Empresas y finanzas

Renfe, aerolíneas y autobuses se preparan para operar medio vacíos

  • La distancia social y los controles en aeropuertos y estaciones marcarán la desescalada
  • Las compañías aéreas negocian ERTEs por causas productivas para la etapa post estado de alarma
Aviones aparcados en el aeropuerto de El Prat. Aena

La distancia social, las mascarillas, la baja demanda y los controles sanitarios en estaciones y aeropuertos marcarán la reactivación del transporte de pasajeros en España.

O ese es el escenario con el que ya trabajan las aerolíneas, compañías de autobús y Renfe a la espera de que el Gobierno de Pedro Sánchez termine de definir las restricciones operativas y el calendario de la fase de desescalada. "Está claro que no se va a viajar igual cuando se levante el estado de alarma. Los trenes no irán llenos y todos los escenarios con los que se trabaja incluyen la distancia social", aseguran fuentes del operador ferroviarios a este diario.

La compañía que preside Isaías Táboas asume que la limitación del aforo de los trenes va a durar varios meses pero, a diferencia de sus competidores del cielo y la carretera, apunta a que podría llegar a ser viable y operativo con el servicio actual de Renfe, dejando aun más en limbo el futuro del AVE de bajo coste, Avlo. El operador suspendió sine die la inauguración del low cost, prevista para el seis de abril, y no tiene planes para reactivarlo, ya que descarta que la demanda se vaya a recuperar a medio plazo y recuerda que el modelo de negocio de Avlo se basa en una alta ocupación y rotación de los trenes, es decir, en un uso intensivo que no se va a dar.

La fase de desescalada deja aun más en el aire el futuro del AVE de bajo coste, Avlo

"No hay información sobre el aforo máximo de los trenes, estamos pendientes de lo que diga el Ejecutivo, pero es viable limitarlo y poner equipos de protección a la tripulación y pasajeros", señalan fuentes de Renfe que, a su vez, recuerdan que el operador ya tiene prohibido vender más de un tercio de las plazas disponibles para asegurar que los pasajeros vayan separados. En este punto, esperan que la limitación se relaje y puedan tener un 60% de ocupación.

El sector aéreo también trabaja con la posibilidad de tener que dejar vació el asiento de en medio para reactivar la operación poco a poco. "Suponemos que los factores de ocupación no volverán a la normalidad desde el principio, lo que significa que tendremos que bloquear el asiento de en medio, pero estoy hablando de esto como una fase inicial", explicó el presidente de easyJet Johan Lundgren.

Aunque aerolíenas como Delta o Emirates ya están aplicando esta medida de prevención en los pocos vuelos que tienen operativos, lo cierto es que la propuesta ha caído como un jarro de agua fría en el sector aéreo. Así, el presidente de Ryanair, Micheal O'Leary, ha asegurado que no volverá a volar si le limitan la ocupación de los aviones y ha tachado a la medida de "absurda y locura". En esta línea, IATA ha alertado de que la distancia social "acabará con los viajes baratos". "Si se impone el distanciamiento social se neutralizará una gran parte de los asientos, al menos un tercio. Con este escenario, si venden los billetes al mismo precio que antes de la crisis perderán gran cantidad de dinero", explicó Alexandre Juniac, consejero delegado de IATA.

Fuentes del sector señalan que las aerolíneas necesitan tener una ocupación del 70-75% para no perder dinero, por lo que limitar el aforo al 66% pone en peligro la superviviencia de las compañías. "El Gobierno tendría que dar fuertes ayudas para que operen sin quebrar", sentencian. En este punto, algunas empresas han empezado a proponer butacas con mamparas para separar a los pasajeros como alternativa a la distancia social. Una medida que no convence mucho ya que sería muy cara y poco operativa.

"Solo un 30% de los usuarios del metro, Cercanías o los autobuses podrán usarlo durante varios meses"

Más allá de las restricciones operativas, el transporte cuenta con que la demanda tardará mucho en recuperarse por lo que volarán bajo mínimos al menos hasta el año que viene. Ante la perspectiva de un mercado más pequeño, compañías como easyJet, Norwegian, Vueling o Air Nostrum ya están negociando ERTEs por causas operativas para incorporar a la plantilla poco a poco, en función de la recuperación de la demanda y los destinos, cuando se levante el estado de alarma.

Las compañías de autobús de larga distancia también miran con temor a la distancia social, puesto que pone en peligro su modelo de negocio. "No hay concesión o servicio que aguante ir medio vacío. Los márgenes son estrechos", explican fuentes del sector. En cuanto al servicio urbano, las medidas de distancia social decretadas por Sanidad harán, según los cálculos de la Consejería de Transportes de Madrid, que "solo un 30% de los usuarios del metro, Cercanías o los autobuses puedan usarlo durante varios meses", que queden reservados a movimientos imprescindibles (trabajo, estadios, salud) y "siempre con mascarilla".

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