Luthansa lanza una fuerte reestructuración para hacer frente al coronavirus, cumplir con los acreedores, el reembolso de los billetes y adaptarse a la crisis de demanda que marcará el mercado aéreo en los próximos años y le hará volar a medio gas hasta, al menos, 2023.
La compañía alemana, que ha perdido 2.100 millones de euros en el primer trimestre del año y espera un ejercicio en rojo, ha anunciado fuertes recortes de personal y de flota en todas la aerolíneas del grupo, el retraso en las entregas de los aviones y ha abierto la puerta a vender alguno de sus negocios no core. No en vano, la compañía necesita frenar la salida de caja mediante un mayor ajuste de los gastos operativos y el freno de las inversiones para sobrevivir mientras que se recuperan los ingresos y hacer frente a los 2.500 millones de euros que adeuda a sus clientes por los billetes cancelados en desde que se desató la pandemia, señala la compañía en una conference con analistas.
"Continúan las negociaciones con los fabricantes de aviones para aplazar las compras. La venta de unidades de negocios no principales se está examinando a medio plazo"
"Continúan las negociaciones con los fabricantes de aviones para aplazar las adquisiciones previstas. Además, la venta de unidades de negocios no principales se está examinando a medio plazo", explica la compañía aérea en un comunicado, que también tiene una división de logistica, otra de mantenimiento y una tercera de catering (LSG)."La actividad non core se refiere a otras empresas o filiales de Lufthansa, que no son una aerolínea comercial de pasajeros. Un ejemplo sería LSG catering o LHG Technik", explica la firma.
El objetivo del grupo aéreo que preside Carsten Spohr es concluir la reestructuración en 2023 con 100 aviones menos en la flota (unos 643 en total) y hasta 10.000 trabajadores menos de los 137.000 que tenía en plantilla a 31 de marzo a pesar de que espera que la demanda recupere los niveles precoronavirus ese mismo año. No hay que olvidar que la firma ya estaba inmersa en un proceso de ajuste antes de la pandemia que ha decidido acelerar para dejar atrás las pérdidas y la guerra de precios.
Operará en 2021 con un 40% menos de su capacidad y terminará el ajuste con 100 aviones menos
Así, la compañía ya ha pactado con Brussels Airlines un ajuste de su flote del 20% y la reducción del 25% de su fuerza laboral mientras que Austrian tendrá que eliminar el 20% de sus aviones y conseguir un recortes de los gastos de personal también del 20%. El grupo sigue analizando con las demás aerolíneas (Lufthansa, Swiss, Eurowings) grupo su redimensionamiento pero aun no está aprobado. En este punto, cabe destacar que el gigante aéreo ya ha anunciado la desaparición total de Germanwings y la eliminación del largo radio de Eurowings.
El Consejo de Administración de Lufthansa ha decidido acelerar la reactivación de su oferta de cara a septiembre, cuando espera estar volando el 40% de su capacidad. De cara a mediados de mes prevé operar 2.000 frecuencias semanales a más de 130 destinos en todo el mundo (la mitad de su red), lo que implica un 15% de su oferta precoronavirus. Se centrará en los destinos vacaciones.
Pese a que la firma busca pisar el acelerador para aprovechar algo de la temporada de verano y captar a los pocos clientes de negocios, la compañía prevé seguir volando a medio gas en los próximos dos años ya que la demanda será muy débil. Así, la firma presidida por Sphor ya ha confirmado que dejará en tierra 300 aviones en 2021 y 200 aviones en 2022 con el objetivo de terminar 2023 con 100 aviones dando por terminada la crisis.
Los planes de Lufthansa de ir reactivando poco a poco la oferta dejando sin operar hasta 300 de sus 764 aviones implica sacar del mercado mucha capacidad. Tanta como la equivalente a la que opera easyJet, que, tras ajustarse, terminará 2021 con 302 aviones, o de la de varias Alitalias, Iberias o Nowergians, que antes de la crisis tenía 168 aviones.
El reembolso de los billetes pone al grupo en un aprieto por los problemas de liquidez
Para llevar a cabo estos ajustes, sobrevivir a la crisis y hacer frente al reembolso de los billetes de avión cancelados, tal y como exige la UE bajo amenaza de sanción, la compañía aérea necesita el apoyo de los gobiernos en los países en los que opera. No en vano, la firma asegura que conseguir financiación en el mercado es muy caro y difícil. Así Lufthansa ya ha conseguido desbloquear el rescate de 9.000 millones de euros, que ahora está pendiente del visto bueno de Bruselas y los accionistas, lo que supondrá un fuerte balón de oxigeno ya que, pese a los recortes (tienen a 87.000 trabajadores a tiempo parcial) consume 800 millones de liquidez al mes y cerró marzo con una caja de 4.200 millones. Presión a la que hay que sumar la devolución de los de billetes que implicará la salida de cientos de millones al mes. Para ello están ampliando los servicios de atención al cliente.
"Hemos logrado reducir los costos fijos en un tercio en un corto período de tiempo. Sin embargo, en nuestro negocio operativo consume alrededor de 800 millones de euros al mes de la reserva de liquidez. Además, el reembolso de los boletos de avión cancelados y el reembolso de los pasivos financieros vencidos tendrá un impacto negativo previsible en nuestro desarrollo de liquidez", dijo Thorsten Dirks, miembro de la Junta Ejecutiva Digital y Finanzas de Lufthansa.
1.200 millones de pérdidas
Los ingresos han caído un 18% hasta los 6.441 millones en el primer trimestre mientras que los gastos operativos apenas se redujeron un 6% a los 8.162 millones, lo que nos deja un ebitda ajustado negativo de 540 millones. La aerolínea perdió 2.124 millones de euros, seis veces más que en el primer trimestre del año pasado, cuando registró unos números rojos de 342 millones. Todas las aerolíneas del grupo han transportado 21,7 millones de pasajeros en los tres primeros meses del año, lo que implica un descenso del 19% respecto al mismo periodo del año pasado. Aunque el grueso del descenso se ha registrado en marzo (caídas de entre el 50 y el 70%) lo cierto es que en enero y febrero también se vivió un ligero retroceso por el fuerte recorte de la actividad de Eurowings y una pequeña caída en Lufthansa. Las demás crecieron.
En marzo, cuando empezó a cancelar los vuelos por las crecientes restricciones a la movilidad, la compañía aérea transportó 3,9 millones de viajero, un 65,% menos que un año antes. En abril el número de pasajeros bajó a 241.000. El negocio de la carga también se ha visto afectado por la perdida de capacidad pese a que la demanda subió ligeramente.