
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha descartado que haya urgencia a la hora de realizar quitas en los préstamos avalados por el ICO, medida que el Gobierno debate dentro de la estrategia de dar ayudas directas a las compañías más afectadas por al crisis. Roldán, que ha participado este jueves en la presentación del estudio de la Fundación de Estudios Financieros 'La gestión de la morosidad bancaria en la crisis del coronavirus' destacó que en estos momentos, con la ampliación de las carencias de pago y la extensión de los plazos de devolución de estos préstamos, "no estamos en una situación de extrema urgencia (respecto a las quitas) porque tenemos todo el ejercicio para evaluar la situación".
Cabe recordar que el Gobierno aprobó el pasado mes de diciembre ampliar de uno a dos años el periodo máximo de carencia de pago (es decir, fecha en la que los deudores no comienzan a afrontar el préstamos) y amplió de cinco hasta ocho años el plazo de devolución de la deuda. "Sabemos que la incertidumbre se está reduciendo y cuanto más tiempo pase en este año, más claridad tendremos. Con la ampliación de plazos y carencias estamos en una situación donde no hay urgencia absoluta y tremenda", aseveró el presidente de la patronal.
El Ejecutivo, dentro de las negociaciones que mantiene para cerrar un plan de ayudas directas, evalúa la opción de compensar a la banca el adelanto de estas ayudas o las posibles quitas a los ICO a través de activos fiscales, según informan fuentes políticas a este diario. Roldán, preguntado sobre esta cuestión, recordó que los activos fiscales diferidos se deducen del capital regulatorio y por tanto no sería la opción más adecuada, teniendo en cuenta las exigencias en materia de capital de los supervisores europeos al sector.
Por su parte, el exdirector general del Frob y autor del informe presentado este jueves, Antonio Carrascosa, incidió en la importancia de no hacer una discriminación entre las compañías que solicitaron estos avales y las que no. Carrascosa apuntó que si se dan las quitas en estos préstamos se podría "penalizar" a aquellas empresas menos endeudadas que han hecho un esfuerzo de incremento de recursos propios. "Ahora, existe la posibilidad de que los clientes extiendan la carencia de pago para los ICO en un año, pero quién lo va a pedir cuando se habla de condonaciones", cuestionó.
Al respecto, el exdirector general del Frob recordó que el principio básico de las deudas es que hay que pagarlas, no obstante señaló que "si hay que hacer una condonación, pues se hará". No obstante, indicó que el sector financiero está acostumbrado a la gestión de dificultades y, por tanto, hay que dejarlo evaluar esas necesidades e identificar en qué situaciones hay que hacer una quita y cuáles no, "pero beneficiar al que se ha endeudado, no acabo de entender esa línea de trabajo".
Evitar penalización entre firmas
Sobre los modelos para diferenciar entre qué compañías son viables, aunque tengan problemas de liquidez y solvencia, para otorgar las ayudas directas de las que no, Roldán aseveró que en la actual crisis inusitada y con aún una importante incertidumbre, los modelos del pasado pueden servir como guión pero no lo son todo. Ahora, el conocimiento del cliente tiene "un valor añadido mucho mayor" que en las crisis pasadas.
El vicepresidente de la CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, señaló que hay muchos indicadores que utilizan los bancos para ver la situación de una compañía como la deuda que tiene respecto a ebitda, las ganancias, las recuperación actividad o la volatilidad de los ingresos. "El problema es que esta situación de insolvencia a afectado a empresas pequeñas, lo que significa que hay que hacer una actuación distinta y también hay un problema de equidad", dijo.
Fernández de Mesa, además, recordó que los préstamos del ICO son el 20% de los préstamos de la banca. Por tanto si se hace una reducción de deuda a una empresa que ha solicitado un crédito ICO se pone "en una situación injusta" a la que tiene un préstamo normal. "Puede ser una llamada al no cumplimiento de los compromisos de deuda, por eso creemos que es mejor que haya ayudas directas", dijo.
Recuperación ligada al turismo
El vicepresidente de la CEOE ligó la recuperación de la economía española a la del turismo. Desde la confederación contemplan un crecimiento del PIB del 5% para este año, frente a la caída del 12% de 2020, pero creen que el crecimiento puede ser mayor. "Si el turismo se sitúa este verano en niveles del 50% o el 70% previos al Covid, posiblemente la economía española crezca en torno al 7% o 7,5%, que si el turismo en verano simplemente mejora algo, nos encontraremos básicamente en el 5%", apuntó.