
La 'Nueva Telefónica' se presentó hace 200 días y hoy rinde cuentas ante un junta de accionistas marcada por el 'script dividend'. Este pago flexible y voluntario del dividendo, conocido castizamente como pago en 'papelitos', espera superar la reválida para aprobar una retribución de 0,40 euros por acción. Ese compromiso con los inversores -valorado en 2.000 millones de euros- contrasta con las cancelaciones de otras grandes compañías del Ibex, así como de un tercio de las firmas europeas de su sector, esquivas a repartir ganancias con sus inversores en tiempos de coronavirus. La junta puede seguirse este viernes, desde las 11:00 horas por streaming desde la página web de Telefónica.
Desde el pasado 27 de noviembre, en el que se detallaron las nuevas líneas estratégicas, y hasta la fecha, el grupo que preside José María Álvarez-Pallete ha compaginado el cumplimiento de los compromisos entonces anunciados con la crisis de la COVID-19. Si la tarea ya resultaba complicada en condiciones normales, el mérito se presume colosal cuando se logra emprender en situaciones de gravedad comparables con la Segunda Guerra Mundial, como esta semana ha valorado el Banco Mundial. La nueva organización anunciada en noviembre reposaba sobre cinco ejes a largo plazo, y en todos ellos ya se han producido avances.
El primer ejecutivo de la teleco ya aventuraba a finales del año pasado los cambios "del mundo que viene", pero entonces sin sospechar que un diminuto virus pondría boca abajo al planeta. En este caso, la pandemia ha demostrado la solidez de las telecos españolas y ha acreditado la función social de su actividad.
Reelecciones
La Junta también votará la reelección de Isidro Fainé como consejero dominical; de Juan Ignacio Cirac, José Javier Echenique, Sabina Fluxà y Peter Löscher como consejeros independientes, y de Peter Erskine como consejero externo. Asimismo, se ratificará el nombramiento de Verónica María Pascual y Claudia Sender -en sustitución de Xiaochu y Furlán- como consejeras independientes y la reelección de PwC como auditor de cuentas.
Ni las circunstancias adversas de la COVID-19 han frenado la aplicación de las referidas cinco decisiones. La primera de ellas ha sido la alianza de la filial británica O2 con Virgin Media, del Grupo Liberty Global, que da origen al nuevo líder de las telecomunicaciones convergente en el Reino Unido. Este movimiento en el Reino Unido sintoniza con el objetivo de priorizar las redes de banda ancha más avanzadas con la compra de espectro de 5G en el Reino Unido y Alemania, en espera de hacerlo en España.
En Brasil, la 'teleco' avanza en las negociaciones para comprar la de red móvil de Oi, de manera conjunto con Telecom Italia. En cuanto se materialice esa ofensiva, Vivo incrementará el valor para los accionistas y clientes a través de "un mayor crecimiento, generación de eficiencias operacionales y mejorías en la calidad del servicio". También se ha alcanzado un acuerdo estretégico con Disney, mientras que Alemania vuelve a crecer en ingresos.
Esta misma semana, Telefónica ha anunciado la venta de 10.100 torres de telefonía en Alemania a Telxius, por lo que avanza en el cumplimiento de su estrategia de poner en valor sus activos en infraestructuras. Este movimiento acelera la monetización de su cartera de emplazamientos de telecomunicaciones móviles, con un uso más eficiencias de las redes, mejoras en el retorno sobre el capital empleado y aportación de valor a los accionistas. Entre otros detalles, esa la operación -valorada en 1.500 millones de euros- permitirá a Telefónica reducir su deuda en 500 millones al tiempo que impulsa a Telxius para competir en Europa con los grandes del sector. En esta línea, el grupo también ha cerrado ventas de torres en Brasil y Perú.
Desde finales de año, Latinoamérica se ha convertido en periferia para Telefónica, excepto Brasil. De esa forma, la teleco se ha rendido ante las adversidades de estos mercados, como el "entorno macro y regulatorio, mayor presión competitiva, una escala insuficiente o la volatilidad de las divisas". Por todo lo anterior, el grupo ha puesto en revisión los activos en Hispanoamérica para reducir riegos y generar valor a través de posibles operaciones corporativas. Entre todas ellas, el revés de Millicom ha resultado especialmente doloroso por su sorprende espantada al renunciar a la compra ya acordada de la filial de Costa Rica, por importe de 503 millones de euros, sin que ello impida a la 'teleco' volver a poner ese negocio en el escaparate en busca del mejor postor.
Impulso de Infra y Tech
La nueva Telefónica Tech también se ha puesto en acción sin pérdida de tiempo para explorar nuevas oportunidades en negocios como ciberseguridad, IoT y Big Data, y cloud. Sobre este último, la empresa ha anunciado el pasado jueves el impulso de la transformación digital de las empresas de la mano de Google. Además, para ganar el agilidad y acelerar la ejecución de la estrategia, Telefónica también se ha comprometido en eliminar duplicidades y reducir la complejidad en sus estructuras y procesos.