
El sellado y abandono definitivo del almacén de gas subterráneo Castor está cada vez más cerca. Enagás ha culminado los estudios del proceso y calcula que costará unos 70 millones, con una duración de 201 a 225 días, aunque aún se desconoce cuándo podrá comenzar. La compañía, que mantiene la instalación desde hace años, aplicará un protocolo sísmico adicional al habitual en este tipo de operaciones.
En 1973 Shell empezó a extraer hidrocarburos en el Mediterráneo, a 22 kilómetros de la costa de Vinaroz (Castellón). El yacimiento, Amposta, bajo una lámina de agua de 60 metros y a unas profundidades de 1.700 a 1.920 metros en el subsuelo, se agotó en 1989, pero en 1996 Escal UGS -66,6% de ACS- se fijó en él para almacenar gas, y en 2006 solicito la concesión de la explotación del emplazamiento, bautizándolo como Castor.
Se le concedió en 2008 y la empresa construyó las infraestructuras necesarias, básicamente dos plataformas unidas por una pasarela de 50 metros y 13 pozos, ocho de inyección y extracción de gas, cuatro de monitorización y uno de reinyección de agua. Mas cuando en septiembre de 2013 empezó a introducir gas en el almacén, se produjeron centenares de pequeños terremotos -hubo uno de 4,2 en la escala de Richter- que atemorizaron a la población y obligaron a paralizar la instalación por seguridad.
A la vista del peligro, el Castor nunca llegó a ponerse en funcionamiento. El Gobierno decretó la suspensión temporal de las operaciones y encargó a Enagás, gestor técnico del sistema gasista, que lo sellara temporalmente y lo vigilara hasta tomar una decisión. Un informe del Massachusetts Institute of Technology de 2017 concluyó que lo mejor era clausurarlo, pero no se aprobó hacerlo hasta octubre del año pasado.
Dependerá de la presión
Enagás ya ha concluido los estudios de ingeniería para la operación de sellado y abandono definitivo de los pozos del Castor -estuvieron en información pública en Castellón este verano- y calcula que tendrá un coste total de 69,6 millones a 76,9 millones de euros, dependiendo de su duración, estimada entre 201 y 225 días, a su vez en función de las medidas que exija la despresurización de la infraestructura.
Se encargará de ello una plataforma petrolífera, presumiblemente del Mar del Norte, donde la industria petrolera acomete este tipo de actuaciones con relativa frecuencia, con un par de buques de apoyo. Se contratará tras una licitación internacional y sus servicios exigirán el grueso del presupuesto -más de 60 millones-, mientras que el resto corresponderá a seguros y costes de gestión Enagás.
Tapones de 250 metros
La plataforma se colocará encima de cada uno de los pozos para retirar los sellos provisionales -al límite de la caducidad-, limpiar las infraestructuras y proceder a su sellado. Usará varios tapones de cemento sobre tapones metálicos con 250 metros de grosor.
El plazo de ejecución de los trabajos es incierto, porque depende de las alegaciones que reciba el proyecto de ingeniería y de la disponibilidad de la plataforma petrolífera; como mínimo habrá que esperar meses.
Protocolo de sismicidad adicional
Enagás y el Instituto Geográfico Nacional han elaborado un protocolo de actuación ante sismicidad específico para el sellado del Castor. Adicional al protocolo antisísmico convencional, establece un modelo de gestión similar a un semáforo.
Si el Instituto o la red del Observatorio del Ebro detectan un evento sísmico en un radio de 20 kilómetros a partir de la plataforma del Castor, informarán automáticamente a Enagás, que lo relacionará con las operaciones de sellado -especialmente la limpieza de los pozos- y podrá detenerlas o mantenerse alerta en el caso de que hayan coincidido temporalmente.