La gran banca española tiene una exposición crediticia de en torno al 10% de su cartera a los sectores más afectados por el Covid. Según los datos facilitados por las distintas entidades en sus informes anuales, los grandes bancos (a excepción de Bankia que no da las cifras) suman más de 190.000 millones de euros en préstamos a los sectores más vulnerables a la pandemia como son el turismo, el ocio, la restauración, el transporte -donde se incluyen aerolíneas-, el petróleo y el gas y el comercio minorista.
El Banco Santander es el grupo que tiene una mayor exposición debido también a su mayor tamaño y diversificación geográfica. La entidad cántabra señala en su informe anual de 2020 que suma una exposición total de 125.500 millones de euros a los sectores más afectados por el coronavirus, sin embargo, el grupo reduce a 66.200 millones de euros su posición a los gremios más vulnerables a corto plazo, como son los hoteles, el ocio, los cruceros, el petróleo, el gas, la alimentación y el transporte de viajeros.
Por su parte, BBVA destaca una exposición de unos 30.400 millones de euros, de los que 9.200 millones corresponden a hoteles, restaurantes, agencias de viaje y juego. Le sigue CaixaBank, con casi el 10% de su cartera crediticia, unos 22.700 millones, más vulnerable a la crisis sanitaria. Finalmente, el Banco Sabadell reconoce que el 8% de sus préstamos los aúnan el gremio del turismo, la hostelería, el ocio, el transporte, la automoción, el comercio minorista y el petróleo, sumando una exposición de casi 12.000 millones de euros.
El sector señala, no obstante, que dentro de esta exposición crediticia está una parte relevante de los préstamos avalados por el ICO. Cabe recordar que el Gobierno abrió la pasada primavera una línea de 100.000 millones de euros para dar liquidez a empresas, pymes y autónomos más afectados por la crisis. Banca e ICO ya han dado financiación a través de esta partida por 117.397 millones de euros, de los que 89.150 millones (el 76%) están garantizados por el instituto de crédito, según los últimos datos actualizados al 28 de febrero.

Ante el temor de la escalada de la morosidad si las compañías endeudadas no consiguen remontar el vuelo para hacer frente a sus deudas, el sector financiero reclama ayudas directas por parte del Ejecutivo para conseguir salvar a empresas fiables pero con problemas de solvencia ante las actuales circunstancias de bajada de la facturación por los cierres y las restricciones a la movilidad.
De momento, las medidas de alivio a empresas y familias puestas en marcha por bancos y Administración han conseguido contener el nivel de morosidad, que incluso ha seguido con una tendencia a la baja en el último año. El sector cerró 2020 con un ratio de mora del 4,51%, uno de los niveles más bajos desde 2009. La banca se mantiene optimista, aunque pone sus esperanzas para ello en los ansiados fondos europeos, y no espera que la escalada de la mora supere el doble dígito, como ocurrió en la crisis financiera, cuando la morosidad alcanzó el 13% en sus peores momentos. Sin embargo, los analistas son algo más pesimistas. Entre los pocos que se han atrevido a poner cifra a la previsión de estos impagos que pueden llegar está Standard & Poor's que estima que la mora escale al 10% entre finales de este año e inicios del que viene. Por su parte, desde la casa de analistas de Barclays apuntan a que las entidades financieras pueden soportar una morosidad de hasta el 30% en los créditos concedidos a los sectores empresariales que se han visto más afectados por la crisis del coronavirus. Este porcentaje supondría una entrada de impagos superior a los 60.000 millones de euros entre la gran banca española.
Según el informe, una mora del 30% sería "realista" en comparación con el 38% que registró en su peor momento el sector de la promoción inmobiliaria, el que más sufrió en la anterior crisis económica y financiera, que se extendió entre 2008 y 2013. La entidad considera que si la mora del resto de los sectores que componen el stock crediticio se mantiene estable, las provisiones dotadas deberían ser suficientes para contener el impacto de la crisis en las cuentas.
Plan del Gobierno
La escalada de los impagos va a estar totalmente condiciona al plan que prepara el Gobierno de ayudas directas a las empresas. Esta estrategia contempla quitas de la deuda en los préstamos avalados por el ICO que tendrán que compartir de manera conjunta el Estado y las entidades. De momento, el Ejecutivo ya ha anunciado que pondrá en marcha tres vehículos dotados de forma conjunta con 11.000 millones de euros para aliviar la situación de las compañías. Uno de estos vehículos contempla un fondo para llevar a cabo la reestructuración de estos créditos avalados, aunque aún se desconoce si estos recursos se utilizarán o no para compensar a la banca las pérdidas en las que concurriría por condonar parte de la deuda a compañías y autónomos.