Empresas y finanzas

Las 'telecos' sufren una morosidad récord por los clientes vulnerables

  • La menor venta coincide con alza de costes, caída del 'roaming' y cierre de empresas
  • Un estudio de Everis señala que la morosidad del sector incide en las facturas más bajas
  • El sector asume la destrucción de valor al ofrecer rebajas de tarifas del 50%
Foto: Archivo.

Los principales operadores españoles de telecomunicaciones tienen motivos para maldecir este 2020 de forma unánime y contundente. Todos son problemas, ya que la debilidad propia de la actual crisis económica se agrava con una morosidad récord en el sector, situada entre el 7 y el 11% de los clientes acogidos al pago fraccionado por la crisis del Covid, según estimaciones de la consultora Everis. De esta forma, al perro flaco de los operadores de telefonía se añaden unas pulgas insólitas en el negocio, con decenas de miles de clientes que han optado por fragmentar, aplazar o suspender el pago de sus facturas pendientes ante las dificultades económicas del momento.

Las causas del incremento de impagos tienen su origen en la crisis del Covid-19 y la decisión del Gobierno de permitir a las telecos el fragmento de los pagos aplazados de sus clientes que se encuentren en estado de vulnerabilidad o acogidos a Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). En concreto, tras el fin del estado de alarma de la pasada primavera, el Ejecutivo permitió la fragmentación de los pagos de los usuarios a sus proveedores de telecomunicaciones por un periodo mínimo de seis meses, sin recargos ni cobros de intereses, y limitado a los clientes más severamente afectados por los efectos económicos y laborales de la pandemia. Ese plazo llega estos días a su término, sin que se prevea una prórroga en idéntica dirección por parte del Ejecutivo. No obstante, "el coste de la morosidad en el sector resulta reducido ya que la mayoría de estos clientes tienen un ingreso medio inferior a la media", según advierte Everis a través de un estudio al que ha tenido acceso elEconomista. En este sentido, Rubén Blanco, responsable de Telecom y Media de Everis, considera que la actual morosidad "se ha situado por encima de lo habitual, durante el escenario del Covid". Ahora bien, el impacto se localiza "específicamente en los clientes con las tarifas más bajas".

Destrucción de valor

Al igual que otras industrias como el turismo, la restauración, la automoción o el transporte aéreo, los operadores de telefonía apenas encuentran resquicios para salvar un curso especialmente severo en la destrucción de valor. A los mayores costes operativos y la presión de inversiones inaplazables se une el frenazo de los ingresos, por los problemas propios de la caída de la actividad económica, como la paralización de miles de negocios, el freno del consumo familiar por el mayor desempleo y los Ertes, el aumento récord de la morosidad y el hundimiento del roaming (llamadas en itinerancia internacional). Pero a todo lo anterior se añade otro factor interno, promovido por las propias empresas en su afán por captar y retener clientes: la agresividad comercial de las ofertas de bajo precio.

Según apunta Everis en un estudio titulado Los rinocerontes grises que amenazan a las telecos tras la Covid-19, "los principales operadores han acometido históricas reducciones en promedio de hasta un 30% en tarifas que combinan fibra, fijo, móvil y TV de pago para copar un mercado hipercompetitivo en los último años". Esta situación se ha magnificado desde el confinamiento del pasado marzo y, en opinión de la consultora, "la reducción de estas tarifas tiene una componente estructural que no va a variar significativamente en el futuro y otra parte temporal con carácter provisional".

No obstante, el responsable del área de Telecom y Media de Everis explica que la reducción de las tarifas de los operadores no se refleja en la misma proporción en los arpus, ingresos medios mensuales por usuario.

Pérdida de rentabilidad

En el estudio realizado por Everis el pasado noviembre, con información proporcionada por los propios operadores, se constata la reacción de las telecos, "con prácticas de mercado más agresivas en cuanto a la captación y fidelización de los clientes, que redunda en una menor rentabilidad". Para mayores males, "las compañías tienen que asumir unos mayores costes operativos derivados de la necesidad de establecer protocolos que garanticen la seguridad en las oficinas y en las actuaciones en casa de los clientes". Las mismas fuentes señalan que, desde mediados de marzo, se han destruido más de 100.000 clientes correspondientes a pequeñas y medianas empresas. A pesar de esta situación, el sector de las telecomunicaciones conserva numerosas opciones para desarrollar su negocio en el segmento empresarial "aprovechando la demanda directamente relacionada con la transformación y digitalización que permitirá sobrevivir a estos sectores; junto con la demanda inducida por los usuarios de los servicios actuales y futuros".

Pese a la delicada situación del sector, la consultora apunta el camino de salida de la crisis a través de oportunidades: "Hacer propias las nuevas tendencias del mercado, facilitando el crecimiento de negocio mediante la digitalización del resto de los sectores productivos y atendiendo a las nuevas demandas que ha generado la nueva realidad".

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