El transporte de pasajeros por carretera está cerca de entrar en la UCI por la crisis del coronavirus. Pese al levantamiento del estado de alarma y la reapertura de las fronteras intraeuropeas, la demanda se ha mantenido "dramáticamente" baja en julio y agosto poniendo a una gran parte del sector al borde la quiebra. Situación que se ha agravado con el rebrote de la pandemia y las limitaciones a viajar a España.
"El otoño va a ser muy duro y el invierno apunta a que va a ser un solar porque la situación se está descontrolando. La gente tiene miedo y no se mueve, todo va a peor", señala Rafael Barbadillo, presidente de Confebus, que recuerda que la actividad de los autobuses discrecionales está en un 10% y la de las líneas regulares en un 50%.
"El otoño va a ser muy duro y el invierno apunta a que va a ser un solar porque la situación se está descontrolando. La actividad en discrecional no llega al 10%"
Así, fuentes de la principal patronal señalan que un tercio de las empresas de autobús va a desaparecer en los próximos meses ya que muchas (hasta un 52%) ya han reconocido que no podrán aguantar sin ingresos más allá de enero de 2021. En concreto, se espera que haya concursos de acreedores (ya se han declarado más de 200), ventas y fusiones que den lugar a un sector más concentrado, con firmas más grandes aunque con menor capacidad, al menos hasta que se recupere "cierta actividad en septiembre de 2021".
El sector de transporte discrecional y regular está formado por 42.000 autobuses y unas 3.150 empresas, muchas de ellas muy pequeñas, de las que apenas quedarán unas 2.000, calcula Confebus. El sector está atomizado y hay muchas firmas muy pequeñas.
En este sentido, Alfonso Taborda, presidente de la patronal Direbús, señala que el sector no se va a recuperar en los próximos meses ante las nuevas restricciones, que, por ejemplo, ya han llevado a Barcelona a suspender de nuevo la actividad crucerista, mientras que la reapertura de los colegios sigue en el aire. "El turismo de congresos ni está, ni se le espera, el de la tercera edad menos (el Gobierno ya ha anunciado que Imserso no se activará hasta 2021), las salidas escolares han quedado anuladas, y el turismo urbano no volverá a recuperar cierto ritmo hasta 2022. El futuro en nuestro sector no hace más que temer por su supervivencia", señala Taborda.
"La previsión es que en los próximos seis meses se pierdan entre el 70% y el 80% de los 50.000 empleos directos que genera el sector"
Ante este panorama, el directivo alerta de que se van a perder miles de empleos en el sector ya que las empresas no podrán sobrevivir. "Del mismo modo que no habrá actividad empresarial, no se podrán garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo. La previsión es que en los próximos seis meses se pierdan entre el 70% y el 80% de los 50.000 empleos directos que genera el sector", explica Taborda.
En un contexto sin apenas actividad desde febrero, las empresas de autobús todavía sobreviven porque están dopadas por los créditos ICO, las prórrogas de los leasing y los Ertes por fuerza. Pero, la situación se está alargando mucho más de lo esperado y no solo no remontan los ingresos, si no que van a peor. "Las empresas están ahora dopadas por el ICO y los Ertes pero la liquidez que consiguieron se acaba, el negocio no arranca y lo único que tienen es más deuda", señala Barbadillo. Así, el directivo pide que se mantengan los Ertes hasta diciembre como mínimo para tratar de limitar de los despidos. "Hay mucha gente en los Ertes y si estos no se prologan en las condiciones actuales hasta diciembre como mínimo, se pasará al ERE", sentencia.