
La crisis del coronavirus amenaza ya con hundir un 44% los ingresos del año de las aerolíneas, que se están viendo obligadas a dejar de volar en casi todo el mundo. Y es que, más allá de Europa, donde las compañías operan al 10 o el 5% de su capacidad, Etihad y Emirates acaban de anunciar la cancelación de la casi todos sus vuelos, Cathay ha dejado en tierra gran parte de su flota y Turkish Airlines, la aerolíneas a la que más países vuela del mundo, no deja de sumar destinos a su lista de rutas canceladas. Los últimos: Reino Unido, Vietnam y Venezuela.
El virus se expande inexorablemente por todo el mundo y la asociación internacional de aerolíneas, IATA, ya trabaja con un escenario en el que el sector aéreo está parado hasta tres meses y la recuperación de la demanda es muy lenta por la crisis económica que las medidas para frenar pandemia va a generar a nivel mundial.
"Las cifras hablan por si mismas. La industria del transporte aéreo está viviendo en su crisis más profunda"
Un escenario que ya tienen asumido las aerolíneas europeas y que se traducirá en un impacto de 252.000 millones de euros sobre los ingresos por pasajero y en un desplome del 38% de la demanda, según los cálculos de IATA. En los próximos meses espera que la oferta sea un 65% menor, cifra que recorta el 10% en el último trimestre del año. El desplome de los ingresos supone casi el doble que los 130.000 millones de impacto que la asociación calculó para el escenario más negativo antes de las fronteras se empezaran a cerrar y se prácticamente se prohibiera viajar.
"Las cifras hablan por si mismas. La industria del transporte aéreo está viviendo en su crisis más profunda. La potencial caída de los ingresos de 252.000 millones de dólares es una señal de alerta. Esto es el Apocalipsis y se debe actuar rápido", asegura Alexandre de Juniac , presidente de IATA.
En Europa la demanda caerá un 46% y el sector sufrirá un impacto de 76.000 millones
En Europa, donde la industria en ya prevé que la actividad se reactive como pronto a finales de mayo y ya da por perdido el verano, se calcula un impacto de 76.000 millones de dólares en los ingresos y una caída del 46% de la demanda, la mayor de todo el mundo. No en vano, el tráfico aéreo ha caído ya un 76% y se esperan más descensos puesto que los únicos vuelos que permitirán serán los de rescate y los sanitarios o de envío urgente de mercancías. Así, DSV ha abierto un puente aéreo directo entre China y España para cargar prioritaria durante la crisis del Covid-19.
En cuanto a la paralización del sector, Ryanair ha anunciado que no espera volver a volar hasta junio, Lufthansa asegura que "estamos muy lejos de recuperar la normalidad" y "no tiene planes más allá del 30 de mayo" mientras que Iberia y Vueling han presentado Ertes por fuerza mayor para casi todos los pilotos y TCP durante tres meses. KLM por su parte, ya ha presentado una programación para los primeros meses de la temporada de verano (abril de mayo) con un 10% de su capacidad habitual.
En Asia Pacífico se espera una caída de la demanda de pasajeros del 37% y una caída de los ingresos de 88.000 millones de dólares. En América Latina el transporte de viajeros caerá el 41% y el impacto sobre los ingresos por viajero será de 15.000 millones dólares, mientras que América del Norte el descenso de la demanda será del 27% y el impacto sobre ingresos será de 50.000 millones.
"Las aerolíneas están tratando desesperadamente de sobrevivir. Tenemos la gente y la experiencia, pero no tenemos el dinero"
"Las aerolíneas están tratando desesperadamente de sobrevivir en los momentos más difíciles imaginables. Tenemos la gente y la experiencia, pero, para ser sincero, no tenemos el dinero. Necesitamos que los gobiernos nos acerquen al punto en que podamos comenzar a recuperarnos", aseguró Alexandre de Juniac.
En concreto, el alto ejecutivo de IATA, insta a los gobiernos a actuar rápidamente "con ayuda financiera para evitar una crisis de liquidez" y que en el caso de la carga, "hagan todo lo posible para facilitar una industria que lucha por satisfacer la demanda". En este punto lamentó que había países que no se estaban tomando en serio las graves consecuencias de que las aerolíneas quiebren dejando cientos de miles de trabajadores en la calle.