
El sector del autobús ha perdido 1.500 millones de euros de facturación entre el 14 de marzo, fecha en que el Gobierno declaró el estado de alarma, y el mes de mayo.
Así se lo ha hecho saber hoy el presidente del Departamento de Viajeros del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), Rafael Barbadillo, a la "Comisión de Reconstrucción Social y Económica" del Congreso de los Diputados.
Según ha alertado Barbadillo, estas cifras "continuarán creciendo a lo largo del año, ya que la previsión es que la demanda no se recupere hasta enero de 2022".
Asimismo, el presidente del CNTC y de Confebus ha apuntado que el sector del autobús "va a tener que afrontar una importante crisis en los próximos meses, que esperamos que dure lo menos posible, pero existe un consenso generalizado de que será uno de los sectores a los que más le costará salir del periodo de hibernación al que se ha sometido".
Medidas
Por ello, Barbadillo ha expuesto una serie de medidas necesarias enfocadas principalmente a la necesidad de liquidez y financiación, que el sector urge poner en marcha para superar las graves dificultades que atraviesa y que son imprescindibles para garantizar la supervivencia de los servicios, el empleo y el tejido empresarial.
Entre estas medidas destaca la extensión de los Expedientes Regulación Temporal de Empleo (Erte) por causa de fuerza mayor durante la recuperación progresiva de la demanda del transporte público y de la actividad turística, manteniendo las bonificaciones de las cuotas a la Seguridad Social hasta el 31 de diciembre de 2021. De lo contrario, Confebus estima que se perderán 30.000 empleos y la desaparición de más de 1.000 empresas del sector.
Asimismo, Barbadillo ha solicitado un fondo de contingencia para el sostenimiento de las obligaciones de servicio público que debería ser regulado en un Real Decreto-ley, en línea con lo anunciado recientemente por el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y que debería ascender a 2.000 millones de euros.
Por otro lado, desde Confebus también han pedido la creación de una línea de financiación especial para el transporte de viajeros para que las empresas puedan hacer frente a sus compromisos una vez que la actividad vaya normalizándose. En este sentido, ha destacado el papel del sector como parte fundamental del turismo, "sin autobús no hay turismo", motivo por el cual debe formar parte del Plan para el relanzamiento de la actividad turística
En relación con el transporte escolar, es necesario "abordar con urgencia" el pago de los contratos suspendidos, así como la prórroga de los contratos por dos años, como medida para dar estabilidad a este tipo de servicios, principalmente prestados por pequeñas y medianas empresas.
En materia de renting y leasing, la patronal ha pedido un periodo de carencia de seis meses, así como el aplazamiento de las cotizaciones a la Seguridad Social para empresas y autónomos de hasta seis meses sin intereses.
También han pedido una línea de ayudas para la incorporación de vehículos más eficientes y tecnológicamente más seguros, así como para la digitalización del sector, mejorando así la protección del medioambiente y la seguridad, en línea con lo establecido por el Plan Nacional de Energía y Clima y por el Green Deal de la UE.
Por último, el presidente de la patronal ha solicitado una campaña de comunicación con el apoyo de la Administración para poner en valor y recuperar la confianza de los viajeros en torno al transporte público como una forma segura de viajar, que vuelva a situarle en el lugar preferente que tenía entre los usuarios y como eje fundamental de la movilidad sostenible.