
Las aerolíneas tendrán que devolver el dinero de los billetes cancelados en menos de siete días, tal y como recoge el reglamento 261/2004 que la Comisión Europea se ha negado a modificar para ayudar al sector a salvaguardar su liquidez en detrimento de los derechos de los pasajeros.
Las compañías aéreas, apoyadas por un gran número de países, como España, Polonia, Francia, Portugal o Países Bajos, han estado semanas negociando con Bruselas sin éxito la aprobación de una enmienda de urgencia que les permitiera cambiar los billetes por bonos para volar en los próximos doce meses o retrasar al menos un año la devolución del dinero. Las aerolíneas pidieron esa modificación para limitar la salida de caja durante la crisis del coronavirus, evitar la quiebra y ganar tiempo hasta que se reactivaran la venta de billetes, que sigue parada, y los vuelos.
"Los consumidores europeos pueden estar tranquilos: la Comisión no rebajará sus derechos en la UE sobre el reembolso de los viajes cancelados"
"Los consumidores europeos pueden estar tranquilos: la Comisión no rebajará sus derechos en la UE sobre el reembolso de los viajes cancelados. No obstante, recomendamos que se aumente el atractivo de los bonos para quienes eligen esta opción", ha asegurado Didier Reynders, comisario de Justicia y Consumidores.
Así, la Comisión Europea ha publicado una serie de recomendaciones para que las aerolíneas hagan que los bonos de viaje sean más interesantes para los pasajeros que el dinero en metálico y ha planteado que se articulen garantías públicas o privadas para asegurar la devolución de los bonos no usados en el caso de que las aerolíneas quiebren por culpa de la crisis del coronavirus. "Si las agencias o empresas de transporte se declaran insolventes existe el riesgo de que muchos viajeros no reciban ningún reembolso, ya que sus reclamaciones no están protegidas", señala la Comisión en la recomendación emitida.
La decisión del organismo que preside Ursula Von der Leyen ha caído como un jarro de agua fría entre las distintas asociaciones de aerolíneas (A4E, IATA y AIRE), que alertan del riesgo de quiebra de muchas compañías del sector ya que se enfrentan a la devolución de 9.200 millones de euros en billetes cancelados entre mediados de marzo y mayo. En este punto, hay que recordar que muchas compañías están retrasando o evitando la devolución del dinero y que ya han sido denunciadas por varias asociaciones y agencias de viaje.
"En un momento en que las aerolíneas enfrentan la mayor crisis de su historia, estamos decepcionados con la Comisión que ha ignorado la solicitud de la mayoría de los Estados"
"En un momento en que las aerolíneas enfrentan la mayor crisis de su historia, estamos decepcionados y asombrados de que la Comisión haya ignorado la solicitud de la mayoría de los Estados miembro para modificar de forma temporal del Reglamento 261/2004. Millones de empleos están en riesgo si las aerolíneas colapsan", señala Rafael Schvartzman, vicepresidente regional de IATA. Al menos 16 estados solicitaron a la UE el cambio, muchos de ellos por carta.
"Si bien los pasajeros tienen un claro derecho al reembolso de los billetes, creemos que los bonos (vouchers) reembolsables o una devolución aplazada representan un compromiso justo y razonable dada la crisis de liquidez a la que enfrentan las aerolíneas", aseguró por su parte Thomas Reynaert, consejero delegado de A4E.
Las recomendaciones
Las recomendaciones de Bruselas para que los bonos sean más atractivos para los consumidores tampoco han gustado a las aerolíneas. Aseguran que son "poco claras", "no están al alcance de todas las compañías" y "generan falsas expectativas en los pasajeros".
Entre las medidas que la UE propone para convencer a los pasajeros de que acepten el bono en vez del dinero, al que tienen derecho, destaca la posibilidad de que éstos tengan una validez de doce meses y que la compañía se comprometa a devolver el dinero asociado al mismo cuando transcurran catorce días desde su caducidad.
También plantea que los bonos o cupones puedan servir para pagar cualquier tipo de servicio o viaje, para realizar el mismo que se ha reservado originalmente aunque su precio posterior haya subido, que se puedan transferir a otra persona sin ningún coste adicional e, incluso, que se tengan más valor que el billete original. Es decir, dar un plus o una mejora para que a los pasajeros les compense aceptar el bono. También se flexibilizar las fechas y que se pueda usar para pagar o reservar un viaje o servicio que tenga lugar tras la caducidad del mismo.
La UE señala que las aerolíneas y las empresas de transporte tienen la posibilidad de recibir ayudas de estado e incluso ser rescatadas por lo que su deber es vigilar que las firmas no se vean sobreprotegidas o sobrecompensadas en detrimento de los derechos de los ciudadanos europeos.