
Unicaja cede en sus pretensiones de controlar el 60% del nuevo grupo que formará tras su posible fusión con Liberbank y ya acepta rebajar la ecuación de canje por debajo de dicho umbral. El principal condicionante que echó por tierra el primer intento de integración entre finales de 2018 y mediados de 2019 fue que la Fundación Bancaria Unicaja, que entonces controlaba el 49% del banco andaluz, no quería rebajar su control en la nueva entidad por debajo del 30%, ya que le llevaría a perder su condición de grupo fiscal, con las respectivas desventajas a nivel impositivo. Ante este escenario, la fundación se mantuvo inamovible en exigir el 60% en la ecuación de canje para poder mantener el 30% en la nueva Unicaja-Liberbank. Sin embargo, ahora esta piedra ha desaparecido del camino.
El banco, que realizó un programa de recompra de acciones a principios de año, tenían autocartera, y tras la luz verde de la junta de accionistas en la reunión del 28 de octubre, pidió amortizarlas para reducir el capital social en 30,54 millones. Esta operación elevó la participación de la Fundación en la entidad al 50,8%, lo que le permite mantener el 30% del grupo fusionado sin la necesidad de exigir el 60% en la ecuación de canje.
De hecho, el último ajuste del mercado, que no ha variado en las últimas tres semanas, resuelve la ecuación de canje en el 57% a favor de Unicaja y en 43%, para Liberbank.
El grupo asturiano llega a la segunda negociación con los deberes hechos. El banco ha incrementado su balance un 19% frente a diciembre de 2018 (fecha en la que se anunció el primer intento de fusión) con 46.814 millones de euros en activos, mientras que el crecimiento de Unicaja ha sido más leve, del 8%, hasta sumar 62.145 millones de euros en activos a cierre de septiembre.
Esta variación también cambia la ecuación de canje. Mientras en 2018, los dos bancos sumaban 96.700 millones en activos, aportando el grupo andaluz el 59,4% de los mismos, y por tanto, el asturiano, el 40,6%; ahora aúnan 108.900 millones, de los que el 57% corresponde a Unicaja y el 43%, a Liberbank.
El dinamismo comercial del banco asturiano (es de las pocas entidades que eleva el margen de intereses) le ha permitido incrementar el saldo vivo crediticio, gracias a la comercialización de hipotecas, cuya cartera, con 14.700 millones, sobrepasa a la de Unicaja. La entidad ya vende una de cada diez hipotecas que se dan en Madrid, a pesar de tener una cuota de mercado del 2%.