Empresas y finanzas

Repsol arranca una de sus mayores ventas de yacimientos en Malasia

  • Imaz reduce la presencia exterior para centrarse en los países más rentables
Un yacimiento de Repsol

Repsol acaba de iniciar el proceso de venta de uno de los principales activos de exploración de los que planea desprenderse en los próximos meses: sus pozos en Malasia.

La petrolera que dirige Josu Jon Imaz arranca así esta desinversión, que se unirá a la búsqueda de un socio para el gran yacimiento de Alaska, Pikka, que está llevando a cabo con su socio Oil Search, tal y como ya indicó este diario.

Repsol cuenta en Malasia con los yacimientos de Kinabalu y PM3 así como con otros pozos en desarrollo que cuentan con 4 millones de barriles de petróleo y 3 millones de barriles equivalentes de petróleo de producción de gas.

En Kinabalu, la española es la operadora del campo desde mayo de 2015 con una participación del 60% y asociada con Petronas, que cuenta con el 40% restante. La producción media anual total del bloque durante el ejercicio 2018 fue de 17.050 Bep/d.

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol

En el pozo PM3, situado entre Malasia y Vietnam, la española posee un 41,44% de participación. El yacimiento es un activo productor de gas y de petróleo que se exporta a los mercados malayo y vietnamita. Desde mayo de 2019, la petrolera cuenta también con resultados positivos en los pozos Bunga Saffron-1 y Bunga Saffron-1 ST1, situados en el bloque.

La petrolera avanza así en sus planes de reducir de 25 a 12 o 14 países su presencia en exploración petrolífera para centrarse en desarrollar proyectos de ciclo corto, que puedan ser gestionados con flexibilidad y con una intensidad de capital limitada. Este cambio estratégico ha supuesto ya la salida de la petrolera española de países como Marruecos, Irak, Australia, Vietnam e Irlanda. La compañía tiene pendiente todavía la previsible salida de Rusia y resolver el intento de venta de Ecuador, que ha sido paralizado por el Gobierno.

Repsol quiere mantenerse únicamente en las zonas que considera estratégicas y abandonará lentamente el resto durante la ejecución de su plan de inversión hasta el año 2025. La producción se situará en una media aproximada de 650.000 barriles equivalentes de petróleo diarios, pero se centrará en lograr un mayor valor en una estrategia que se viene llevando a cabo desde hace varios años. De hecho, la compañía ya salió de Namibia, Angola, Liberia, Bulgaria, Papúa Nueva Guinea o Sierra Leona.

A su vez, la petrolera sigue inmersa en el proceso de venta de una participación en su negocio de estaciones de servicio , valorada en 2.500 millones, y se prepara para colocar una parte o incorporar un socio a su área de renovables en una venta por la que espera ingresar 1.400 millones, según cifró la empresa en su estrategia.

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