Lufthansa está buscando el respaldo del Ejecutivo de Angela Merkel para sortear el ataque del coronavirus, que ha hundido sus reservas de cara a los próximos meses, informa Bloomberg. En concreto, la compañía aérea está estudiando implementar los programas de reducción de jornada para evitar despidos después de recortar hasta un 50% la capacidad, asegura la agencia de noticias.
El programa de trabajo alemán, conocido como Kurzarbeit, implica que el gobierno compensa los salarios perdidos cuando las empresas se ven obligadas a detener temporalmente sus actividades. La coalición de la canciller Angela Merkel anunció el domingo que iba a suavizar las reglas para acceder a las compensaciones facilitando su aplicación en las compañías muy afectadas por el virus.
Así, la aerolínea germana da un paso más en sus planes de ajuste ya que en un primer momento anunció un freno en la contratación y puso sobre la mesa la opción de dar vacaciones sin sueldo a sus trabajadores, algo que también han planteado easyJet y Ryanair.
Tras conocerse esta información, las acciones de Lufthansa cayeron hasta un 8,9%, un desplome muy superior al del 3,4% registrado por IAG o del 2,16% de easyJet. Air France por su parte cerró con caídas del más del 9%. Y es que, pese a que los primeros espadas de las aerolíneas europeas aseguraron hace unos días que la crisis duraría hasta abril, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, aseguró en un comunicado enviado a los trabajadores que "el impacto en nuestra situación de reserva es inmenso" y que "debemos suponer que pueden pasar meses antes de que veamos los primeros signos de estabilidad", dijo el viernes pasado.
Lufthansa ha dejado ya en tierra más de 150 aviones y ha desistido de seguir operando con los A380 por la dificultad para llenarlos. Además ha cancelado muchos de vuelos a Asia, que son una parte importante de sus ingresos, y a Israel.
