
Hace dos meses Zity se autoimpuso la cuarentena y los 800 coches que tiene en Madrid desaparecieron de las calles en un tiempo récord. Espacios privados a modo de parkings improvisados, instalaciones de las empresas... cualquier metro cuadrado disponible ha sido utilizado para que la flota pase a resguardo lo peor del coronavirus. "No es sencillo esconder 800 coches de la noche a la mañana en Madrid", asegura Javier Mateos, consejero delegado de Zity en un encuentro telemático con este diario. Cada uno en su casa y la tecnología en la de todos.
La compañía de carsharing de Ferrovial y Renault ha aprovechado el parón para revisar, renovar y reparar los Zoe, que ya están listos para volver a las calles de Madrid con nuevas medidas de seguridad sanitaria. Estarán operativos el 20 de mayo, coincidiendo con el lanzamiento del servicio en París. En la capital francesa los colegios ya están abiertos mientras que la española sigue en fase 0 y aunque el futuro es incierto, Mateos confía en que la demanda se recupere a final de año y alcanzar el punto de equilibrio (break even) en 2021. Un objetivo al que ayudarán las restricciones de capacidad en el transporte público. El plan era salir de pérdidas este año pero la pandemia lo ha hecho imposible, igual que seguir con la ambiciosa estrategia de crecimiento en Europa. Está en pausa.
P. Zity obliga a todos sus usuarios tomarse la temperatura y llevar mascarilla antes de subir al coche ¿Cómo tenéis previsto hacer cumplir las medidas sanitarias?
R. No somos policías, no vamos a ser inspectores del buen cumplimiento del usuario pero dentro de los términos y condiciones existen las penalizaciones e incluso el bloqueo o la expulsión si tenemos evidencias de que no está cumpliendo estas normas. Técnicamente es muy complejo, casi imposible, comprobar la temperatura corporal de los usuarios o el uso de mascarilla en todos los alquileres, pero estas son nuestras normas y es a lo que el usuario tiene que comprometerse para utilizar los coches. El conductor debe ser responsable.
P. Dentro de un Zity no se puede fumar y muchos usuarios lo hacen...
R. Y cuando se ha detectado ha sido expulsado. Estamos poniendo todas las medidas de seguridad posibles, como asegurarnos de que un coche no pase más de 24 horas sin ser higienizado (han redoblado los equipos itinerantes de limpieza), pero también dependemos de que cada uno sea responsable y lleve siempre mascarilla y controle su temperatura.
"Esperamos que parte de la demanda que no pueda ser cubierta por el transporte público vaya a vehículos como Zity"
P. Más allá de la higiene y las normas sanitarias, ¿qué más ha cambiado en el Zity de la nueva normalidad?
R. Hemos rebajado el precio mínimo de 0,21 euros a 0,17 euros el minuto. Nunca hemos tenido un precio tan bajo. Seguimos con las tarifas dinámicas y el máximo se queda en los 0,31 euros. Además se ha creado un sistema de avisos para identificar los coches que están con un precio reducido, con el Goldpin. También se podrá alquilar el coche durante hasta tres días por 60 euros, lo que facilita la salubridad. Lo hacemos para poner nuestro servicio lo más accesible posible en estos tiempos tan complicados.
P. ¿Por qué no volvéis al aeropuerto?
R. El aeropuerto es un nodo donde confluyen personas de todo el mundo. Es un trasvase de ciudadanos y todos los aeropuertos son ahora mismo un gran foco de infección y no tenemos ningún control sobre ello. Por lo tanto, preferimos dejar al margen ese servicio hasta que la situación se aclare.
"Queremos ser útiles de nuevo a la sociedad, más allá de que el crecimiento sea más o menos lento"
P. ¿Cómo impactará al carsharing las limitaciones al transporte público?
R. La reducción de la capacidad en el transporte público va a impulsar la movilidad individual, como puede ser Zity, por lo que esperamos que parte de esa demanda que no va a quedar satisfecha por la menor capacidad en el transporte colectivo y la aversión a utilizarlo vaya a vehículos individuales o privados. No tenemos una cifra. Depende de cómo seamos capaces de adaptar nuestros nuevos hábitos a los medios que tenemos a nuestra disposición. Todos nos vamos a ver impactados en el cortísimo plazo, pero hay que mirar a medio plazo e ir dando pasos. Hay una nueva situación, hay que adaptarse y asumir ciertos riesgos tomando medidas de seguridad.
P. La movilidad es todavía baja y sois los primeros en volver a operar...
R. En el corto plazo lo más financiero es apostar por estar quietos y esperar a que todo se resuelva, pero queremos dar el servicio en condiciones saludables, en condiciones de seguridad. Queremos ser útiles de nuevo a la sociedad, más allá de que el crecimiento sea más o menos lento, que eso nos lo van a decir los usuarios.
"Con estos dos meses de parón es inviable alcanzar los números negros en 2020. Lo haremos en 2021"
P. Teníais previsto dejar las pérdidas este año ¿Cuál es el objetivo ahora?
Todo lo previsto hasta hace dos meses hay que dejarlo en stand by. Es cierto que preveíamos alcanzar los números negros en 2020 y estoy convencido, por cómo había empezado el año, de que lo íbamos a conseguir. Pero con estos dos meses de parón ya es totalmente inviable. Probablemente a final de año estemos cerca si todo vuelve a las cifras de febrero, pero probablemente traslademos el break even al 2021.
P. Es una previsión muy optimista
R. Nuestra previsión es que poco a poco iremos recuperando la normalidad. Estoy convencido de que a finales de año estaremos con cifras muy razonables. Teniendo en cuenta el riesgo de que haya una segunda oleada y considerando un escenario neutral, creo que en 2021 estaremos en cifras similares a las que teníamos antes de la pandemia.
"Zity no va a estar en aquellas ciudades en las que no sea necesario ni en las que no sea bien recibido"
P. ¿Qué futuro le espera a los planes de crecimiento de Zity?
R. Los planes siguen en marcha. Tenemos el visto bueno de Bruselas para la agrupación de Ferrovial y Renault y poder llevar el proyecto a distintas ciudades europeos. Tenemos vía libre para desplegar el plan de expansión de Zity por Europa. En el corto plazo este plan era muy agresivo, llegando a unas ocho o diez ciudades en los próximos dos años. Obviamente la pandemia ha trastocado nuestros planes en todas las ciudades donde pretendemos implantarnos. De momento lo tenemos parado hasta ver cómo se resuelve la situación. Los pilares siguen ahí y el sentido para las dos casas matrices no puede ser otro que expandir el proyecto.
"Aparte de Madrid o Barcelona no hay muchas más ciudades en España que reúnan las características para que Zity entre"
P. Vamos a ver más coches en Madrid o en otras ciudades de España
r. En Madrid, de momento, tenemos la flota óptima. Hay que ver cómo evoluciona. En Barcelona nos encantaría estar, no hay muchas más ciudades en España que reúnan las características que hacen atractiva una ciudad para Zity. Barcelona si las cumple pero necesitamos un impulso local del Ayuntamiento para que nos de paso. Zity no va a estar en aquellas ciudades en las que no sea necesario ni en las que no sea bien recibido.
P. ¿Cómo van los planes del consistorio de Ada Colau?
R. Tienen la idea de limitar el servicio de carsharing en la ciudad mediante una licitación y llevan años elaborando ese borrador. En ese tiempo han pasado de ser los primeros con el motosharing y estando en la punta de lanza de las nuevas movilidades a que Madrid tenga 2.600 coches, cuatro operadores, bicicletas, patinetes y un montón de opciones que enriquecen la ciudad y al ciudadano.