
El coronavirus ha vaciado el cielo de aviones poniendo al sector aéreo contra las cuerdas. Y Enaire, el celoso velador de nuestro espacio aéreo y principal accionista de Aena, no ha sido una excepción. La compañía ha registrado un descenso del 60,4% del tráfico, lo que nos retrotrae al año 1993, y ha cerrado con unos números rojos de 282 millones de euros, que espera reducir en 2021 si la tercera ola y las nuevas cepas lo permiten.
Aunque abultadas, las pérdidas de 2020 son la mitad de lo previsto gracias al plan de ahorro impulsado para contener la sangría de caja ante el desplome de los ingresos y hacer frente a la crisis económica y sanitaria sin pedir dinero a los bancos ni cortar las inversiones. "Todos nos hemos apretado el cinturón. Ha habido reducción de todos los gastos y los controladores han aceptado rebajarse un 30% la parte variable del salario, que es mucho. Entendieron la situación dramática que vive Enaire y hemos conseguido extender el acuerdo a 2021", explica Ángel-Luis Arias, director general de Enaire, en una entrevista con este diario en la que, pese a la adversidad, se muestra optimista con el futuro mientras apuesta por la diversificación, la internacionalización y la tecnología para reforzar el grupo.
"Tenemos una buena caja que nos permite mantener la empresa en funcionamiento y superar 2021 sin buscar financiación adicional"
P. Enaire cerró 2020 con una caída del tráfico aéreo del 60%, ¿qué expectativas tiene para 2021?
R. Se manejan tres escenarios: que la vacuna esté disponible en 2021, es decir, que prácticamente la mayoría de los pasajeros estén vacunados; que esté en 2022 y, por último, que no tengamos una vacuna efectiva. Hoy estamos entre el escenario uno y dos ya que no parece probable que las vacunas lleguen a todos los pasajeros este verano, lo que implica que podemos acabar con un 33% de caída respecto a 2019, que sería optimista, y un 55%, que no sería tan pesimista. La clave para la recuperación del transporte aéreo es que la vacuna esté disponible para todo el mundo que viaja. Hasta fin de año hay que ver cómo evoluciona todo pero en España puede que estemos más cerca de caídas del 55%. Todo es muy volátil, muy incierto y la clave está en las vacunas puesto que los países no se han puesto de acuerdo para hacer medidas coordinadas que permitan reactivar el tráfico.
P. ¿Podría haber mejoras en verano?
R. Puede que el tráfico se pueda reactivar antes si se ponen de acuerdo los Estados para crear pasillos limpios. Para nosotros los tráficos fundamentales son Reino Unido, Alemania, Francia y países nórdicos. Si conseguimos un acuerdo con ellos para crear pasillos aéreos limpios se puede también mejorar. Pero lo cierto es que ahora todos los esfuerzos están puestos en la vacuna.
"Todos nos hemos apretado el cinturón. Ha habido reducción de todos los gastos y los controlares han aceptado rebajarse un 30% el salario variable"
P. ¿Espera una mejora de los resultados en 2021?
R. Para 2021 esperamos mejorar los resultados a pesar de donde estamos. Contemplamos una mejora de ingresos y no pensamos acabar con otra caída del 60%, se tiene que dar mal todo. Con la caída del 50% que prevemos vamos a superar los ingresos de 2020 y vamos a seguir recortando los gastos. El plan de vuelo 2020 fue un plan de transformación y mejora de Enaire que nos permitió llegar a 2020 habiendo reducido toda la deuda y con una buena caja, que nos ha permitido mantener la empresa en funcionamiento sin tener que acudir a financiación externa ni realizar ERTES. Tenemos unos 300 millones de caja y, según los test que hemos realizado, nos soportan las cuentas en el 2021 sin endeudarnos y realizando las inversiones previstas.
P. ¿Van a seguir invirtiendo?
R. Sí. No vamos a reducir en inversiones. A mi me gustaría recoger las palabras del Secretario de Estado y presidente de Enaire, Pedro Saura, con las que estoy totalmente de acuerdo: en momentos de crisis hay que realizar inversiones contracíclicas y transformadoras que nos permitan salir más fuertes. Cuando hay que hacer la inversión es ahora, no cuando en 2024, tras recuperarse la actividad, tengamos los mismo problemas de saturación del espacio aéreo que en 2019. En 2018 y 2019 había demoras y congestión y parece que con la pandemia nos estamos olvidando, pero si no hacemos inversiones ahora podemos volver a tener los mismos problemas. Vamos a invertir 127 millones y 47 millones vendrán de subvenciones europeas.
P. ¿Han presentado proyectos para acceder a los fondos de recuperación Next Generation?
P. Si, hemos presentado varios. Sobre todo para invertir en sistemas de tráfico aéreo, digitalización, redes de datos, navegación, vigilancia y sostenibilidad. Hemos pedido unos 106 millones para proyectos hasta 2023 pero aspiramos a más. También optamos a fondos CEF y Orizon. Queremos conseguir todas las subvenciones que podamos.
"Necesitamos internacionalizarnos y diversificar nuestras fuentes de ingresos para crear negocio y puestos de trabajo"
P. Enaire está elaborando el Plan de Vuelo 2025, ¿qué líneas tiene?
Hay tres fuerzas: liberalización, sobre todo de torres; globalización, con las nuevas tecnologías y la formación de consorcios internacionales para proveer datos, y la deslocalización. Ante estas tres grandes fuerzas Enaire necesita movilizarse porque si no otros nos darán los servicios en España. El plan de vuelo 2020-2025 refleja una internacionalización para proteger unos servicios que son estratégicos en España y para crecer fuera y crear puestos de trabajo. Así, queremos quedarnos con el contrato que va a lanzar la Comisión Europea del ECNOS (Sistema de aumentación del galileo y del GPS para usarlo para aviación). Hemos formado un consorcio internacional con franceses, británicos e italianos y alemanes para llevárnoslo. Necesitamos internacionalizarnos en el sentido de formar consorcios globales e ir a concursos de torres de control que existan en Europa.
P. ¿Dónde va a haber concursos?
Va a haber concursos para la gestión de torres en países nórdicos, Reino Unido, Alemania, Oriente Medio y Emiratos. Tenemos ya toda una programación para poder ir a los concursos de torres de control en Europa, en un primer momento, especialmente en Reino Unido y países nórdicos, que es donde están más avanzados. Tenemos que lanzarnos ya para aumentar nuestro negocio, nuestra actividad. Los concursos van a empezar el año que viene y tenemos oportunidades identificadas hasta 2025. Luego surgirán muchos más porque de alguna manera el nuevo reglamento europeo del cielo único promociona que se continúe con la liberalización.
P. Teniendo en cuenta los costes de los controladores aéreos en Enaire, ¿somos competitivo para ganar las torres de otros países?
Buena pregunta. Por un lado, nosotros estamos haciendo esfuerzos para reducir nuestros costes de control y van disminuyendo desde hace años. Por otro lado, los procesos de liberalización normalmente incluyen una subrogación de los controladores, salvo que sea una torre nueva. Y ahí la competitividad salarial de los controladores no tiene tanta importancia y hay que ser competitivo en cómo organizar el trabajo, en necesitar menos controladores para dar los servicios y en los equipos de gestión.
De todas formas nuestra idea y esto lo tendrá que aprobar el Ministerio, es crear una filial que nos permita ser más competitivos en todos los aspectos que ahora Enaire no puede. Además lo haremos con una filial que nos permita movernos como un tiburón en el agua, más que como una ballena. La filial será nuestro instrumento de internacionalización para todo. Para consorcios globales, para torres y además para realizar trabajos consultoría en América Latina, donde tenemos mucha demanda. Para ello contaríamos, además, con Ineco.
"La pandemia ha demostrado que el espacio aéreo es más necesario que nuca, pero mientras políticamente no se apoye no se va a llegar a construir"
P. ¿Seguirá España con la liberalización?
R. No lo sé. Esta decisión depende del Ministerio.
P. Se lleva muchos años hablando del Cielo Único Europeo, ¿cuándo será una realidad?
R. Llevamos 21 años y el avance ha sido mínimo. La fragmentación que se ve en el mapa es de espacios aéreos, de sistemas y de procedimientos que sólo suponen ineficacias. Aunque ha habido muchos reglamentos, hay unas resistencias políticas nacionales muy fuertes, sobre todo desde Francia y Alemania, que lo frenan. La pandemia está demostrando que es necesario ir de una vez al cielo único porque las compañías necesitan menos costes en sus sistemas, volar en línea recta y que las tarifas sean menores, más baratas. Ahora hay un nuevo reglamento que está en el Parlamento Europeo y que trata de impulsar su construcción, pero mientras políticamente no se apoye no se va a llegar a construir. Poco a poco se va avanzando pero necesita un impulso. Nosotros somos de los que más estamos impulsando el Cielo Único Europeo porque somos de los más beneficiarios y también somos los que más hemos bajado las tarifas para ayudar al sector.