
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha reconocido este jueves en la junta de accionistas que el grupo financiero tendrá que hacer "algún sacrificio" este año por el impacto económico del coronavirus. Oliu, que no detalló qué clase de medidas se podrán tomar para afrontar la huella que deje la crisis ante el momento inicial de la misma, señaló que la epidemia ha hecho de 2020 un reto "descomunal" del que no se tienen precedentes y que se sobrepone a lo que era el objetivo del grupo y lo que iba a ser la base de su próximo plan estratégico. De este forma, adelantó así, que la nueva hoja de ruta estará condicionada por los efectos de la pandemia.
"A corto plazo, nuestro único objetivo es superar la crisis provocada por el actual estado de emergencia, pero una vez ello se complete, la prioridad del banco va a ser la mejora de la rentabilidad a partir de donde estemos", aseveró. De momento, el presidente del Sabadell recordó que en la actualidad el banco está volcado en ayudar a los clientes afectados por la pandemia y en minimizar el impacto que el coronavirus pueda tener en la cuenta de resultados.
No obstante, Oliu subrayó que el banco parte de una buena posición de solidez para afrontar la situación tras los esfuerzos realizados en 2019 de desinversión de activos improductivos y ventas de filiales. El grupo alcanzará un ratio de capital CET1 fully loaded del 12,1% este año, una vez se complete el cierre oficial de dichas operaciones llevadas a cabo. A su juicio, el coste del periodo temporal de restricciones para hacer frente a la crisis sanitaria dependerá de la duración de la misma y de la efectividad de los remedios que se apliquen para aminorar estos costes. "Esta no es una crisis como la de 2008, que era una crisis de origen financiero. Esta es una crisis cuyo origen está en la necesidad social de combatir, aunque sea a un alto precio, un fenómeno epidemiológico nuevo", destacó. Por tanto, señaló que la absorción de sus costes debe ser afrontada con la máxima mutualización.
El Sabadell ha puesto en marcha una batería de medidas, al margen de los avales del Gobierno, para ayudar a las familias, empresas y autónomos que se puedan ver afectados por desempleo, ERTEs o bajada de la actividad. "Nosotros pensamos que la defensa de la viabilidad del tejido empresarial es la mejor defensa para el empleo", explicó el presidente del grupo. Entre estas medidas, el banco ofrece un aplazamiento del pago de hasta tres meses del alquiler social a aquellas familias que habiten en una casa acogida al Fondo Social de Vivienda (FSV), ha movilizado más de 3.500 gestores para que se pongan en contacto con los clientes para acompañarlos en la búsqueda de soluciones y ha lanzado una línea de crédito de 15.000 millones de euros para atender las posibles necesidades de liquidez de negocios, comercios, pymes y empresas.
"Los bancos afrontamos este nuevo reto con una solvencia muy diferente de la que teníamos en 2008 y con liquidez suficiente. Seremos pues fundamentales para poder ejercer el necesario ejercicio de análisis y determinación de las formas mediante las cuales las diferentes empresas o familias puedan pasar este bache", culminó Oliu al respecto.
La salud como prioridad
Por su parte, el consejero delegado, Jaume Guardiola, aseguró que a día de hoy la prioridad del banco es proteger la salud de todo su equipo (mantiene las sucursales abiertas en estado alarma para garantizar el servicio) y de todas aquellas personas con las que tienen relación. Pero además, puntualizó que las entidades financieras son una infraestructura básica para garantizar el sistema de pagos y el flujo del crédito en la economía y, por lo tanto, tienen una gran responsabilidad para contribuir a gestionar la situación generada por la pandemia.
Guardiola señaló que a los importantes retos inherentes al negocio bancario (como la escasa rentabilidad por el escenario de bajos tipos de interés) se une ahora la incertidumbre sobre el alcance económico y social de la crisis generada por el COVID-19. El consejero delegado apuntó a que aún es pronto para evaluar el impacto que la emergencia sanitaria va a tener en la economía aunque ya adelantó que serán relevantes. "Incorporaremos los ajustes necesarios en nuestras prioridades de gestión, siempre con la idea de servir y acompañar a nuestros clientes y generar valor para el accionista", subrayó.
El Sabadell celebró la junta de accionistas de manera online por las medidas de precaución sanitaria obligadas por el estado de alarma. El acto estaba inicialmente programado en el Auditorio de la Diputación de Alicante, aunque finalmente se celebró en las instalaciones que tiene el banco en la ciudad de Alicante. Pese a que se hizo por canales digitales, el cuórum de asistentes tanto presentes como representados fue del 61,57% del capital social de la entidad, suficiente para celebrar el acto.
Los accionistas votaron a favor del nombramiento de Mireia Giné como consejera que cubrirá la vacante dejada por la señora Teresa Garcia-Milà, quien había perdido su condición de independiente. Giné es doctora en economía, tiene una trayectoria académica en finanzas y gobierno corporativo, y también es creadora y directora de la Warton Research Data Services, la plataforma digital de datos financieros y de aplicaciones para la investigación que hoy es la más importante del mundo.
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