
Endesa ha catapultado el beneficio registrado en el primer trimestre del año, subiéndolo un 133%, hasta los 844 millones, tras anotarse 267 millones al recuperar una provisión para pagos a empleados y jubilados. Sin efectos extraordinarios, el beneficio aumenta un 59%. La empresa confirma sus expectativas de beneficio y dividendos para todo el presente 2020 -repartirá 1,6 euros por título- y descarta sufrir un "impacto relevante" por la crisis del Covid-19 incluso en 2021.
De acuerdo con la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresa dirigida por José Bogas, después de tres años de cotizaciones, alcanzó un acuerdo con la mayoría de los sindicatos a inicios de enero, sobre las condiciones de jubilación y la tarifa eléctrica a la que tenían derecho los empleados, incluyendo también los jubilados.
Gracias a este pacto laboral, que aún tiene un frente abierto en el Tribunal Supremo, la compañía ha recuperado una provisión de 515 millones, de la que ha reservado 159 millones para una nueva provisión para la reestructuración de la plantilla -119 millones netos-, y se ha anotado 267 millones al beneficio.
Este capital se pensaba dedicar a nuevas inversiones, pero ante la incertidumbre provocada por el Convid-19, la eléctrica, ha optado por decidir durante el ejercicio qué hacer con él, y, en última instancia, usarlo para garantizar la retribución al accionista, según explicó Luca Passa, el director financiero, ante los analistas.
Bogas había aclarado previamente que la consecución de los objetivos del ejercicio está prácticamente garantizada por la evolución de los negocios: tiene vendido el cien por cien de la energía de todo el año a un precio de 74 euros por MWh y el 80% de las ventas de 2021 a un nivel similar. Ni aún con una fuerte caída de la demanda por culpa de la pandemia, o con un trasvase de los clientes desde las ofertas libres a la tarifa regulada, la compañía prevé "un impacto significativo".
De acuerdo con otra información remitida a la CNMV, La facturación durante el período, en el que empezó a apreciarse el impacto del Covid-19, se ha reducido muy ligeramente, desde los 5.085 millones del primer trimestre de 2019 hasta los 5.069 millones del mismo período de este 2020, pero el resultado bruto operativo (ebitda) se ha disparado un 59%, hasta los 1.476 millones. Descontando la citada provisión de origen laboral, el ebtida también registra un importante incremento, del 21%, por la buena marcha del negocio liberalizado.
Sobresaliente el negocio liberalizado
Este negocio, la comercialización de energía, ha mejorado su ebitda un 51%, situándose en 550 millones. Le ha ayudado su estrategia comercial y el bajo precio del mercado eléctrico, un 37% menor que el año pasado, lo que le ha beneficiado notablemente, puesto que Endesa vende más electricidad de la que genera y debe cubrir la diferencia adquiriéndosela a terceros. De hecho, el margen eléctrico ha mejorado un 20%.
También ha mejorado mucho el negocio de gas, subiendo un 117%, hasta los 76 millones, por la gestión integrada del negocio, las coberturas y la flexibilidad de sus contratos de abastecimiento; Bogas explicó que se reparten al 50% entre los ligados al Brent y al Henry Hub, y que en ambos casos tiene flexibilidad.
E igualmente Endesa X, la filial de nuevas tecnologías, ha mejorado sus resultados un 23%, sumando 34 millones a la cuenta de resultados
Estabilidad en el negocio regulado
El ebitda del negocio regulado ha crecido un 1%, hasta 570 millones de euros, por el aumento registrado en la generación convencional en los territorios no peninsulares, que ejerce en régimen de monopolio. El ebitda del negocio de distribución ha descendido un 2% por la aplicación de la remuneración establecida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
El cash flow operativo ha sido de 276 millones de euros, un 17,6% más bajo, por la evolución del capital circulante. La deuda neta asciende a 7.376 millones de euros, 999 millones de euros más que a 31 de diciembre de 2019, principalmente por el pago del dividendo a cuenta del pasado ejercicio.
La ratio de deuda neta sobre ebitda es de 1,7 veces, lo que, a juicio de la compañía, refleja fortaleza y flexibilidad para afrontar la situación derivada de la pandemia y las fuertes inversiones previstas en renovables.
En este capítulo, hay que señalar que las inversiones brutas se han situado en 271 millones, con un descenso del 31% por el esfuerzo que la filial de la italiana Enel realizó el año pasado para poner en marcha los parques renovables adjudicados en las subastas realizadas por el Gobierno.
Acelerar la inversión
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha destacado que "los buenos resultados de Endesa en el primer trimestre nos van a servir para afrontar con garantías el impacto del Covid-19 durante el segundo trimestre. La compañía ya ha puesto en marcha de nuevo todos los trabajos de construcción de parques renovables, y estamos plenamente comprometidos con las inversiones previstas en nuestro plan estratégico".
El ejecutivo, avanza que "estamos estudiando, incluso, la posibilidad de acelerar este plan, especialmente en plantas eólicas y solares, para poder ayudar a la reactivación de la economía con la creación de empleo y la generación de riqueza".
Bogas ya lo había dejado caer durante la presentación de resultados de 2019, donde añadió que no se planteaba tocar la política de dividendos.
Entre los numerosos temas que los analistas preguntaron a los dos ejecutivos destaca el impuesto que la Generalitat de Cataluña quiere aplicar a partir del mes de julio. Passa evaluó en 58 millones anuales el impacto en las cuentas de Endesa, de los que 53 salen de la generación atómica y 5 millones de otras instalaciones.