
María Dolores Dancausa cumple diez años al frente de Bankinter. Una década en la que la consejera delegada ha visto pasar mucha agua bajo los puentes, marcada por dos grandes crisis: la financiera y la sanitaria. En estos años, y pese a las circunstancias, el banco ha seguido creciendo y reportando uno de los mejores niveles de rentabilidad, solvencia y baja morosidad del sistema financiero. Con Dancausa al frente, Bankinter ha fortalecido su presencia internacional, con el salto a Portugal, Luxemburgo e Irlanda, y el grupo prepara ahora otro de sus grandes hitos: sacar a bolsa Línea Directa. Dancausa hace balance para elEconomista de esta década, desgrana la hoja de ruta del banco y pone los puntos sobre las íes a la actual crisis y sus consecuencias.
¿Cómo ha evolucionado Bankinter en estos años bajo su dirección y cómo ve el banco en diez años?
Mis primeros pasos se iniciaron bajo la amenaza de una profunda crisis financiera y económica que se llevó por delante buena parte de las cajas de ahorro, y que se prolongó en el tiempo mucho más de lo que los más pesimistas anticipaban. Y pasando rápidamente de esos principios a lo que tenemos en la actualidad, nos encontramos en los prolegómenos de una profundísima crisis causada por el virus que ha paralizado a todo el planeta. Y entre crisis y crisis, el banco ha crecido, ha tenido una rentabilidad siempre creciente, ha mantenido una posición sólida en el sector, con un balance saneado y niveles de mora muy bajos. Bankinter es hoy una entidad más internacional, más diversificada en sus líneas de negocio, con más capacidad de atracción comercial para captar clientes de perfiles diversos y con una estructura de financiación mucho más equilibrada. Estoy muy satisfecha de haber mantenido la prudente escuela de riesgos que nos ha caracterizado en nuestra historia. Y particularmente destacaría la vocación de independencia que nos ha permitido ahorrarnos los habituales e innecesarios traumas que suelen significar las fusiones. Y, en diez años, dentro de lo difícil que es hacer proyecciones, Bankinter será una entidad que se mantendrá con los valores y principios que le han permitido sobrevivir 55 años superando pruebas ciertamente difíciles, y generando valor a clientes, accionistas y empleados.
"No veo una colaboración con Línea Directa mayor a la que hemos tenido estos años"
Bankinter mantiene la intención de sacar a bolsa Línea Directa, pero segregar el negocio puede impactar en los resultados del grupo en un momento en el que la crisis ya está presionando a la baja los beneficios y la rentabilidad del negocio. ¿Cree que es el mejor momento?
El momento perfecto no existe. Creemos que es un buen momento para hacerlo y que la operación va a aportar desde el minuto cero mucho valor a los accionistas. Es obvio que ello va a impactar en los resultados del banco, donde dejarán de figurar los ingresos de la aseguradora, pero también es cierto que el resto de fuentes de ingresos ya estaban creciendo a mayor ritmo y que, en poco tiempo, serán capaces de compensar lo aportado por esta compañía. Línea Directa cumple 25 años y estamos convencidos de que el mercado sabrá reconocer su potencial.
¿Qué tiempos se marcan para el salto al parqué de la aseguradora?
El calendario ha sido alterado por la pandemia, pero mantenemos la decisión de realizar la operación en los términos previstos. Ello quiere decir que se han de levantar las restricciones a la distribución de dividendos, ya que es la forma elegida para retribuir al accionista de Bankinter. Esperemos que para la celebración de la Junta de Accionistas esté el camino allanado.
Tras el salto al parqué de la aseguradora, ¿incrementará el banco su relación con Línea Directa?
De momento no veo una colaboración con Línea Directa mayor a la que hemos tenido estos años. No tendría sentido ahora empezar a trabajar con otro tipo de ramas, pero es prematuro contestar, porque el banco tiene que reflexionar sobre cómo va a organizar su negocio de banca seguros, ya que hay productos que pueden dar ingresos añadidos en un momento en el que la rentabilidad es un problema.
El virus y las presiones de los supervisores han abierto una tercera ola de fusiones. Usted siempre ha mantenido que Bankinter no se plantea comprar, pero ahora que la futura unión de Unicaja y Liberbank les relega al sexto mayor banco del país, ¿siguen cerrados a uniones?
Hacer una valoración acertada del sector requiere una mirada más allá del ranking por activos. Existen variables que son igualmente importantes, e incluso más en el momento actual: capitalización bursátil, solvencia, calidad de activos o rentabilidad. En esta última, Bankinter figura en un lugar destacado. No creo que ganar tamaño mediante fusiones sea algo que genere valor en sí mismo: ni para el accionista, ni para los clientes, ni para los empleados, ni tampoco creo que sea necesariamente una solución para dos entidades en problemas. En nuestro caso, no estamos en eso. Por tanto, lo que hagan los demás no es algo que me preocupe.
Los supervisores insisten en que en España hay espacio para la consolidación, ¿cree que habrá más integraciones? ¿Las ve necesarias?
Las fusiones convencionales entre entidades españolas no las veo necesarias por las razones antes mencionadas. Lo que sí veo es que en Europa hay una gran dispersión de entidades muy locales, muy pequeñas y muy "provincianas", con perdón de la expresión, y que contrasta con el hecho de formar parte del sector económico más genuinamente "europeo", con una moneda única y un regulador central sólido y fuerte. Sí veo potencial a fusiones paneuropeas, que suelten amarras en sus países de origen y se extiendan por otros países europeos.
"Bankinter es el único banco que en los últimos años no ha cerrado oficinas ni ha despedido empleados."
¿Por dónde pasa la estrategia de Bankinter para superar esta crisis? ¿Estudia hacer ajustes, como la mayoría de sus competidores?
Tenemos potencial de crecimiento en muchos negocios, ya sea algunos que están plenamente consolidados, como el negocio hipotecario, banca privada, empresas, gestión de activos, como en otros de más reciente implantación: negocio internacional, banca de inversión, o nuestra actividad en Portugal e Irlanda, donde además del Consumo nos hemos abierto al negocio hipotecario; o como el negocio digital a partir de EVO. En cuanto a los ajustes, tal y como prometí en la Junta de Accionistas, preservar el empleo seguirá siendo una de mis prioridades. Bankinter es el único banco que en los últimos años no ha cerrado oficinas ni ha despedido empleados. Nuestra estructura es muy eficiente y el negocio sigue creciendo pese a la crisis.
La crisis sanitaria ha demostrado que muchas compañías, entre ellas los bancos, han podido seguir prestando gran parte de los servicios de forma telemática. ¿Va a suponer esto un punto de inflexión en la estrategia de digitalización del banco?
Bankinter ya era un banco plenamente digital antes de la pandemia, con un 93% de clientes que se relacionaban con nosotros exclusiva o parcialmente por canales digitales. Hemos incrementado, sobre todo, el número de las transacciones, de los contactos y de las ventas, y no tanto el número de usuarios activos, dado que ya lo era una parte muy amplia de nuestros clientes. Lo mismo ha ocurrido con el teletrabajo, que es un sistema del que ya hacía uso la plantilla, pero que, con la llegada del confinamiento, se generalizó. Buena parte de los cambios que nos ha traído esta crisis ha venido para quedarse. Y entre estos se encuentran tanto el teletrabajo, como la digitalización de la banca o de muchas otras actividades, ya sean empresariales, comerciales, de ocio, etc.
El sector financiero español se ha volcado durante la pandemia en ayudar a la sociedad y a los clientes a través de las moratorias, paralizando los embargos o manteniendo la financiación a la economía, ¿cree que tendrá reflejo en la mejora de la reputación de la banca?
Hemos hecho lo que creíamos que teníamos que hacer, como muchos otros sectores o personas individuales, si bien es curioso que a ningún otro se le ha preguntado si su actuación buscaba algún tipo de rédito reputacional. Soy consciente de que recuperar la reputación que un día tuvo el sector es uno de los retos a los que nos enfrentamos, pero esta no es una labor de un día ni de una acción concreta, sino la consecuencia del trabajo bien hecho de cada día durante un periodo prolongado. Si somos capaces de hacerlo, estoy convencida de que la sociedad nos lo sabrá reconocer más tarde o más temprano.
"En este momento, la morosidad está totalmente controlada"
El BCE se pronunciará a finales de año sobre si levanta el veto para repartir dividendos. No obstante, desde el organismo ya han asegurado que la decisión dependerá de la marcha de la recuperación, ¿teme que se mantenga el veto para 2021 a pesar del anuncio de la vacuna? ¿Ve justa la decisión?
No sé ni puedo anticipar la decisión del BCE. Nosotros, al igual que otros bancos, estamos esperando a que el supervisor decida revertir esta prohibición, porque ha penalizado a la banca y a la vista está la cotización bursátil. En el caso de Bankinter, como siempre hemos sido muy previsibles en resultados, para aquellos inversores que buscaban rentas ha sido un pequeño palo. Otra cuestión es que no todos los bancos son iguales, hay bancos que tienen más dificultades y otros que no tienen y es injusto que los que no tengamos dificultades tengamos que pagar las consecuencias de los que tienen problemas.
El presidente del MUS, Andrea Enria, ya ha recomendado extender las moratorias de crédito hasta que haya recuperación, ¿cree que es la mejor opción para evitar un incremento de la mora?
Como toda decisión que se pensó en un momento determinado, cuando aún no conocíamos el impacto de la crisis, debería ser revisada de manera periódica. Ya ha pasado un tiempo prudencial y la situación no ha mejorado, por lo que lo lógico es que, si la medida ha funcionado, debería extenderse hasta que no sea necesaria.
¿Las moratorias crediticias, sobre todo las de préstamos al consumo, comenzarán a expirar a finales de este año, ¿se puede producir ya un primer incremento de la mora ante la débil situación económica?
En este momento, la morosidad está totalmente controlada. Los datos de mora a cierre de septiembre se han reducido, están en el 4,57%. En Bankinter, estamos en el 2,5%, por debajo del año anterior. Es verdad que aquí hay un efecto anestesia. Se han dado tantas ayudas que en este momento no hay visos de que la mora vaya a subir, pero la mora va a subir sin duda alguna cuando acaben las ayudas. Sí que creo que va a haber un incremento de la morosidad, pero va a ir en función de si la vacuna va a estar a disposición de la gente y si se va a reactivar la economía. Por un lado, tenemos a la vista los fondos europeos, que bien empleados van a conseguir dar enormes bríos. Si esto ocurre más pronto que tarde, estos incrementos de mora no van a ser tan importantes como podría parecer hace dos meses. Ahora bien, la hora de la verdad va a llegar en 2021. Hay que ver si familias y empresas pueden remontar una vez se le retire la respiración asistida.
Las previsiones hablan de que la morosidad se puede ir al doble dígito, como en la anterior crisis, ¿cree que se puede dar esta alza?
Hay un nivel de incertidumbre muy alto. Pero hoy, yo soy mucho más positiva con respecto a la recuperación de la economía y el ratio de la morosidad que hace dos meses. Yo tengo una enorme confianza en las empresas españolas, es verdad que hay sectores muy dañados, pero el sector financiero, hoy, tampoco ha sido tan duramente impactado como otros sectores. Pero claro, en esto los bancos siempre van con retraso, porque si realmente la situación no se soluciona, si la crisis económica es más importante de lo que pensamos, al final todo se traduce en impagos a la banca.
El Banco de España sigue inmutable en su previsión de que la recuperación no llegará hasta 2023, pese a la vacuna. ¿Cree que el hecho de que haya un antídoto mejorará la situación para la banca o continuará en la línea por el impacto que la recesión ya ha dejado?
Esto tiene que ver mucho con cuándo va a estar disponible esa vacuna y cuándo se va a iniciar la recuperación. La economía va a estar muy impactada por esta crisis, porque los sectores más castigados son sectores en los que España tenía un papel relevante, pero yo tengo una enorme fe y confianza en las empresas españolas, porque son innovadoras, tienen un gran dinamismo y se van a reinventar. El Gobierno también tiene que ayudar adoptando medidas para proteger a esos sectores más dañados. En cuanto a la situación de España y cómo nos vamos a recuperar, soy mucho más positiva de lo que pueden ser muchos analistas y reguladores.
"Siempre hay dos actitudes: aparecerán quienes se preguntan '¿cómo puedo contribuir a resolver el problema?' y quienes se preguntan '¿cómo puedo aprovechar este problema para otros fines que persigo?'"
Por otro lado, el shock económico puede acelerar los planes del Gobierno de coalición de poner en marcha subidas fiscales al sector para aumentar la recaudación, bien a través de incluir una tasa mínima en el Impuesto de Sociedades o creando un gravamen específico. ¿Ve justo salvar la economía a costa de los bancos? ¿Está la banca en su mejor momento para afrontar una subida fiscal?
Un incremento en los tipos impositivos no produce como consecuencia una mayor recaudación, es una percepción muy arraigada pero es falsa. Lo único que verdaderamente produce una mayor recaudación fiscal es la actividad económica. Cuanta más actividad económica haya, más recaudación fiscal habrá. Y si los tipos impositivos son razonables, más recaudación fiscal duradera habrá. La siguiente pregunta, en consecuencia, es si una subida indiscriminada y muy relevante de tipos impositivos favorece o no la actividad económica y, particularmente, si la favorece en tiempos de depresión económica. La respuesta, a juzgar por las iniciativas más frecuentes que toman aquellos países a los que nos gustaría parecernos, y por las evidencias históricas, es claramente negativa.
¿Cómo valora la gestión del Ejecutivo de la crisis sanitaria?
La gestión y solución de crisis no solo corresponde al Gobierno, también a toda la ciudadanía, sin excepción. Dicho lo cual, es bueno recordar que ante cualquier problema, siempre hay dos actitudes: aparecerán quienes se preguntan "¿cómo puedo contribuir a resolver el problema?" y quienes se preguntan "¿cómo puedo aprovechar este problema para otros fines que persigo?" En el caso que nos ocupa, el de la pandemia, quienes hayan querido aprovechar el problema para alcanzar otros propósitos, merecen todo nuestro repudio. Por el contrario, limitándonos a quienes han querido contribuir a su solución, creo que hay que alabar multitud de esfuerzos y de aciertos, desde el interminable trabajo de médicos y sanitarios, hasta el callado esfuerzo contra reloj de los laboratorios. Si hubiera que hablar de los temas mejorables, creo que cuando una autoridad cambia de opinión, que es algo totalmente normal que ocurra por muchas razones, echo de menos que nunca se pida disculpas ante las causas que llevaron a un cambio de criterio y opinión, y se expliquen las razones que lo hicieron necesario. Solo este gesto añadiría mucha confianza a quienes han de tomar las acciones e iniciativas que finalmente conseguirán resolver el problema.
¿Qué prioridades cree fundamentales que el Ejecutivo debe abordar para salir de la crisis?
El éxito de toda empresa se debe a que todos cuantos la componen han trabajado al unísono para ese fin. Nunca es el éxito, en singular, de la persona que lo lidera. El caso de un Ejecutivo, sea este singular o plural, es idéntico. Por ello, considero que la primera prioridad es requerir la ayuda de todos, sobre todo de quien más capacitado esté. Y a ello se llega reconociendo que los conocimientos, experiencia, talento y trabajo no están exclusivamente en el núcleo central de sus colaboradores, sino en todos los ciudadanos, desde aquellos que se encuentran en el mundo empresarial, en el académico, hasta los más sencillos que permanecen en el sector primario.
El regulador insta a la banca a utilizar los colchones de capital para financiar la economía, ¿cómo está actuando el sector al respecto?
Por un lado dicen que la banca española tiene unos ratios de capital peores que sus homónimos europeos y, por otro, que utilicemos los colchones de capital. Es un signo de prudencia tratar de no utilizarlos.
Dijo en el segundo trimestre que daba por hecho el grueso de provisiones para cubrir los riesgos por la pandemia, sin embargo, los reguladores insisten en que hay que seguir elevando las dotaciones, ¿mantiene la postura de que ya se ha provisionado todo?
Nosotros hemos provisionado más de 240 millones, nuestra previsión es no tener que hacer dotaciones adicionales este año, pensamos que son más que suficientes.
"Hemos abierto el abanico de opciones de inversión a los clientes con rentabilidades atractivas"
¿Cómo afronta el banco los test de estrés de la EBA de 2021?
Bankinter, por tamaño, no participaba en estos test y sí en los del BCE, ahora nos han dicho que vamos a entrar en los de la EBA, cosa que reclamábamos. Al final, los resultados son transparentes, y queremos demostrar que Bankinter, que es sólido y estable, puede seguir el camino independiente porque estamos haciendo las cosas bien, por lo que nos interesaba mucho que esos datos se pudieran publicar.
Bankinter gestiona varios fondos de renovables y de capital privado, ¿van a profundizar en esta diversificación?
Bankinter se ha convertido en los últimos cuatro años en una referencia como creador de vehículos de inversión alternativa. Somos un competidor muy asentado. Hemos puesto a disposición de nuestros clientes de Banca Privada inversiones alternativas, como fondos que invierten en renovables, en startups con futuro nacidas en Sillicon Valley, además de un fondo que invierte en infraestructuras y varias socimis. De esta forma, hemos abierto el abanico de opciones de inversión a los clientes con rentabilidades atractivas. Unas opciones, además, que invierten en la economía real y que, en consecuencia, además de generar buenos retornos permiten reactivar nuestro tejido productivo. Por supuesto, seguiremos atentos a oportunidades con el fin de crear, como hasta ahora, opciones de inversión que completen la oferta que hacemos llegar a nuestros clientes de Banca Privada.
Bankinter ha sido multado por el Sepblac por su participación en la operación de venta de la Torre Cepsa, ¿qué medidas han tomado para evitar que se repitan este tipo de multas?
La participación que tuvo Bankinter en esta transacción fue escrupulosamente realizada de acuerdo con la normativa vigente y con la diligencia debida. Estamos convencidos de ello y así lo hemos defendido ante las instancias correspondientes. Precisamente tenemos interpuesto un recurso en la Audiencia Nacional contra esa sanción, y la causa permanece abierta.
Además de las compañías tecnológicas, otras empresas como Enel o Renault más recientemente también han entrado en la actividad financiera, ¿cómo cree que va a afectar al negocio de banca?
Estos nuevos entrantes son un reto y una oportunidad. Un reto, porque efectivamente entran, frente a esos legacy que tenemos los bancos, y son una oportunidad porque nos ponen las pilas para hacer las cosas mejor. Estamos viviendo un momento interesante porque están conviviendo dos modelos: de un lado, aquellos clientes que aún siguen buscando su gestor y piensa que las entidades lo que deben ofrecer es confianza, y luego hay clientes que quieren un producto o servicio determinado para un momento concreto y que no quiere ninguna relación. Aquí se trata de competir con la mayor transparencia y buena fe, pero no tenemos miedo a estos entrantes, por el contrario, nos ayudan a hacer las cosas mejor.