La pandemia ha acelerado la transformación digital de todos los sectores y, con ella, la necesidad de contar con profesionales capaces de liderar este cambio. En este proceso, las empresas demandan cada vez más perfiles técnicos, como ingenieros, analistas de datos o especialistas en robótica.
Sin embargo, la propia velocidad del cambio hace que el conocimiento se desactualice rápidamente. Por ello, muchas compañías consideran que la resiliencia, la capacidad de adaptación y de aprender nuevas destrezas es un valor tanto o más importante que la formación de partida.
Al mismo tiempo, la brecha digital presente en el interior de muchas compañías ha hecho que muchas busquen trabajadores que combinen la capacitación tecnológica con "competencias humanas" que les permitan impulsar la transformación digital dentro de la organización.
Estas son algunas de las conclusiones de la Jornada Empresarial Profesiones del futuro: sectores y perfiles claves, organizada por elEconomista en colaboración con Michelin, Vithas, Les Roches y Fundación Telefónica.
"La aceleración de la digitalización nos ha pillado muy bien, como país, a nivel de infraestructura de telecomunicaciones: España tiene más fibra óptica que Alemania, Reino Unido, Italia y Francia juntas", señala Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica. "Por supuesto, hay una demanda enorme en el sector de las telecomunicaciones y de la tecnología, pero, mucho más allá de las conocimientos digitales, necesitamos profesionales que tengan la capacidad de buscarse la vida, de reinventarse, de adaptarse a estos nuevos entornos".
En España se crearán entre 2021 y 2025 dos millones de puestos de trabajo asociado a competencias digitales
Nuria Herrera, directora de Selección de titulados universitarios de Michelin, destacó que el conocimiento técnico, por sí solo, no es suficiente: "Nosotros también buscamos perfiles que tengan competencias personales, como la adaptabilidad, iniciativa, comunicación, capacidad de trabajo en equipo. De poco sirve ser el mayor experto si luego no eres capaz de trabajar con otros personas. A veces, no es tan importante lo que sabes como tu capacidad de aprender".
Pablo Rivas, CEO y fundador de Global Alumni, señaló que el cambio de la "tercera revolución industrial", representada por el mundo analógico, a la cuarta -la digitalización- exige "un proceso de upskilling en el que la tecnología y la infraestructura" ya no solo está en manos de "unas pocas empresas tecnológicas", sino que se ha extendido a todos los perfiles profesionales.
Esta transformación exige "re-capacitar a millones de personas". Por fortuna, "por primera vez en una revolución industrial, España cuenta con la infraestructura y la tecnología necesarias. "El tercer elemento, y yo creo que el más importante, es la mentalidad: cambiar el siempre lo he hecho así por nuevas capacidades y competencias para resolver las cosas de forma distinta. Ese es el quid".
Luisa Martínez, directora corporativa de Personas, Organización y RSC de Grupo Vithas, se refirió en primer lugar al Día Internacional de la Enfermera -celebrado ayer-, subrayando la escasez de profesionales de la que adolece España, lo que también ocurre en algunas especialidades de medicina, como pediatría. Martínez mencionó la brecha digital en el interior de las empresas, cuya solución requiere de líderes "con capacidad de mentorización, resilientes, pero que tienen que adaptarse a la incertidumbre". De igual forma, resaltó el valor de los senior, señalando que en Vithas "tenemos personas en nómina desde los 18 a los 70 años".
A este liderazgo hizo alusión también Carlos Díez de la Lastra, director general de Les Roches Marbella, para subrayar la importancia del aspecto humano: "Es verdad que hace mucha falta gente con competencias digitales, pero si no tienen competencias humanas van a fallar, y es verdad que hacen falta muchos servicios de ocio y de valor añadido de customer service, pero si no tienen un conocimiento básico de tecnología van a fallar".
Díez de la Lastra se refirió más en concreto al sector de hospitality, turismo y servicio el cliente. "Las dos áreas de mayor demanda de profesionales son la de técnicos de tecnología -matemáticas, ingeniería industrial, etc.- y el customer service". Para el director general de Les Roches Marbella, la generalización de la tecnología obliga a dar un valor diferencial en el trato al cliente.
España tiene más fibra óptica que Alemania, Reino Unido, Italia y Francia juntas
En esta línea, Luisa Izquierdo, directora de RRHH de Microsoft para España y Portugal, apuntó que todavía persiste la visión de que la tecnología "viene a destruir empleo. Nosotros vemos la tecnología como un habilitador, una herramienta que ayuda a los trabajadores a ser más eficaces y tener más tiempo de calidad para hacer lo que las máquinas no pueden".
En todo caso, según Izquierdo, sí hay una brecha digital pendiente de cerrar en nuestro país. "Todavía no estamos donde deberíamos estar. En Microsoft, utilizando datos de LinkedIn, estimamos que en España se crearán entre 2021 y 2025 dos millones de puestos de trabajo asociado a competencias digitales".
Competencias, no títulos
El mayor acceso al conocimiento en la era digital y la rapidez con la que este caduca ha trasladado el foco de los títulos a las capacidades digitales y personales. En este contexto, la formación continua es un requisito indispensable. Como apuntó Pablo Rivas, "la actitud debe transformarse en aptitud, en competencias. Hay que entender por qué el cloud, por qué la inteligencia artificial, por qué el big data, por qué el blockchain y la tecnología de containers es relevante para la fe de las transacciones comerciales... Hay que entender todo eso, porque no nos lo han explicado. Si la tecnología y la infraestructura ya están disponibles, no usarlas es negligencia personal".
Nuria Herrera, directora de Selección de titulados universitarios de Michelin, explicó que "más del 90% de los titulados que contratamos son perfiles de ingeniería. Si bien de un tiempo a esta parte hay una demanda exponencial en todos nuestros centros de perfiles digitales, en nuestra industria sí son necesarios ingenieros. Los necesitamos para formar y hacer crecer a las personas que ya están trabajando con nosotros".
Para Luis Miguel Olivas, "antes el docente era el que tenía el conocimiento. Ahora, en el mundo híbrido, algunos están en internet, tienen acceso a la fuente de conocimiento. Esto ha hecho que ya no contratemos solo títulos: necesitamos gente que aporte valor diferencial a las empresas, capaces de enfrentarse a la frustración, con actitud emprendedora, que diga 'confía en mí como persona, mas allá del conocimiento que tengo en mi mochila'".
En esta línea, Olivas se refirió a la experiencia de 42, el campus de programación gratuito y sin clases que llegó a Madrid en junio de 2020 de la mano de Fundación Telefónica. "El alumno es el centro, decide sus horas, su itinerario... Claro que se forman en apps, big data, lenguajes de programación, pero siguiendo su propia planificación. Aquí ya no buscamos tanto un título como competencias concretas. De hecho, de 42 el alumno no sale con un título, sino con un diagrama competencial con todo lo que sabe hacer".
Por su parte, Luisa Martínez mencionó del proyecto Vithas One, que aspira a dotar al Grupo Vithas de una solución tecnológica pionera, integrada, flexible y escalable centrada en la calidad de servicio al paciente. Martínez señaló que, para Vithas, el desafío es "encontrar ese trabajador con vocación asistencial y que a la vez esté motivado por la parte digital".
Asignatura pendiente
A modo de conclusión, Nuria Herrera señaló que la revisión de las estrategias digitales que ha significado el último año y medio brinda la oportunidad de "reimaginar España en temas fundamentales y desarrollar una cultura digital fuerte" centrada en poner la tecnología al servicio del cliente.
"Desafortunadamente, la gran mayoría de las compañías no tienen planes de capacitación digital ni planes de reciclaje para sus empleados". Un esfuerzo conjunto de empresas e instituciones públicas y privadas "podría posicionarnos, con esa infraestructura tan potente y con unas competencias fuertes, como un país de innovación y muchísimo más competitivo".
"Ambicionamos grados abiertos y flexibles"
El presidente de Crue Universidades Españolas, Juan Carlos Gómez, señaló que las nuevas profesiones y la formación que precisan son un asunto "que ocupa pero no preocupa" a las universidades españolas, que en todo caso "ya están haciendo los cambios" requeridos por las nuevas circunstancias.
Gómez aludió a la sólida demanda de las profesiones "del ámbito de la ingeniería, tecnología, administración de empresas y ciencias de la salud", carreras en las que el desempeño de las universidades españolas es bueno, a juzgar por la buena acogida de nuestros egresados en otros países de la Unión Europea donde les ofrecen condiciones que en España "todavía no se pueden dar por un mercado laboral y una estructura económica bastante complicada y no adaptada a la Europa del siglo XXI".
El presidente de Crue hizo alusión también al auge de dos "profesiones reemergentes o emergentes", las Matemáticas y la Filosofía, que hoy gozan de una "altísima empleabilidad" y una nota de acceso que rivaliza con Medicina. Según Gómez, estas carreras se han "revelado como profesiones de futuro muy cotizadas en el mercado laboral".
Gómez recalcó que la función de la universidad no es solo formar para el empleo, sino "dar conocimientos actualizados y sólidos". En este sentido, señaló que las universidades están adaptando sus currículos "con bastante rapidez", incorporando elementos como big data, machine learning o industria 4.0... "Nos gustaría, aunque es muy difícil con la normativa actual, tener grados abiertos y flexibles, donde el alumno pudiera diseñar su currículum dependiendo de las circunstancias", salvo en profesiones reguladas.