Sacyr redobla su apuesta por Italia para tratar de potenciar su cartera de construcción y concesiones. El grupo que preside Manuel Manrique y su socio en el país transalpino Fininc, a través de SIS, han presentado ofertas por dos licitaciones de autopistas cuya valoración conjunta supera los 4.500 millones de euros.
Los procesos comprenden obras de mejora y ampliación y la explotación de la A21 Turín-Alexandria-Piacenza, la A5 Turín-Ivrea-Quincinetto, la carretera de enlace A4/A5 Ivrea-Santhià y el Sistema de Autopistas de Circunvalación de Turín (Satt), por un lado, y la A12 Sestri Levante-Livorno, la A11/A12 Viareggio-Lucca y el ramal A15 a La Spezia y la A10 Savona-Ventimiglia (Autostrada dei Fiori), por otro.
El Gobierno italiano, que hace escasos días anunció la revocación de las concesiones de Aspi, filial de Atlantia -dueña de Abertis-, prevé adjudicar en los próximos meses ambas concesiones. SIS ha sido invitada a concurrir en los dos procesos. De tener éxito, la compañía dará un salto muy significativo en el mercado italiano. Cuenta para ello con el respaldo financiero que le proporciona el fondo Circuitus Capital.
Cuenta para ello con el respaldo financiero que le proporciona el fondo Circuitus Capital
El Ejecutivo transalpino ha seguido adelante con los concursos una vez superados los mayores impactos de la pandemia por la Covid-19. Los dos lotes están integrados por autopistas al norte del país cuya concesión ya ha vencido o está cerca de hacerlo. Son todas ellas gestionadas por ASTM (antigua Sias), propiedad del Grupo Gavio y la relicitación contempla obras de mejora y ampliación y contratos de explotación por 12 años.
SIS, que está controlada en un 49% por Sacyr y en un 51% por Fininc, ha trasladado este mes sus ofertas para ambas licitaciones, según indican fuentes financieras. Se prevé que la puja haya atraído a un número muy reducido de empresas. El vehículo participado por el grupo español se ha visto las caras en concursos en el pasado con firmas como Salini Impregilo. También con Atlantia, pero el Gobierno italiano quiere restarle peso en la red de autopistas del país, por lo que no se espera su concurrencia.
SIS presentó el pasado 10 de julio su oferta para la concesión de la A21 Turín-Alexandria-Piacenza, la A5 Turín-Ivrea-Quincinetto, la carretera de enlace A4/A5 Ivrea-Santhià y el Sistema de Autopistas de Circunvalación de Turín (Satt). Estas autopistas finalizaron su concesión entre 2016 y 2017 y han sido relicitadas en un único lote a instancias de la Comisión Europea.
La firma de la A3
El valor total del proyecto, según las cifras oficiales del Ministerio de Infraestructuras y Transporte italiano asciende a 2.022 millones. Incluye tanto la explotación de las autopistas como el diseño y ejecución de las obras con las que se mejorarán los distintos tramos de las carreteras. Asimismo, el nuevo operador tendrá que pagar una compensación a Gavio por las obras realizadas aún no amortizadas, que hace unos meses se estimó en un máximo de 305,6 millones.
De los 2.022 millones, un total de 1.200,6 millones corresponden a las inversiones, que se dividen en 895 millones para obras (683 millones para nueva ejecución), hasta 134,1 millones para la compensación por el tramo de la A21 y hasta 171,5 millones por el de la A5.
Sacyr busca con estos proyectos engordar su cartera concesional en Italia, donde sobresale la autopista Pedemontana-Veneta
Mientras, el pasado lunes, 20 de julio, Sacyr y Fininc también remitieron su oferta para la relicitación de la A12 Sestri Levante-Livorno, la A11/A12 Viareggio-Lucca y el ramal A15 a La Spezia y la A10 Savona-Ventimiglia (Autostrada dei Fiori). El vencimiento de las distintas vías, que discurren por la costa mediterránea, se sitúa entre 2019 y 2021. En este caso, la valoración del proyecto alcanza los 2.523,6 millones de euros. Las estimaciones oficiales fijan en 1.143 millones la inversión para obras y en un máximo de 421 millones las compensaciones para Gavio (241 millones por la A12 y 180 millones por la A10).
Sacyr busca con estos proyectos engordar su cartera concesional en Italia, donde sobresale la autopista Pedemontana-Veneta. A finales del año pasado se hizo también con la relicitación el contrato para la mejora y explotación durante 25 años de la autopista italiana A3, entre Nápoles y Salerno. SIS se impuso en la puja final a la que había sido su operadora en los últimos años, Atlantia. El contrato, que se firmará previsiblemente a la vuelta del verano, incluye inversiones en obras por 390 millones y la cartera prevista ascenderá a 2.700 millones. Asimismo, hace tres años ganó la autopista Roma-Latina, pero la impugnación de Salini propició la cancelación de la adjudicación.
Italia también tiene en marcha concursos para construir y explotar hospitales, como los de Turín y Novara. Un campo de actividad en el que Sacyr tiene elevados intereses. No en vano, en este momento se halla en la carrera por varios lotes en Chile de más de 2.000 millones.
Abertis, Aleatica...
Italia ha atraído en los últimos años a algunas de las mayores concesionarias españolas. Sacyr está presente en el país a través de su alianza con Fininc en la Pedemontana-Veneto, un proyecto valorado en más de 2.600 millones de euros y que reportará una cartera durante su vida superior a los 10.000 millones. A finales de 2019 se hizo con la A3 Nápoles-Salerno, cuya firma se prevé en otoño. Para financiar su crecimiento cuenta además con el apoyo de Circuitus Capital, cuya expectativa es levantar en torno a 2.000 millones de euros.
Abertis también está presente en Italia con las autopistas A4 Brescia-Pádua y A31: Piovene Rocchette-Badia Polesine. La concesionaria, que está controlada por la italiana Atlantia, tiene previstas inversiones por al menos 2.000 millones en los próximos años. Mientras, Aleatica, antigua OHL Concesiones, ha acordado recientemente la compra de una participación de control en la autopista de peaje entre Milán y Brescia, un activo cuyo valor alcanza los 2.000 millones.