupo Schwarz, en el que hoy se agrupa Lidl además de los hipermercados Kaufland, bajo la idea de la familia del mismo apellido y la asociación con la familia Lidl, propietaria de un grupo mayorista de frutas. Poco a poco abriéndose hueco en el mercado germano, la II Guerra Mundial obligó a estas familias a cerrar su negocio hasta que el heredero de los Schwarz, Josef, reabrió la venta mayorista a través de Handelshof en 1968.
Pero con muy poco éxito esta empresa, debido a la difícil venta de sus productos, Josef se lanzó a abrir un nuevo supermercado aunque esta vez con precios de descuento. Sin embargo, sería su hijo, Dieter, el gran impulsor de lo que hoy es en día la cadena de distribución más importante de Alemania.
Dieter Schwarz es actualmente la 38 persona más rica del mundo con un patrimonio cercano a los 30.000 millones de euros
Con el objetivo de expandir internacionalmente el negocio, y puesto que su apellido significa negro en alemán (Schwarz Market sería Mercado Negro, lo que daría lugar a connotaciones racistas y a una mala opinión pública), Dieter se puso en contacto con el heredero de los Lidl, Ludwig. A él le compró los derechos del nombre de Lidl por 1.000 marcos (poco más de 500 euros en la actualidad) y dejó Kaufland para los hipermercados tradicionales de su familia, mientras que Lidl pasaron a llamarse los de descuento.
Ambos bajo la marca de Grupo Schwarz, en la actualidad Dieter tiene 81 años, es el dueño del conglomerado, el CEO y presidente de Lidl y tiene un patrimonio de alrededor de 30.000 millones de euros (la 38 persona más rica del mundo). Todo un negocio redondo que llegó por la herencia familiar, pero el visto bueno de omitir lo que con su apellido hubiese sido un Mercado Negro donde difícilmente se venderían todo tipo de alimentos y productos innovadores.